Patricia Manzano, nueva conservadora del Meadows Museum

Patricia Manzano, nueva conservadora del Meadows Museum

La académica española, especialista en pintura del siglo XVII, sustituye en el cargo a Amanda W. Dotseth, actual directora del museo texano (que por cierto acaba de adquirir un par de obras de Josefa de Ayala y María Josefa Sánchez).

Patricia Manzano Rodríguez, nueva conservadora del Meadows Museum de Dallas.

Ya tenemos el nombre de la nueva conservadora del Meadows Museum: Patricia Manzano Rodríguez, quien hasta ahora era comisaria adjunta Mellon de la institución. El museo apuesta así por la académica española, vinculada al museo texano desde el año pasado.

Manzano Rodríguez se graduó en la Universidad Autónoma de Madrid y es doctora en Arte y Arquitectura por la Facultad de Lenguas y Culturas Modernas de la Universidad de Durham (Reino Unido). Ha dedicado su tesis a la figura de Juan Bautista Martínez del Mazo, formando el catlogo más completo del artista realizado hasta la fecha. Desde entonces, ha centrado sus investigaciones en la pintura española del siglo XVII, especialmente Velázquez y su taller.

Aunque también se ha interesado por las tendencias actuales. Antes de saltar a Estados Unidos, la historiadora realizó un máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en la Universidad Complutense de Madrid.

“Es un honor para mí incorporarme al museo como nueva conservadora. La dedicación del Meadows al estudio y la celebración del arte español es extraordinaria, y me entusiasma contribuir a su continuo crecimiento”, confesó la propia Manzano nada más saberse la noticia.

También Amanda W. Dotseth, directora del Meadows Museum y catedrática del centenario en la Facultad de Artes del Meadows se mostró satisfecha cuando anunció el nombramiento hace tan solo unos días. “Estamos deseando verla desarrollar su labor de investigación sobre la colección permanente y las adquisiciones del Meadows, organizar exposiciones y establecer colaboraciones con colegas e instituciones de los Estados Unidos, España y otros países”.

Josefa de Ayala. Naturaleza muerta. Hacia 1680. Óleo sobre lienzo. Museo Meadows, SMU, Dallas. Adquisición del museo con fondos de la Fundación Meadows MM.2023.03. Fotografía: Robert LaPrelle.

DOS NUEVAS ADQUISICIONES, AMBAS DE MUJERES. Patricia Manzano Rodríguez tendrá tiempo de implicarse en las adquisiciones del Meadows con el nuevo curso, ya que tomará posesión del cargo el 1 de septiembre.

De momento, el museo acaba de anunciar dos nuevas incorporaciones a su colección permanente, ambas realizadas por mujeres del Barroco (síntoma de que la recuperación de autoras femeninas sigue avanzando). La primera es Josefa de Ayala o de Óbidos (hacia 1630-1684), una de las pocas pintoras independientes de su época y extrañamente bien documentada.

Nacida en el seno de una familia de artistas, resultó fundamental su formación junto a su padre, el portugués Baltazar Gomes Figueira, y la libertad de la que gozó para desarrollar su pintura. A los 29 años y soltera, obtuvo la condición de “donzela emancipada”, lo que le permitió vivir y trabajar a su antojo.

Se calcula que produjo unas 150 obras en toda su vida, una de las cuales acaba de recalar en el Meadows Museum de Dallas. Se trata de un bodegón con frutas y verduras pintado hacia 1680 donde Ayala hace gala de su destreza a la hora de concebir composiciones complejas. Los elementos representados, descansan sobre una repisa oscura, un recurso muy habitual entre pintores de bodegones como Sánchez Cotán o Van der Hamen. Además, la artista incluye pequeños insectos en la escena, aportando así su peculiar toque de dinamismo.

La segunda autora que se incorpora a la colección permanente del Meadows es María Josefa Sánchez (activa entre 1639 y 1652, probablemente en Castilla), especializada en cruces de celda, objetos populares para el culto privado. Aunque la temática de sus obras hace pensar que la artista pudo ser monja o novicia, el hecho de que firmase con la palabra “doña” sugiere que podría tratarse de una mujer de la nobleza.

En su caso, apenas se tiene documentación sobre su vida, pero la existencia de obras suyas firmadas indica cierto nivel de reconocimiento (aunque no tanto como Clemente Sánchez, con quien se la emparenta). Hoy en día se conservan una decena de cruces firmadas por la autora, si bien en los últimos años se le han atribuido varias obras sin firmar.

La Cruz de celda (hacia la década de 1640) muestra un Cristo crucificado que mira hacia arriba, con las extremidades algo alargadas y unos rasgos que evocan el estilo manierista. A ambos lados de Jesús aparecen san Francisco de Asís y san Antonio de Padua, mientras que a los pies descansa una Virgen del Apocalipsis.

Ambas pinturas, que se han comprado gracias a los fondos de la Fundación Meadows, son las más antiguas de la colección y podrán verse en sala a partir del próximo otoño.

María Josefa Sánchez. Cruz de la celda. Hacia 1640. Óleo sobre tabla. Museo Meadows, SMU, Dallas. Adquisición del museo con fondos de la Fundación Meadows . MM.2024.09. Fotografía cortesía de la Galería Gonzalo Eguiguren.