Figuración y modernidad en el Carmen Thyssen Málaga
Una nueva exposición temporal, Modernidad latente. Vanguardistas y renovadores en la figuración española (1920-1970). Colección Telefónica, abrió sus puertas en el Museo Carmen Thyssen Málaga el sábado 16 de marzo. En ella se reivindica el papel de la figuración como una vía de modernidad resiliente y duradera tras la Guerra Civil, en un contexto marcado por la dictadura y la interrupción de las promesas de vanguardia de los años veinte y treinta.
La exposición, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Unicaja, estará abierta hasta el 8 de septiembre en las salas temporales del Museo Carmen Thyssen Málaga. Ha sido posible gracias a la colaboración de la Colección de Arte de Telefónica, que ha sido muy generosa en el préstamo de numerosas obras, pero también a las obras procedentes de museos como el Reina Sofía, Arte Contemporáneo de Madrid, Patio Herreriano, Casa Natal de Picasso de Málaga y Fundación Unicaja Joaquín Peinado, así como de las colecciones Carmen Thyssen, BBVA, Banco de España, Zorrilla Lequerica, Fundación Santander y Fundación Mapfre.
En la inauguración del pasado viernes estuvieron presentes el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la presidenta de la Fundación Palacio de Villalón, Carmen Thyssen-Bornemisza; el presidente de la Fundación Bancaria Unicaja, José M. Domínguez; el director general de la Fundación Telefónica, Luis Prendes, y la directora artística y el gerente del Museo Carmen Thyssen, Lourdes Moreno y Javier Ferrer, respectivamente.
Tanto las piezas que proceden de la Colección Telefónica como la del resto de entidades públicas y privadas que conforman este corpus artístico son un claro ejemplo de la relevancia del arte figurativo español desde la década de los años veinte hasta la década de los setenta del siglo pasado.
Como destacó Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, la exposición “sigue incidiendo en las nuevas lecturas de los movimientos de vanguardia españoles del siglo XX que el Museo viene trabajando desde hace varios años». Y añadió que este tipo de muestras «complementan el recorrido de nuestra Colección permanente, ofreciendo así un variado y completo panorama de la heterogeneidad de las artes plásticas españolas en la época moderna”.
En Modernidad latente encontramos obras muy destacadas de artistas como Juan Gris, Picasso, María Blanchard, Daniel Vázquez Díaz, Francisco Bores, Óscar Domínguez, Benjamín Palencia, Godofredo Ortega Muñoz, Juan Manuel Díaz-Caneja, Delhy Tejero, Carmen Laffón, Menchu Gal, Manuel Ángeles Ortiz o Antonio López, entre otros.
Todos ellos trabajaron la figuración, tanto en el período de entreguerras como posteriormente tras la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, y lo hicieron en España o fuera con París como epicentro. La muestra se estructura en dos grandes secciones.
En Promesas de vanguardia (1920-1940) se ofrece un compendio del panorama figurativo español anterior al estallido de la guerra y en ella se concentran tendencias como el cubismo, la figuración lírica o los nuevos realismos, que enlazan con dos proyectos expositivos que tuvieron lugar en el Museo Carmen Thyssen: el primero fue Juan Gris, María Blanchard y los cubismos, en 2017, que revisaba la segunda vida del cubismo en manos de estos artistas y de los principales representantes del arte nuevo entre los años 10 y 20.
El segundo titulado Real(ismos (2022), se centró en las nuevas figuraciones de los años veinte y treinta como muestra de la primera apuesta verdaderamente decidida por la vanguardia en España.
Además de composiciones destacadas de Gris y Blanchard, en esta sala podemos admirar obras de Joaquín Peinado, Francisco Bores, Pancho Cossío o Vázquez Díaz, entre otros. En definitiva, esta primera sección reúne a una serie de artistas españoles que comenzaron a explorar espacios para la ruptura de la tradición decimonónica, algunos desde París y otros desde España, en la estela del cubismo y otras formas renovadoras de figuración.
En la segunda parte, El arte pese a todo (1940-1970) se reafirma el papel que la figuración tuvo como espacio de resistencia de una modernidad que se estuvo manteniendo en estado latente en un panorama -sobre todo en plena posguerra y posterior autarquía-muy poco propicio para las novedades artísticas y desconectado de las inquietudes que se desarrollaban en el resto de Europa.
Aunque dentro de la figuración, supo alejarse del realismo tradicional y académico, este tipo de pintura trazó una línea de continuidad con el escenario prebélico, tanto entre quienes estaban expatriados en París ya desde antes de la guerra o los exiliados que llegaron desde el 39, como entre quienes se quedaron en el país y tuvieron que convivir con las restricciones y carencias del período. La exposición recoge ese hilo argumental de lo que se hacía aquí y allí desde los años cuarenta hasta los setenta. Un momento en el que la figuración supo convivir con otras vanguardias más potentes de ese período como el informalismo o el expresionismo abstracto norteamericano, que tanto influyó en algunos artistas españoles en esas décadas.
En ese contexto, despuntaron artistas que ejercerán cierta libertad creativa en géneros tradicionales, como el paisaje o la naturaleza muerta, temas despojados, a priori, de contenido político. Son los casos de Nicanor Zabaleta, Díaz-Caneja, Menchu Gal, Antonio López o Carmen Laffón en España, y de Manuel Ángeles Ortiz o Luis Fernández en París, ciudad donde nacieron las propuestas más avanzadas de la mano de Picasso, Francisco Bores y Óscar Domínguez.
Con motivo de esta muestra y como aportación científica se ha editado un catálogo que incluye, además de la reproducción de todas las obras expuestas, un exhaustivo ensayo a cargo de Jaime Brihuega, profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los más reputados especialistas en el arte de las vanguardias históricas españolas.