Sorolla ‘antes de Sorolla’
Con motivo de la presentación de su última exposición, el museo madrileño aprovecha la ocasión para mostrar algunas de sus últimas adquisiciones, entre las que están El oferente, En la posada o La esclava y la paloma, todas ellas pintadas en 1883. La muestra, que se centra en los años de formación del pintor, podrá visitarse hasta el 19 de marzo de 2023, supone el pistoletazo de salida para las efemérides que tendrán lugar en 2023 con motivo del primer centenario de su muerte.
Junto a Velázquez o Goya, Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 1863-Cercedilla, 1923) es una de las figuras que más atención ha recibido dentro de la historia del arte español. Exposiciones, monografías y numerosos artículos de investigación así lo atestiguan. El mercado reafirma lo que acabamos de señalar; solo hace falta ver las últimas compras que ha realizado el Estado en estos últimos meses. Son precisamente algunas de estas las que han hecho en parte posible la exposición que se inauguró el pasado 20 de diciembre en el Museo Sorolla y que lleva por título Sorolla. Orígenes.
A diferencia de las anteriores, en esta ocasión el museo, bajo el comisariado deLuis Alberto Pérez Velarde, conservador del mismo, ha apostado por profundizar en los primeros años de formación del artista, antes de que se convirtiese en el pintor de mayor éxito nacional e internacional de la España de entre siglos. Ahonda por lo tanto en un jovencísimo Sorolla estudiante que destaca en las clases de dibujo, anatomía y paisaje, primero en la Escuela de Artesanos, y después en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Podríamos así titularla también Sorolla ‘antes de Sorolla’.
La muestra se articula a través de cuatro salas situadas en el primer piso del edificio. En ellas podemos ver la evolución de un ambicioso muchacho que se presenta a las primeras exposiciones de Bellas Artes tanto en Valencia como en Madrid. De esa primera etapa se muestran, por un lado, sus primeros trabajos relacionados con su aprendizaje en la Escuela de Artesanos y en la de Bellas Artes. Así, pueden verse por primera vez cuatro dibujos conservados en la primera: Estudio de pies, Pareja de árabes, Inmaculada Concepción de los Venerables y Retrato del rey de Roma. A su lado, varios bodegones y floreros, así como algunas marinas. También son muy ilustrativas las numerosas copias que realizó de las pinturas de Velázquez del Prado, pues en ellas se aprecia una evolución de su pincelada.
El segundo ámbito, la concurrencia de Sorolla a la Exposición Regional de Valencia de 1883, tiene el interés de contar con dos pinturas recientemente adquiridas por el Estado de las que hemos tratado últimamente: El oferente y La esclava y la paloma. También En la posada, que, como las anteriores, acaba de ingresar en las colecciones del museo tras ser comprada a la galerista Ana Chiclana (ver todo ello aquí). A ellas se suman Caballero con banda, también de reciente adquisición, y Monja en oración de la Fundación Bancaja, con la que obtuvo su primer primera medalla.
El decidido interés por hacerse camino en la profesión se ve reflejado en la tercera sala, en la que se muestra su concurrencia a la Exposición Nacional de 1884. Para ella pinta El Dos de mayo, género con el que se adentra en la pintura de historia. El cuadro, de gran formato (400 x 850 cm) se conserva hoy en el Museo del Prado (ver aquí), pero la exposición cuenta con el boceto, de propiedad particular y que se muestra por primera vez en Madrid. Le acompañan algunos estudios preparatorios, como Soldado muerto –también de reciente adquisición– que evidencian hasta qué punto el artista trabajó la composición. Junto a él, otra novedad en Madrid, El grito del Palleter, que se conserva en el Palau de la Generalitat de Valencia, pintado también en 1884 para el tercer ejercicio del concurso convocado en 1884 por la Diputación de Valencia y gracias al cual obtuvo la pensión para estudiar en Roma.
La exposición concluye con un último apartado dedicado al retrato, género que dominó y en el que cultivo grandes éxitos. Mucho antes de los cuadros que le dieron fama y en los que efigió a buena parte de la alta sociedad del momento, en esta sala nos acercamos a rostros de personas de su entorno, en los que se reconoce por ejemplo a su hermana Concha. También a una serie de personajes anónimos que, a buen seguro, fueron compañeros de aulas y vivencias. Entre ellos, otra novedad en el panorama expositivo, Retrato de un hombre del Palacio Episcopal de Ciudad Rodrigo.
Sorolla. Orígenes podrá visitarse hasta el 19 de marzo de 2023. Posteriormente viajará al Museo de Bellas Artes de Valencia.