La Fondation Custodia exhibe sus dibujos franceses del siglo XIX
La institución con sede en París, guardiana de uno de los fondos europeos más importantes de dibujo en manos privadas, muestra juntas por primera vez 150 obras de Rousseau, Ingres, Gustave Doré y Delacroix procedentes de sus propios fondos. Ilustran la capacidad inventiva y la diversidad técnica desarrollada entre las décadas finales de la Ilustración y los primeros años del siglo XX.
Cuando en 1970 falleció Frits Lugt, la colección que había creado junto a su esposa Jacoba Klever se legó a la Fondation Custodia (fundada por ambos en 1947). Entonces, el conjunto de dibujos ascendía a 6.000 ejemplares. Maestros italianos, españoles, británicos y franceses, autores clásicos y modernos integraban esta vasta colección, una de las mejores y más completas conservadas en manos privadas.
Con los años, los directores de la Fondation han ido incrementando este conjunto, tratando de respetar los gustos personales de la pareja, que siempre privilegió las escenas de paisajes sin apenas presencia humana. Aunque la labor de la institución parisina no se limita solo a salvaguardar la colección heredada, sino que va mucho más allá. Consiste en completar e investigar sus fondos, conservarlos y prestarlos para hacerlos así accesibles a todos; también en organizar muestras con piezas propias como Nineteenth-century French Drawings Fondation Custodia.
Cerca de 150 dibujos integran el recorrido, repartido por las salas de la primera planta del Hôtel Turgot, una mansión del siglo XVIII adquirida por la pareja de coleccionistas holandeses para alojar sus tesoros. Algunos de estos papeles se han podido ver de forma esporádica en alguna exposición extranjera, pero es la primera vez que se exhiben juntos en su propio hogar.
Precisamente por eso, la muestra supone una oportunidad única para descubrir estas obras, habitualmente guardadas para mantenerse a salvo de la luz, los insectos y la humedad. Ocasiones como esta permiten admirar ejemplares hechos por, entre otros, Ingres, Delacroix, Corot o Rosa Bonheur. Todos ellos dan testimonio de la diversidad inventiva, temática y técnica desarrollada durante aproximadamente cien años de dibujo artístico en Francia a través de la mirada de la Fondation Cutodia. El recorrido se organiza de manera cronológica y abarca todos los géneros y técnicas imaginables: retratos, paisajes, bodegones, escenas de interiores, arquitecturas, obras en blanco y negro, acuarelas o pasteles coloreados, bocetos preparatorios, dibujos esquemáticos de trazo rápido, composiciones más esmeradas sobre lienzo… ¡La variedad es notable!
Como en otras ocasiones, los comisarios han llevado acabo una labor de estudio y análisis que les ha permitido recuperar la producción de artistas que fueron famosos en su época pero que ahora están olvidados, como Achille Benouville o Lionel Le Couteux. Asimismo, se muestran nombres desconocidos e injustamente ignorados en su tiempo, como ocurrió con Charles Eustache o Caroline de Fontenay (de quien se exhibe El río Touques cerca de Trouville).
Un par de cortinas hábilmente dibujadas por Pierre Paul Prud’hon y Pauline Auzou respectivamente, dan la bienvenida al espectador, como una metáfora escenográfica que nos invita a correr un velo sobre el Siglo de las Luces. Dejan paso a diversas escenas donde prima la observación de la naturaleza, que se aprecia aquí a través de las acuarelas de Fortune Delarue, Antoine Chintreuil, Hippolyte Flandrin o Eugéne Boudin, así como en los carboncillos de Auguste Clésinger.
No faltan las composiciones clásicas, como por ejemplo las ruinas romanas representadas por Josep Bidauld o Félix Boisselier, quienes viajaron a la Ciudad Eterna para conocer de primera mano la luz, la armonía y la belleza italiana. También se muestran creaciones de Camille Corot y Théodore Caruelle d’Aligny, dos amigos que solían dibujar juntos el mismo motivo, tratando de captar la evocadora poética de la Campagna romana.
De François Marius Granet se muestran cinco de los 10 dibujos que posee la Fondation, uno de ellos –Terraza en Castellar– adquirido recientemente, según explica el director Ger Luijten durante una visita privada a prensa.
Entre los centenares de dibujos expuestos, merecen especial atención La joven espigadora de Millet, Retrato de Víctor Hugo en su lecho de muerte realizado por Ribot o un sencillo pero atractivo pastel de Delacroix. También merece especial mención la Vista del bosque en Westbridge de Gustave Doré o el estudio preparatorio que Jean-Léon Gérôme hizo para la Ejecución del mariscal Ney (actualmente en los museos de Sheffield).
En el apartado de retratos, Jean-Auguste-Dominique Ingres acapara muchas miradas, gracias al medallón de Julie Forestier, la prometida con la que nunca llegó a casarse, y a la figura de tres cuartos del pintor François Édouard Picot.
Nineteenth-century French Drawings Fondation Custodia puede visitarse hasta el 8 de enero. Coincidiendo con la muestra, se ha publicado también el archivo completo de los más de 2.000 ejemplares que completan la colección de dibujos franceses del siglo XIX de la fundación (disponible en este link). Sol G. Moreno
COLECCIÓN LUGT-KLEVER. Frits Lugt fue un apasionado del arte desde que era muy joven. Autodidacta y coleccionista, comenzó trabajando en la casa de subastas de Frederik Muller en Ámsterdam. Junto a su mujer Jacoba Klever formó una notable colección de pintura, dibujos, grabados y cartas manuscritas, fruto de sus viajes por Europa.
Se centraron especialmente en los maestros de la Edad de Oro holandés y consiguieron recopilar todos los grabados conocidos hasta ese momento de Rembrandt. Viajaron a Estados Unidos antes de instalarse definitivamente en París, donde crearon –en 1947– la Fondation Custodia que ahora alberga sus tesoros. En el momento de la muerte de Lugt, el conjunto sumana 6.000 dibujos, 30.000 grabados y unas 200 pinturas.