Sin ventas verdaderamente espectaculares, la casa vuelve a facturar más de 600.000 euros al adjudicar por la salida unos cuantos lotes importantes
Esta vez, la cita en Alcalá no fue tan sonada como en ocasiones anteriores (leer previos). Y aunque el montante total hable de cifras que se sitúan por encima o muy encima de la mayor parte de las casas españolas, lo cierto es que algunos pensábamos que habría mejores ventas.
En arte contemporáneo hay que reconocer que la venta del cuadro de Juan Genovés, Partículas masivas, 1995 (Tm/T, 145 x 140 cm; 896) por los 80.000 euros de la salida fue una sorpresa. Y no porque en su día no se pagase una cantidad superior cuando se compró en la galería Marlborough, sino porque en estos últimos años casi lo único que ha alcanzado estos precios ha sido su producción de última época, hecha a base de puntos de abundante color, mucho más decorativa. Pero la realidad es que la casa lo vendió, y fue su pieza más cara de la licitación.
También por la salida, que no era escasa, se vendieron el atractivo lienzo de Juan Uslé, Mady Reade nº 3, 1993 (61 x 45 cm; 935) por 16.000 euros, y la impresionante fotografía de Edward Burtynsky, Oil spill #11. Nesting Grounds with Oil, Gulf of Mexico, June 24 2010, 2010 (2/6, 125 x 165,5 cm; 930), procedente de la galería Toni Tàpies de Barcelona por 7.000 euros. Mucho más interés despertó, como sabíamos que ocurriría, el lienzo de Fernando Zóbel, Chopo, 1975 (O/L, 60 x 60 cm; 895); los 30.000 euros iniciales que se pedían por este lienzo, uno de los primeros de su conocida y apreciada Serie Blanca, pronto se vieron superados en los teléfonos por unos más razonables 40.000 euros. Esta línea internacional se confirmó con la adjudicación por los 47.000 euros de la salida de la acuarela Petite Fille à la Poupée, 1990 (43 x 35 cm; 328) de Fernando Botero, que había ofrecido en julio pasado Fernando Durán por 55.000 euros y que no había conseguido vender.
Si retrocedemos ligeramente en el tiempo, nos encontramos con una venta interesante, aunque más de uno pueda pensar que un tanto escasa. Me refiero a los 60.000 euros de la salida pagados por Purullena (Campesinos de los montes de Granada), 1958 (O/L, 130 x 97 cm; 310), una pieza tardía pero de gran calidad firmada por Rafael Zabaleta; de hecho, desde que explotó la crisis en 2008, ninguna pieza ha alcanzado en nuestro país una cifra cercana siquiera (y sólo dos la superan, en Sotheby’s Londres para más señas). Cercana en el tiempo, y con mucha más calidad de lo que estamos a acostumbrados a ver de su mano, Juego de cartas, 1939 (O/táblex, 82 x 65 cm; 318) de Ismael González de la Serna, subió de 10.000 a 11.000 euros.
En la pintura de entresiglos debemos citar la apasionante puja por la acuarela Pescadores valencianos, c. 1895 (35,8 x 50,7 cm; 267) de Joaquín Sorolla, con un buen retrato de su mujer Clotilde vestida a la japonesa por detrás. La salida por 16.000 euros era ciertamente atractiva, y quizá por eso el Estado se presentó, pero su calidad se impuso y las pujas se sucedieron hasta adjudicarse nada menos que en 42.500 euros… En cambio, como se presumía, no hubo interesados por su lienzo con la Ría de Villagarcía de Arosa, 1915 (O/L, 38 x 45,5 cm; 269) por el que se pretendían unos a la postre excesivos 250.000 euros. Con el diminuto lienzo pegado a tabla de apenas 9,5 x 13,5 cm con Zoco árabe (249) de José Navarro Llorens, sucedió algo similar, pues subió de 1.200 a unos más que interesantes ya 4.250 euros. Y Día en la playa de Biarritz (O/cartón, 36 x 46 cm; 248), de Eliseo Mefirén, subió también de 7.000 a 10.000 euros.
