Agustín Esteve. Retrato de joven dama con abanico., detalle Salida y remate: 40.000 euros
40.000 EUROS POR EL ESTEVE DE ISBILYA
Según lo previsto, 42.000 euros por las Vistas de Hong Kong y 14.000 euros por el Bertuchi
Hay que reconocer que no son tiempos fáciles para la venta de pintura antigua. El gusto ha cambiado y los grandes maestros parecen haber caído en desgracia de no haber por medio un aparato crítico que sostenga la obra con solidez. E Isbilya, la casa sevillana de referencia, que dedica siempre un especial esfuerzo a este tipo de piezas, lo está sufriendo en sus últimas licitaciones.
La pieza que abría el catálogo, el delicado Retrato de joven dama con abanico (O/L, 102 x 80 cm; 169), de Agustín Esteve, como comentábamos en nuestro artículo de previos (ver), fue finalmente la más destacada de la cita. Se pedían 40.000 euros, una cifra por encima de su mercado habitual, pero la calidad de las telas, el colorido de las mismas y de las rosas del fondo de contrapunto y, por qué no decirlo, el atractivo de la retratada también, ese conjunto hizo que un coleccionista ofreciese la cantidad mínima, y en ese precio fue adjudicado el retrato. Junto a este alegría, su contrapunto, relativamente lógico porque Retrato del Conde de Cron (O/L, 111 x 83,5 cm; 170), de su misma mano, no encontró comprador que diese los 30.000 euros iniciales. Y digo lógico porque, a pesar de ser un retrato de calidad alta, aunque sin excesivos lucimientos, y a pesar de ser un personaje conocido, iniciador de un título y de tener precio menor, no hubo interesados. Al final, la pintura es también para ser disfrutada y parece evidente que, puestos a elegir, probablemente la mayor parte de los compradores elegirían antes a la joven dama elegantemente vestida y con una mirada mucho más amable que la del conde…
El otro gran momento de la licitación fue la venta de las Vistas de Hong Kong (lotes 100 a 106), de Escuela inglesa del siglo XIX. El mercado asiático no deja pasar estas oportunidades; y aunque los lienzos tuviesen una calidad digamos que mejorable, son un claro testimonio histórico del pasado que, como tal, es especialmente buscado. Y así, de los 5.000 euros iniciales de cada uno, se adjudicaron en 5.000, 5.500, 6.500, 7.000, 5.000, 6.500 y 6.500 euros, respectivamente, hasta hacer un precio final de 42.000 euros. No es una gran venta, pues las obras eran las que eran, pero lo que quiero resaltar es el interés evidente que despierta este tipo de piezas. En esta línea de mercado internacional, no fue extraño tampoco que la Virgen de Guadalupe (57 x 42 cm; 414), un cobre de tamaño medio firmado por el mexicano Manuel Serna, encontrase comprador en los 9.000 euros solicitados. Y lo mismo sucedió con la peculiar Adoración de los pastores y ciclo del Nacimiento (O/L, 60 x 77 cm; 158), de Escuela colonial S. XVII, vendido por la salida, 5.000 euros.
La tercera edición de la Tauromaquia de Goya, editada en París en 1876 con los 33 aguafuertes de la primera más siete de la A a la G, se vendió por 8.500 euros.
Y en la pintura de inicios del XX destacaron tres ventas, aunque fuese por la salida: Carro de bueyes (O/L, 46 x 55 cm; 299), de Mariano Bertuchi, por 14.000 euros; Niños de paseo en barca, 1908 (O/L, 68 x 97 cm; 381), de José Villegas, por 7.500 euros; y Niña con farolillo (O/L, 65 x 54 cm; 294), de Luis Graner, vendido por 6.000 euros. Y ya más avanzado ya el XX, los papeles de Guillermo Pérez Villalta: Bodegón con berenjenas, 1973 (24 x 47 cm; 1003), firmado en Grecia, se vendió por 1.100 euros, mientras Paisaje en Roma, 1973 (24 x 47 cm; 1004), firmado en Roma, subió una puja más, hasta 1.200 euros. Poco más, pero con ganas de que llegue su licitación de Navidad, ¡que promete! Daniel Díaz @Invertirenarte