Ángela Jiménez Durán en la galería Picnic: Válvulas y cascarones
La artista ha inaugurado la exposición Entre dos luces –para la que ha realizado varias piezas in situ– que podrá visitarse en el espacio expositivo madrileño hasta el 27 de diciembre.
La propuesta expositiva más reciente de la galería Picnic viene de la mano de la artista Ángela Jiménez Durán. Comisariada por Chloé Bonnie More, Entre dos luces se compone de cuatro obras que forman parte de una serie titulada Valva. La palabra hace referencia tanto a las dos conchas de algunos moluscos –bivalvos– como al juego de palabras con el término en inglés valve, que quiere decir válvula.
Gracias a esta variedad de significados, la creadora toma como punto de referencia el mundo natural –sus formas recuerdan desde estructuras musculares a formaciones geológicas– para hacer una reflexión basada en la dicotomía entre lo interior y lo exterior, lo oculto y lo visible. Su interés gira entorno al cuerpo y la tensión que se genera entre las estructuras que están diseñadas para entrar en contacto con lo que las rodea y las que no.
Las esculturas son una manifestación de esta diferencia. El proceso creativo de Jiménez Durán comienza con un armazón de escayola, una base sobre la que construir un entramado posterior que no podría sostenerse por sí mismo.
Esa capa exterior se compone íntegramente de cera fundida. Esta es aplicada a mano, caliente, vertiéndola cuidadosamente y dejando que adopte la forma que impone la materia prima.
Es en ese «uso de materiales cotidianos, como el papel, el yeso y la cera, cuyo color cambia con la temperatura, [donde] está en el corazón de la intención del trabajo de Ángela. Se trata de dejar hablar a la materia, manteniéndose en suspense», tal y como explica More en su texto.
Inspirada por Doris Salcedo y Ana Mendieta, la creadora madrileña se apoya en lo más vulnerable «para encontrarse con lo colosal». Y también con cierto afán de interacción con el espacio en el que expone, dos piezas pequeñas y la de mayores dimensiones no solo han sido concebidas para la galería Picnic, sino que se terminaron allí.
Fue un laborioso procedimiento, que comenzó en agosto en un espacio temporal en el barrio de Carabanchel. «Ángela tuvo que viajar mientras tanto, porque reside en París, donde tiene estudio en la residencia artística POUSH», comenta Antonio Lozano, director de Picnic.
Una semana antes de la inauguración, se trasladó Valva V a la sala de la Ronda de Toledo, para lo cual hubo que dividirla en dos. «La separamos a la mitad, verticalmente, y todas las capas de cera, las que la reconstruyeron, se aplicaron aquí. Así se acabó la obra».
No obstante, la pieza no quedó sellada completamente, sino que a través de una oquedad se puede contemplar su interior, iluminado y acompañado de una instalación sonora.
Entre dos luces, que es la segunda exposición de Jiménez Durán en esta galería –la muestra Sala de aguas se inauguró hace dos años–, se podrá visitar hasta el 27 de diciembre. A nivel internacional, la artista también está preparando exposiciones en Alemania, Los Ángeles, Santiago de Chile y París.