18.000 EUROS POR UN TAPIZ AUBUSSON DEL SIGLO XVIII EN FERNANDO DURÁN
Los objetos textiles y el mobiliario protagonizaron la última convocatoria del año en la sala madrileña de la calle Velázquez.
Un tapiz francés Aubusson en lana del siglo XVIII fue vendido en 18.000 euros –incluido prémium– habiendo partido de 15.000 euros iniciales. Pieza de importantes dimensiones –240 x 380 cm–, representaba en su frente una escena cinegética adornada por unas draperies en la parte superior.
Destacó igualmente un repostero ya citado en nuestro artículo previo que había pertenecido al personaje histórico D. Francisco Fernández de la Cueva y Enríquez (Barcelona 1619-Madrid 1676), VIII duque de Alburquerque, VI marqués de Cuellar, conde de Ledesma y de Huelma. Fue un militar de renombre quien a lo largo su vida ejerció cargos destacados como virrey de Nueva España y de Sicilia, o capitán general de la Armada. Confeccionado en lujosos materiales como hilos de oro y plata sobre terciopelo granate, el repostero consiguió nuevo comprador en un precio final de 13.500 euros.
En mobiliario, es grato observar cómo el mueble asturleonés de estilo más rústico, pero no menos importante en cuanto a cronología se refiere –data del siglo XVII–, se vendió en 11.000 euros incluyendo comisiones. Constaba de varios cuerpos con un escritorio central decorado en maderas frutales.
La cerámica de Talavera de la Reina volvió a brillar como antaño con el lote 545. Una pareja de orzas en cerámica esmaltada azul y blanco realizadas en la serie de árboles de múltiples copas hacia 1750 fueron adquiridas en un precio final de 10.500 euros (prémium incluido). Los motivos decorativos seguían la estela de la corriente culta que brilló en los alfares talaveranos durante los siglos XVI y XVII. Una escena de dama de elegante vestimenta, arquitecturas palaciegas o jinetes a caballo con capa y espada eran alguno de los elementos representados flanqueados por árboles de copas múltiples.
Finalmente, la papelera Nambán en madera lacada y dorada del periodo momoyama, Japón (1568-1603) encontró comprador en un precio de 13.500 euros incluyendo la comisión. Una cifra importante, pero la pieza lo merecía dada su calidad y la abigarrada decoración aplicada de madreperla. Aun así, se alejó de los 18.000 euros iniciales que solicitaron por ella en una subasta anterior. Al final, el mercado es el que marca los precios. Noemí Marín