Alberto Ros: «El colodión húmedo es un proceso tan imperfecto como el ser humano, por eso es ideal para retratar»
Alberto Ros nació en una familia de tradición fotográfica. Abrazando su herencia, se ha convertido en un artista que, utilizando procesos del siglo XIX e investigando con distintos soportes, crea unas imágenes de fuerte carácter autobiográfico en las que suele retratar a personas a las que quiere. El método que utiliza se caracteriza por aportar un único original y fue una de las primeras técnicas que dotó a la fotografía de la inmediatez por la que hoy se caracteriza.
Junto a Jesús Limárquez y Ángel Marcos forma parte de Carabanchería, un estudio de creación muy ligado a la investigación de técnicas históricas, en las que destacan el colodión, el carbón transportado o el marrón Vandyck.
Sus obras se encuentran en colecciones como la Squama en Bruselas, ABC en Madrid o Los Bragales en Santander. Actualmente participa en Dimlight, una muestra colectiva de la galería Blanca Berlín que ofrece una evocadora y nostálgica mirada al pasado. En ella, el artista ha incluido obras de su serie El sitio en donde arde.
APENAS VEMOS FOTOGRAFÍAS MÁS ALLÁ DE NUESTRO SMARTPHONE. EN ESE ASPECTO, SÍ SIENTO NOSTALGIA«
- El tema principal de la exposición es el viaje al ayer. ¿Cómo lo ha plasmado en sus imágenes?
*Quizá el viaje hacia el pasado de esta serie está más relacionado con la técnica que con el motivo. Están realizadas en una cámara obscura y con proceso del siglo XIX que revolucionó el campo de la fotografía: el colodión húmedo. En cuanto a las obras aquí presentes son atemporales. Se trata de escenas relacionadas con nuestras emociones, no importa tanto el tiempo, sino el cómo y el dónde.
- ¿Diría que ese evocar el pasado es parte habitual de su trabajo?
*Hoy la fotografía ha perdido su carácter de archivo y se ha convertido en una forma de comunicarnos. En Instagram se publican cientos de millones de fotografías cada día, la mayoría con la simple intención de comunicar dónde estás, con quien has quedado o lo guapo que eres. Yo creo en la fotografía como médium, en la belleza del soporte y en su simbiosis con la imagen. Apenas vemos fotografías más allá de la pantalla de nuestro smartphone. En ese aspecto, sí siento nostalgia.
- Todas las obras expuestas en Blanca Berlín son retratos. ¿Cómo trabaja con el modelo habitualmente?
*Casi siempre trabajo con amigos, gente que conozco y a la que quiero. Las sesiones de colodión son duras pero apasionantes, tanto para el retratado como para mí.
- ¿Y qué le aportan los rostros que no le den, por ejemplo, las fotografías de paisaje?
*Un retrato no es una simple cuestión de fisionomía. Es la visión de un ser humano, tanto en su parte física como psicológica. Por eso tiene que ir más allá, debe impregnarse de la personalidad del retratado. Esta serie trata de emociones, de procesos por los cuales somos capaces de pasar del amor al odio en un chasquido. El título, El sitio en donde arde, hace referencia a una cama, que es el vehículo que he utilizado para llevar al espectador a descubrir esas emociones.
- ¿Cómo descubrió el colodión húmedo?
*Investigando sobre los primeros retratos fotográficos del siglo XIX. Me llamó la atención el hecho de la inmediatez en aquel momento. Una persona se hacía una foto y podía llevarse su copia en pocos minutos. En este caso el proceso ha de realizarse mientras la placa está todavía húmeda: desde la toma al revelado y el fijado. Implicaba, por tanto, llevarte el laboratorio a cuestas si querías salir del estudio. Por eso los fotógrafos de las ferias siempre iban en carreta, para poder tener su cuarto oscuro. Ahora tengo en mente sustituir ese carro por una furgoneta, La Colodioneta, uno de mis futuros proyectos.
*¿Por qué le gusta tanto esa técnica?
*Porque el colodión húmedo es un proceso tan imperfecto como el ser humano, por eso es ideal para retratar. Es cruel y bello, no admite retoques, ni filtros, ni siquiera refleja fielmente la realidad ya que su espectro de luz es tan corto que acentúa detalles que tu ojo es incapaz de ver. Sin embargo es verdadero, profundo e hipnótico. Lo llamaban la fotografía del alma. También me supone un reto muy grande ya que trabajo con formatos enormes. Una placa de 120 x 80cm como las que ves en Dimlight tiene una gran complejidad.
- También juega con los soportes, ¿cómo los elige?
*Me gusta investigar en el campo de la fotografía expandida, forma parte de ese amor por la fotografía como médium. Cada serie tiene su soporte adecuado, creo que llegar a él forma parte del proceso creativo.
- Una de las características del colodión es que todas las imágenes que se producen son únicas, ¿afecta esto a sus obras o a su forma de pensarlas?
*En lo único que me afecta es en la manera de hacerlas. El proceso es muy caro, los productos químicos que necesitamos los hacemos nosotros a partir de recetas del siglo XIX. Suelo hacer un máximo de dos disparos, si al tercero no obtengo el resultado esperado, la abandono. En muchos casos puede ser muy frustrante pero cuando tienes un buen resultado, compensa todos los esfuerzos. Sofía Guardiola