Un nuevo zurbarán para el Prado
En las últimas semanas de 2022 hemos conocido numerosas adquisiciones por parte del Estado. Además de estas, algunos museos han tirado de fondos propios para ampliar sus colecciones. Tras el dibujo de Alonso Berruguete, ahora ponemos en conocimiento otra de las últimas compras del Museo del Prado, que se ha hecho con un San Francisco de Paula de Francisco de Zurbarán, un artista bien representado en su colección. Procede de una colección particular canaria y el museo ha pagado por él 500.000 euros.
El cuadro en cuestión representa al fundador de la Orden de los Mínimos. Se trata de una pintura firmada y fechada en la zona inferior derecha: Franco de/Zur baran/1659 y está pendiente de ser restaurado. Con esta necesaria intervención recuperará la evidente calidad que posee el lienzo. Fue dado a conocer por Juan Miguel Serrera y figura en el volumen de Odile Delenda. Zurbarán: catálogo razonado y crítico. Madrid: Fundación Arte Hispánico, 2009, pp. 726-727, nº cat. 268.
Según indica la historiadora, a principios del siglo XX se encontraba en Jerez de la Frontera en la colección de los duques de San Lorenzo de Valhermoso. Posteriormente apareció en el mercado artístico madrileño, donde lo adquirieron los que han sido hasta la fecha sus actuales propietarios, unos coleccionistas canarios. El pasado año se solicitó el permiso de exportación de la pintura al Ministerio de Cultura para venderse en el extranjero y fue entonces cuando el museo ejerció el derecho de compra que ha permitido su adquisición. Según indica Delenda, ha sido considerado, entre otras cuestiones por sus evidentes similitudes en el tratamiento y la composición del paisaje, como posible pareja del San Francisco en oración que perteneció a Plácido Arango y que fue donado al Prado en 1995, de ahí el interés del museo por hacerse con él.
Entre 1658 y 1662 Zurbarán realizó una serie de cuadros de santos que firmó y fechó, seguramente por ser encargos particulares o «con un carácter religioso menos estricto», como se definen a estas pinturas en el catálogo de la exposición que el museo dedicó al extremeño en 1988. Así ocurre con esta pintura y con el que podría ser su compañero, San Francisco en oración, firmado también en el ángulo inferior derecho sobre un papel: Franco de Zur baran/1659.
A pesar de que ambos coinciden en dimensiones (el cuadro del Prado mide 126 x 97,1 cm y el que nos ocupa 123,8 x 97 cm), cronología y en un mismo tratamiento muy amplio del paisaje, cabe preguntarse si realmente fueron concebidos desde su origen como pareja o si en algún momento coincidieron en una misma colección. La tela madrileña está documentada en 1905 en posesión de Aureliano de Beruete y el San Francisco de Paula se encontraba por esos mismos años en Jerez de la Frontera. Anteriormente desconocemos la procedencia de ambas, pero es posible que, si alguna vez estuvieron juntos, fueron separados en fechas tempranas.
Iconográficamente hablando, ambos santos comparten un mismo origen. Si el de Asís fundó la orden que lleva su nombre en el siglo XIII, San Francisco de Paula, vinculado también a los franciscanos, acabó fundando a mediados del siglo XV la de los Eremitas de san Francisco de Asís, que pronto pasó a denominarse Orden Mínima (o de los Mínimos). En Sevilla alcanzó una gran devoción, como demuestran las pinturas del propio Zurbarán y también las de Murillo o Valdés Leal. En la capital andaluza estuvieron el desaparecido Convento de Nuestra Señora de la Victoria y el Colegio de San Francisco de Paula. También en Jerez hubo desde el siglo XVI un convento bajo su advocación.