El Vaticano dona tres mármoles del Partenón a la Iglesia ortodoxa griega
Este gesto aumenta la presión sobre el British Museum en la reclamación de restitución encabezada por Atenas, pero de forma indirecta. Al no tratarse de una devolución al Estado, el propio Vaticano se aleja de la polémica que rodea sus colecciones procedentes de culturas colonizadas. El patriarca Jerónimo II, receptor de la donación, aún no ha anunciado el destino de las tres piezas.
El Vaticano ha anunciado la donación al patriarca de la Iglesia ortodoxa griega, Jerónimo II, de los tres mármoles del Partenón custodiados en sus Museos: un fragmento de cabeza de caballo y dos cabezas de hombre en mal estado de conservación. Esta señal de acercamiento sigue la vía abierta por Francisco hace un año, cuando visitó a su homólogo; un encuentro que no se repetía desde 2001 con Juan Pablo II.
En el discurso y declaraciones que el papa hizo a finales de 2021 dejó clara su intención de mejorar las relaciones entre las dos Iglesias que, históricamente, han mantenido las distancias. El obsequio sirve por lo tanto como un regalo diplomático. Pero la elección de las piezas trae consigo otras consecuencias.
Hace poco trascendieron las reuniones mantenidas entre el British Museum y el gobierno heleno con motivo de la reclamación para la restitución de los mármoles del Partenón adquiridos por Lord Elgin –y más tarde, a su vez, por el museo– a las autoridades del gobierno otomano que controlaban Grecia antes de su independencia. Esto se suma a la noticia que publicamos hace unos meses sobre el cambio legislativo que iba a posibilitar –y facilitar– las salidas de obras de los museos británicos.
La decisión del Vaticano no hace sino aumentar la presión sobre la posibilidad de la vuelta de los mármoles del Partenón a Atenas. No obstante y para huir de polémicas, Francisco ha precisado que se trata de una donación y no de una devolución, y que tiene motivos religiosos y no ha sido fruto de un acuerdo con el Estado griego.
Estas explicaciones también son necesarias por el propio contexto actual de las colecciones vaticanas. Este verano se publicó la petición del Consejo Nacional Metis, representantes del grupo étnico canadiense del mismo nombre, para la restitución de varias piezas alojadas en el Museo Etnológico Anima Mundi.
Se trata de tocados de plumas, colmillos de morsa tallados, mascas y pieles animales bordadas. El Vaticano argumenta que fueron regalos hechos al papa Pio XI, pero tras la reunión este julio del papa Francisco con los represtantes Metis, estos declararon: «Las piezas nos pertenecen y deberían volver a su hogar».
Con la fórmula de donación al patriarca griego –en vez de devolución a Grecia– el Vaticano también ha evitado crear un precedente en lo que atañe a sus colecciones, ya que se teme que una primera restitución pudiera desatar una avalancha de reclamaciones. Héctor San José.