75.000 euros en Ansorena por la tablita de Sánchez Coello
No vendida la escultura de Hirst por 95.000 euros, la venta importante fue la del cartón de Tàpies por 23.000 euros
La batalla en la cita de Ansorena de los días 22 y 23 de enero se dirimía entre la escultura de Damien Hirst, por la que se pedían 95.000 euros en este segundo ofrecimiento en nuestro país, y la tablita de Alonso Sánchez Coello que partía de unos mucho más humildes, pero también muy atractivos, 6.000 euros.
Ningún interesado pujó por el ejemplar 2 de una edición de 5 de Purity. The Dream is Dead, 2007 (60,5 x 28,5 x 13 cm; lote 38), de Damien Hirst, realizada en plata de Ley 925 con punzones de Birmingham y de la Fundición Pangolin Editions. Ofrecido en junio d e2015 en Fernando Durán por 120.000 euros, tampoco hubo interesados esta vez que se ofrecía por 95.000 euros. Y me parece que es un dato a tener en cuenta…
Mucho más interesante y apasionante fue lo relacionado con la venta de la pequeña tablita de apenas 16 x 11,3 cm (lote 516), de un Retrato de dama, c. 1560/70 que se ofrecía como de Alonso Sánchez Coello (1531/2-1588), o su entorno más cercano, por apenas 6.000 euros; de hecho, hablamos de ella en nuestro artículo de previos como de una oportunidad (ver)… Varios teléfonos y pujadores en la sala pujaron por el atractivo retrato, y se fueron retirando hasta quedar delimitada la lucha entre dos teléfonos y un coleccionista en sala, que fue quien ofreció los definitivos 75.000 euros en que se remató la pieza, lo que obviamente habla por sí solo de la calidad de la misma. En su momento, se habló de otras autorías como la de Sofonisba Anguissola (1530-1626) o de otras manos expertas… Y aunque la calidad de Sánchez Coello es muy cercana a la mano que se parecía intuir en ese Retrato de dama, en poco tiempo veremos, muy seguramente, en qué acaba la atribución.
Si avanzamos en el tiempo y nos trasladamos al siglo XIX, no fue extraña la subida de 9.500 a 11.500 euros del pequeño lienzo Molinos en Holanda, 1869 (O/L, 24 x 33 cm; 224) del reconocido Johan Barthold Jongkind. Relativamente cercano en planteamiento era el lienzo pegado a táblex de Darío de Regoyos, Environs de Madrid (26 x 41,5 cm; 731), con certificado de Juan San Nicolás, que se adjudicó por los 10.000 euros pedidos.
Finalmente, el pleno siglo XX nos deparó dos previsibles pero no por ello menos interesantes remates. El primero, de Carlos Nadal: su Casa del coleccionista (60 x 73 cm; 727), un acrílico sobre lienzo que se ofrecía por unos sorprendentes 3.000 euros, subieron en buena lógica hasta los 14.000 euros, una cifra más acorde con el tamaño, pagados por un coleccionista en sala que pujó continuamente hasta adjudicárselo. El segundo, el sencillo pero contundente cartón de Antoni Tápies, Composición (técnica mixta y collage sobre cartón, 39 x 59 cm; 798), con certificado de la Comissió Tàpies (nº T-9724 y fecha de 2017) y el recuerdo a las arpilleras rotas y a los habituales juegos de blanco, negro y rojo de Manolo Millares; se pedían 18.000 euros, un precio que nos pareció escaso y, efectivamente, subió hasta unos más razonables 23.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte