De la violencia al mito: la Celtiberia más guerrera

De la violencia al mito: la Celtiberia más guerrera

Con un total de casi 200 piezas procedentes de distintas colecciones, Alas para la guerra. Aratis y la Celtiberia, organizada por el Museo Arqueológico Nacional junto al Gobierno de Aragón, invita a reflexionar sobre el papel determinante que tuvo la guerra en las sociedades celtibéricas y sus implicaciones más allá de la violencia, tanto en la esfera social, económica como cultural.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 5 de octubre,  se centra en el mundo celtibérico durante la Edad del Hierro (siglos VI – I a.C.), con un enfoque especial en siete cascos de guerra celtibéricos hallados en el yacimiento de Aratis.

Alas para la guerra. Aratis y la Celtiberia se distribuye en tres unidades expositivas que permiten al visitante obtener una visión general del territorio y la sociedad celtibérica, comprender la influencia de la guerra y los conflictos en estas comunidades y reflexionar sobre la importancia patrimonial de recuperar piezas expoliadas.

La primera unidad, Aratis y la celtiberia, profundiza en el estudio del dominio celtibérico y la relevancia de los valores asociados a los conflictos bélicos en esta sociedad.

La guerra en celtiberia, la segunda unidad expositiva, aborda la influencia que estos enfrentamientos tuvieron en el arte y en la cultura.  Además de la consideración de las armas como objetos destinados a la protección, también ofrecen la  contextualización como elementos de prestigio y parte de la cultura, sin olvidar el papel de su valor simbólico al haber sido encontradas en espacios rituales.

Los cascos celtibéricos fabricados en bronce destacan como un componente fundamental y simbólico dentro de las armas de guerra. Se caracterizan por sus elementos decorativos; los siete cascos de tipología hispano-calcídica expuestos en esta muestra están decorados con ‘alas’ que representan las propias de las aves que formaron parte del paisaje mítico y del entorno cotidiano del momento.

Detalle de la sala. Museo Arqueológico Nacional. Fotografía: Irene Juanes Gil.
Sala de exposición. Museo Arqueológico Nacional. Fotografía: Irene Juanes Gil.

Dentro de la cultura celtibérica, las ‘alas’ tenían múltiples significados, siendo asociadas a ideas de poder, prestigio y espiritualidad. Los guerreros caídos en batalla ascendían al más allá después de ser devorados por los buitres y así tenían un fin honorable.

La tercera y última sección de la exposición gira en torno a la recuperación de estos siete cascos que fueron expoliados en el yacimiento del Cerro de Castejón, en Aranda de Moncayo (Zaragoza), y vendidos en el extranjero por dos vecinos entre los años 80 y 90.

Esta historia de pérdida patrimonial y esfuerzo conjunto fue una compleja operación judicial y policial en la que se lograron recuperar más de 9.000 piezas celtibéricas y de otras culturas.

Vaso de los guerreros de Numancia. Museo Numantino. Archivo fotográfico.

La restitución física de estas piezas incluyó un estudio exhaustivo y permitió comprender mejor su valor dentro de la cultura ibérica.

Gracias a la colaboración de instituciones públicas y de la sociedad civil esta muestra recupera y comparte una parte esencial de la historia celtibérica, y traslada al visitante al mundo bélico de la Edad del Hierro.  Mencía López Guadalix. 

Tésera de hospitalidad. Museo Arqueológico Nacional. Fotografía: Ariadna González Uribe.