El picasso de la colección Landau, a la venta por 120 millones de dólares
Sotheby’s anunció ayer la venta de una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes del mundo, la reunida por Emily Fisher Landau. Su propietaria, fallecida el pasado 27 de marzo a los 102 años, aglutinó a partir de finales de la década de 1960 una ingente cantidad de obras de arte de los creadores más destacados del siglo XX y principios del XXI. La casa de subastas ofrecerá en la Gran Manzana algunas de sus piezas más relevantes los próximos 8 y 9 de noviembre. Femme à la montre de Pablo Picasso se postula como la obra que más ceros sumará en la venta para intentar superar el último récord del malagueño en 2015.
‘Un picasso de 120 millones de dólares’. En puridad este parece ser el titular más idóneo para calificar la venta con la que la casa de subastas anunciaba ayer a bombo y platillo su gran apuesta para finales de año: la venta de la colección de Emily Fischer Landau (1921-2023). Pero es que además, Sotheby’s ha sido la gran beneficiada en la pugna, frente a su competidora Christie’s, por hacerse con ella y con la que pretende recaudar un montante superior a los 400 millones de dólares en los que está valorada. La venta se celebrará los próximos 8 y 9 de noviembre en Nueva York.
La obra que se postula para sumar más ceros es Femme à la montre de Pablo Picasso. Fue pintada en agosto de 1932 y retrata a Marie-Thérèse Walter. Fue adquirida por Landau en 1968 en los primeros años de su faceta como coleccionista, hecho que añade aún más valor al cuadro. Su precio de venta se ha estimado en 120 millones de dólares –el más alto con diferencia de los lotes– y cabe esperar que supere los 180 millones de dólares con los que se remató en Christie’s Nueva York en 2015 Femmes d’Alger. De suceder, se convertiría en el picasso más caro vendido hasta la fecha.
Otras obras notables de la colección que se ponen a la venta incluyen un importante Mark Rothko de 1958, dos Edward Ruscha –Landau tenía la mayor colección de este artista, al que visitaba con frecuencia en su estudio–, una de las cuatro Flags (Banderas) de Jasper Johns y uno de los últimos autorretratos de Andy Warhol (de hecho, lo finalizó pocos meses antes de su muerte en 1987).
Emily Fischer Landau adquirió durante más de tres décadas –de los años 60 a los 80– una ingente cantidad de obras de los artistas contemporáneos más renombrados: Desde Pablo Picasso, Piet Mondrian y Fernand Léger hasta Ed Ruscha y Jasper Johns, junto con Mark Tansey y Glenn Ligon. A través de ellos reunió en torno a sí buena parte de los mayores logros del arte del siglo XX. También patrocinó a figuras emergentes de nuestro siglo como Glenn Ligon y Mark Tansey.
Además, entre 1991 y 2017 abrió al público parte de su colección en el Fisher Landau Center for Art, una antigua fábrica reutilizada en Long Island (Nueva York). En 2010 prometió casi 400 obras, por entonces valoradas entre 50 y 75 millones de dólares, para el Whitney Museum of American Art, del que fue miembro del comité de adquisiciones durante años. No hay que pasar por alto que Sotheby’s adquirió en junio de este mismo año la sede histórica de esta institución, el edificio Breuer, cuyo cuarto piso lleva precisamente el nombre de la coleccionista. En él estuvieron expuestas algunas de las pinturas que ahora se subastan en una muestra que llevó por título Legacy: The Emily Fisher Landau Collection (2010).
El anuncio de la próxima subasta de Sotheby’s a principios de noviembre promete sumar ceros y hacer luz de gas a su gran competidora, Christie’s. Pero a pesar de ello, no parece que vaya a superar los 1,5 millones de dólares que consiguió la última con la venta de la colección Paul Allen a finales del año pasado. Estaremos atentos a lo que sucede.