Salvo, Starn… y Uslé, en Fernando Durán
Fiel a su cita post Navidad, la sala ofrece una única licitación el 27, de contemporáneo
(Si quiere ver los resultados de la subasta, pulse aquí)
Los entresijos de las salas de subastas son todo un mundo. Y Fernando Durán, ya desde cuando la lideraba el experimentado Fernando -el hermano de Santiago, que llevaba Durán-, dio repetidas muestras de ser… distinta. Lo cual no ha dejado de hacerse palpable cada cierto tiempo, también cuando sus hijos tomaron el relevo.
Más allá de ello, lo que interesa es qué piezas interesantes ofrece esta vez y por qué. En el apartado internacional, me parece que debemos mencionar, sin duda, las dos piezas que se ofrecen del italiano Salvatore Mangione (1947-2015), más conocido como Salvo. Tras conocer de cerca a la vanguardia de los Boetti, Merz, Penone, Pistoletto, Achille Bonito Oliva, y algunos otros, se siente atraído por los conceptuales Kosuth, Barry y LeWitt… Su trabajo posterior tendrá algo de ellos, pero siempre distinto, un ‘verso suelto’, diríamos simplificando mucho. Su reivindicación de la pintura en aquellos tiempos, en una línea casi metafísica, de corte chirichiano si podemos emplear este término, con citas clásicas y préstamos evidentes, siempre va más allá. Un postmoderno en toda regla, que participó en la Documenta 5 de Kassel y en la Bienal de Venecia de 1984.
Pues bien, de su mano se ofrece un cartón titulado Primavera. Tramonto, 1985 (óleo sobre cartón, 30 x 23 cm; lote 34), expuesta en la galería Chisel, de Génova, en 1986, y en 1989 en la galería Temple de Valencia, donde se debió comprar. Y un lienzo de reducidas dimensiones también, pero más trabajado y atractivo, titulado Paisaje, 1992 (O/L, 30 x 24 cm; 36), expuesto en la galería Leyendecker, de Santa Cruz de Tenerife, las dos que le expusieron en nuestro país. Su salida, apenas 12.000 y 20.000 euros, lo que es una invitación a un cierto sueño.
Recordemos, en este sentido, que en junio pasado (ver), Durán ofreció Una sera, c. 1989 (O/L, 51 x 61 cm; 262), que partió de 3.000 euros y se adjudicó por 37.500 euros, el mismo remate que alcanzó Pontremoli, 1993 (O/L, 50 x 60 cm; 260), desde unos 3.000 escasos, y Templo frente al mar, 1989 (O/L, 39,5 x 30 cm; 263), que subió de 1.500 a 30.000, y Aprile (O/T, 23,5 x 32 cm; 261), de 1.000 a 11.000 euros…
Ya que estamos en el mercado internacional, mencionemos la pieza de los hermanos Mike y Dough Starn, en esa transgresión característica de los límites que suelen tener sus propuestas… De su mano, Structure of thought #5, 2001 (fotografía, impresión de inyección de tinta MIS Lysonic sobre papel de seda Gampi y morera tailandesa con cera, encáustica y barniz, AP2 de una edición de 3 ejemplares, con montaje hecho por los propios artistas, 152 x 182 cm, 208 x 178 x 5 cm con marco; lote 61). Su precio de inicio, 24.000 euros, que recuerdan los 25.000 euros en que se adjudicó en Alcalá en mayo de 2016 una muy similar, titulada Structure of thought #19, 2001-2007 (2/3, 152 x 182 cm; ver). Y un guiño que quizá interese a los venezolanos que están por aquí: Paisaje (O/L, 67,5 x 85 cm; 18B), de Emilio Boggio, pero por el que se piden ya 18.000 euros. Veremos.
En lo nacional, dos apuntes gallegos, Juan Uslé y Carmen Laffón. Me sorprende, la verdad, la salida por 85.000 euros del Bodegón surrealista con caracolas (O/T, 65 x 59 cm; 24), del conocido y hasta cierto punto valorado Urbano Lugrís González. Y ojalá sea mi ignorancia la que no ve más allá y el mercado demuestre que no es un simple brindis al sol. La propia sala ha vendido varios de su mano en los últimos tiempos, a un precio muy inferior: un relativamente clásico Marina con buque, 1947 (O/L, 37 x 48 cm) en abril de 2010, se adjudicó por 5.500 euros, la salida; y en febrero de 2008, Ensoñación, c. 1947 (O/L, 40 x 50,5 cm) llegó a los 6.500 euros, a bastante distancia de los 15.016 euros en octubre de 1999 por un sugerente Marinero en botella, 1969 (O/T, 48,5 x 29 cm). Del otro gallego, Luis Seoane, se ofrece un interesante aunque tardío ya Figuras, 1974 (O/L, 118 x 78 cm; 50), por unos más ajustados 25.000 euros.
Para terminar, la pieza de Juan Uslé, Jugando a los barcos, 2012 (Tm/L, 199 x 112,5 cm; 43), tiene aciertos evidentes y claras repeticiones, pero el balance me parece especialmente positivo si tenemos en cuenta el tamaño, el precio, 18.000 euros, y la precedencia, de la Frith Street Gallery, de Londres. Y, si yo ganara más dinero escribiendo, me compraría uno de los maravillosos y poéticos bodegones, piezas únicas, de Carmen Laffón, regalos de la artista a Enrique Gómez-Acebo, galerista de EGAM, Madrid: Bodegón para mesa en el estudio, 1995 (escultura original en yeso y bronce formada por 4 piezas: 5 en yeso, 4 en bronce (11,5 x 9,5 cm bote, 13 x 10 x 6 cm jarrita, 10 x 6 x 3,5 cm frasco, 5,5 x 8 cm cuenco; 10) y Bodegón del perfumador, 1995 (en yeso y bronce, 4 piezas, 18,5 x 9 cm bote con pinceles, 14,3 x 9 x 8 cm jarrita, 10 x 6 x 3,5 cm frasco, 5 x 8 cm cuenco; 12), por apenas 1.500 euros cada uno. Pero Laffón sigue siendo una incomprendida hoy día. Una pena. Pero ya vendrá su momento; llegará, y ya falta menos. Feliz Navidad. Daniel Díaz @Invertirenarte