Un retrato femenino de Moroni para la Frick Collection
Se trata de la incorporación más importante de una pintura renacentista que el museo neoyorquino recibe en más de medio siglo y de la primera efigie de una mujer del siglo XVI con la que cuenta entre sus fondos.
Giovanni Battista Moroni (1520/1524-1578) pintó sus primeros retratos conocidos en la época que pasó en Trento, durante la segunda mitad de la década de 1540. En aquel momento, se celebraba en dicha ciudad el concilio que daría lugar a la Contrarreforma y, como consecuencia, a nuevos modos de representar la devoción católica en el arte, priorizando la claridad expositiva del mensaje. Por ello, destacan en la obra del italiano los conocidos como ‘retratos devocionales’, en los que el comitente es pintado junto al misterio por el que siente especial inclinación.
Sin embargo, el retrato femenino de Moroni que se incorpora ahora a la colección de pintura renacentista de la Frick Collection se sale de este patrón. Se trata de la representación de una mujer desconocida y tampoco se sabe el motivo por el que Moroni la pintó. No obstante, se hace evidente que el cuadro no es típico para la época, en la que solía representarse a los personajes femeninos con un aire de austeridad y modestia. Por el contrario, en este caso la retratada muestra una mirada de atrevimiento o confrontación hacia el espectador, algo que recuerda a los retratos de las cortesanas venecianas de Tintoretto.
Otro de los aspectos más destacados del cuadro y que es característico del trabajo de Moroni es el cuidado con el que el artista plasma las texturas y trabaja los detalles de la indumentaria y las joyas que portan sus modelos. En este caso, la dama luce un vestido rosa con brocados, realizados con hilos dorados y plateados, una gorguera en el cuello tratada con todo lujo de detalles y piezas de fina joyería, que incluyen no solo collar y pendientes, sino también adornos en el pelo.
En total, se conocen unos 125 retratos del autor, de los cuales solo 15 son obras individualizadas de mujeres, como los que conservan el Rijksmuseum, el Musée des Beaux-Arts de Nantes o la Galleria dell’ Accademia Carrara de Bérgamo. A ellos se suma desde hoy el que es objeto de este texto y que viene a enriquecer la colección de pintura renacentista de la Frick. En ella ya se encontraban efigies de maestros como Tiziano y Bronzino, cuyas obras compró el fundador de la pinacoteca, Henry Clay Frick, hace un siglo. Sin embargo, hasta ahora no había ningún retrato femenino del XVI.
No es la primera ocasión en la que este retrato cuelga de los muros del museo, pues, aunque se encontraba en una colección privada entonces, fue una de las piezas destacadas de la exposición de 2019 Moroni: Las riquezas del retrato renacentista que dio a conocer a este artista al público estadounidense.
El lienzo ha sido donado por el trust de Assadour O. Tavitian, quien falleció en 2020. Este estuvo involucrado con el museo desde que, en 2008, pasó a formar parte de su Consejo de Administración, desempeñando distintos cargos para la institución a lo largo de los años. Además, patrocinó exposiciones temporales como la ya citada sobre la obra de Moroni y prestó en numerosas ocasiones sus piezas tanto a la Frick como a otros museos. Sofía Guardiola