Retroceder a la mitad del siglo XIX significa encontrarse con el impresionante lienzo de Eugenio Lucas Velázquez, El invierno (paisaje nevado), 1852 (O/L, 143 x 204 cm; 236); ofrecido en septiembre de 2014 por 35.000 euros, se vendió por los mucho más ajustados 25.000 euros de la salida. Se esperaban de alguna manera dos subidas: de 6.000 a 10.000 euros pasó la delicada Cleopatra muerta, c. 1810 (O/L, 44 x 33 cm; 778) de Zacarías González Velázquez, y de 12.000 a 18.000 euros, La vocación de san Pedro, c. 1771 (O/L, 59,5 x 32,5 cm; 226) de Francisco Bayeu, mostrando de nuevo la potencia de los coleccionistas de esta pintura de la sala… La sorpresa de este apartado fue la impresionante puja entre un coleccionistas en sala y un teléfono por la sanguina con la Alegoría de la fe (20,5 x 14,4 cm; 230), que se ofrecía por 350 euros como de Escuela española S. XVIII; ambos vieron una mano experta más conocida, y pujaron hasta llevársela el teléfono por nada menos que 7.000 euros.
Y la pintura antigua. 60.000 euros, la salida, ofrecieron por el cobre de Juan Bautista Maíno, Adoración de los pastores (56,5 x 44 cm; 809), la cifra, siendo ya importante, parece un tanto escasa para la calidad de algunas figuras aunque hay que reconocer que el estado de conservación del cobre no era todo lo deseable que uno quisiera… La delicada tabla de Andrés López y Antonio Vega, Virgen con el Niño (44 x 34,5 cm; 207) se vendió por la salida, 20.000 euros, lo mismo que otra buena tabla con la Presentación del Niño en el templo (43,5 x 60,5 cm; 206) de Escuela aragonesa c. 1520/30, por 6.000 euros. Sí subió, y de 12.000 a 18.000 euros, la buena tabla Virgen con Niño (108 x 77 cm; 821) del círculo de Adriaen Isenbrandt, y el cobre con El prendimiento (26 x 34 cm; 820), atribuido a Frans Francken el Joven, de 3.000 a 6.000 euros.
Lo mismo sucedió con los 17.000 euros ofrecidos finalmente, lejos de los 9.000 euros iniciales, por Perros atacando a un oso (O/L, 173 x 234 cm; 191), de Paul de Vos. En cambio, Cacería de leones y leopardos, al fondo personajes vestidos a la manera turca con chilaba y turbante (O/L, 181 x 124 cm; 794), de Escuela italiana c. 1700, se adjudicó por la salida, 12.000 euros. También por los 6.000 euros iniciales se vendió cada uno de los cobres mitológicos de Gerard de Lavallée, Mercurio y Argos, y Céfalo y Procris (69,5 x 87 cm; 814 y 815).
En el apartado mexicano subieron notablemente dos cobres: el de Miguel Correa con la Virgen de Guadalupe, 1719 (O/cobre, 30,5 x 22,5 cm; 216) de 4.000 a 9.500 euros, y Virgen de Guadalupe con escenas de sus apariciones al indio Juan Diego (38,5 x 30,5 cm; 799), de Escuela mexicana S. XVIII, de 3.000 a 5.000 euros. El lienzo de Escuela mexicana S. XVIII, Anunciación (124 x 99,5 cm; 805) por 5.500 euros.
Y, por último, las pequeñas decepciones. Retrato de Titta-Rufo, 1930 (O/L, 130 x 97 cm; 268) de Ignacio Zuloaga, que se ofrecía por 60.000 euros; Los pieles rojas, 1934 (O/L, 200 x 216 cm; 263) de Eduardo Chicharro por 75.000 euros, y el Retrato ecuestre del duque de Osuna (O/L, 101,5 x 81,5 cm; 237) de Federico de Madrazo por 60.000 euros; y el Descanso en la huida a Egipto (O/T/L, 100 x 75 cm; 828) del círculo de Gossaert por 50.000 euros. Menor, la Inmaculada de José Antolínez (O/L, 145,5 x 107 cm; 203) por apenas 12.000 euros. A pesar de esto, Alcalá continúa su buena marcha, y las cifras hablan por sí solas. Sólo queda desear a la casa un mejor 2016 y ¡feliz Navidad! Daniel Díaz @Invertirenarte