Ulla von Brandenburg convierte el Palacio de Velázquez en un teatro
La artista alemana inaugura su primera muestra en solitario en España de la mano del Museo Reina Sofía. En ella combina una instalación site specific con otros elementos como películas, grandes objetos ocultos tras coloridos telones e incluso una performance en la que ella misma participa.
Entre el 1 de diciembre y el 10 de marzo de 2024, el Palacio de Velázquez se convierte en una suerte de teatro gracias a Ulla von Brandenburg y su muestra Espacios de una secuencia. En su interior, el público formará parte del proyecto, apareciendo y desapareciendo tras los diversos telones de colores, contemplando las películas rodadas por la artista y encontrándose con algunos de los objetos que completan la exposición.
El pasado 30 de noviembre tuvo lugar una performance en la que participó la propia Von Brandenburg –lo cual, según ella misma explica, es toda una novedad dentro de su trabajo–, luciendo un atuendo circense y actuando junto a otros tres performers.
La artista alemana, que cuenta con formación de escenógrafa, articula toda su creación en torno a ese eje, jugando con los conceptos de realidad y ficción, que entremezcla hasta que llegan a confundirse. Ha creado específicamente para el Palacio de Velázquez –aunque hasta hace año y medio lo había pensado para el Palacio de Cristal– una serie de obras que funcionan como inmensos telones de tonos brillantes dispuestos en distintas áreas de la estancia. Al no haber un recorrido fijo, el espectador puede atravesarlos, penetrar en su interior y emerger después convertido en actor o protagonista.
De este modo, von Brandenburg une teatro y artes plásticas, dos disciplinas que comenzaron a convivir en la década de los 60. Aunque en nuestro país hubo que esperar para ver esta simbiosis en su máximo apogeo, tal y como ha comentado Manuel Segade en la rueda de prensa, donde ha explicado que hubo críticos que en su momento auguraron «el final del arte».
Además de inspirarse en el arte dramático, la autora ha utilizado diferentes y llamativas tonalidades en cada una de sus obras, siguiendo la teoría del color de autores como Goethe. Busca que el significado de cada uno influya en el visitante, que entre en contacto con su propia personalidad y lo convierta en un sujeto activo dentro de la obra.
La ventaja de que la muestra se haya celebrado finalmente en el Palacio de Velázquez y no en el de Cristal es que la luz permite proyectar algunas de sus películas. Todas las que se exponen en Espacios de una secuencia han sido rodadas mediante cinta de 16mm, lo cual condiciona la duración y hace que casi todo suceda en una sola secuencia. En ellas se explora la experiencia teatral. El hecho de que estén rodadas en blanco y negro contrasta con los cortinajes de colores chillones que inundan el resto del espacio.
Todas estas cintas ahondan las distintas facetas de la dramaturgia. Un ejemplo de ello es Teatro de sombras, en la que tres actores reflexionan con sus propias siluetas y con varias marionetas sobre la profesión de actor. Asimismo, también se profundiza en las influencias de Von Brandenburg, por ejemplo la Bauhaus, y en especial Oskar Schlemmer. Sofía Guardiola