36.000 euros por una Tauromaquia de Barjola en Ansorena
Además de la buena venta de un Deshollinador de Eduardo Arroyo, en la licitación de los días 5 y 6 destacaron esta vez más las ventas de pintura antigua
Viendo la oferta que piezas de Ansorena, parecía más lógico que las ventas se centrasen en la pintura más actual (ver artículo de previos), pero se ve que dados los tiempos que corren, con el frenazo de la economía por medio, el mercado ajusta muy mucho…
Por eso mismo, quizá, resultó que la obra mejor vendida de la subasta, en lo que a pintura y escultura se refiere, fue una Tauromaquia (O/L, 81 x 100 cm; lote 89), de Juan Barjola, que subió de 30.000 a 36.000 euros. No estamos, hay que recordarlo, en los tiempos de bonanza, cuando por piezas como ésta se pagaban tranquilamente los cincuenta y sesenta mil euros, pero el mercado también tiene sus límites inferiores, y éste parecía uno de ellos, que ha quedado matizado por esa ligera corrección y subida.
La otra gran venta, como decíamos, del contemporáneo fue la de versión de la escultura de Eduardo Arroyo, de su conocido y emblemático Deshollinador (bronce, plástico y madera, 3/6, 48 x 25 x 30 cm; 679); los 15.000 euros iniciales fueron superados rápidamente y la pieza fue adjudicada por 18.000 euros.
Dos referencias más del siglo XX. Del canario César Manrique, se ofrecía una pequeña ganga dada la calidad y el tamaño: Composición, 1987 (Tm/papel, 68 x 98 cm; 491), firmada y fechada, y con copia de ficha técnica de la Exposición permanente César Manrique, de Lanzarote. Los 2.500 euros iniciales eran un precio muy atractivo; y así, no fue extraña la breve lucha entre los coleccionistas hasta subir a los 4.700 euros definitivos. Y del valenciano Francisco Lozano, su Mediterráneo, 1993 (O/L, 67 x 81 cm; 959), firmado y titulado al dorso Mediterráneo; Primavera (La resurrección de las algas), con sello y etiqueta de la Galería Benlliure de Valencia, se adjudicó por los 9.000 euros pedidos.
Retrocediendo ya en el tiempo, especialmente interesante fue también la venta de la pequeña tablita de Joaquín Sorolla; su Barca al atardecer. Playa de Valencia (O/T, 8,5 x 11 cm; 17); se ofrecía con certificado de autenticidad de Francisco Pons Sorolla de 1987, que la data en 1904, y sabiendo que será incluida en el catálogo razonado en preparación de Blanca Pons Sorolla con el nº BPS 3938. Subió de 7.000 a 12.000 euros. Era lógica esa subida, a pesar de su mínimo tamaño, y más si tenemos la procedencia y su historial de tempranas exposiciones: procedente de la colección de Mrs. S. Brinham Jr., que lo compró en la exposición de Nueva York de 1909 por 100 dólares; además estuvo expuesta, probablemente, en la Galería Georges Petit, París, 1906, y en las Grafton Galleries de Londres en 1908 (Exhibition of Paintings by Señor Sorolla y Bastida), y con numeración al dorso “326”, probablemente para el envío de la muestra en The Hispanic Society of America, Nueva York, 1909 (Paintings by Joaquín Sorolla y Bastida; nº de catálogo 244 que aparece en negro en el reverso, y el título Playa de Valencia).
Y terminamos con varias ventas interesantes dentro del apartado de pintura antigua.
Bastante interés hubo, como era previsible por aquello de la potencia del mercado mexicano, por el lienzo de José de Páez, San José con el Niño (O/L, 63 x 51,5 cm; 517), firmado y localizado en México. Seguidor del estilo Miguel Cabrera, se había ofrecido en julio pasado con una salida por 9.000 euros, que fue excesiva; curiosamente ahora, dos coleccionistas atraídos por los 7.500 euros de inicio terminaron pagando 11.000 euros…
Sorprendió un tanto, dadas las horas bajas que atraviesa en general nuestra pintura del siglo XVIII, que un coleccionista ofreciese los 19.000 euros pedidos por el gran lienzo de Mariano Salvador Maella, La Inmaculada Concepción (O/L, 167 x 110,5 cm; 512). La pieza, sin embargo, había estado presente en la muestra Los pintores de la Ilustración del Centro Cultural del Conde Duque (Madrid, 1988, págs. 220 y 221), y aparece publicada tanto en Morales Marín, Mariano Salvador Maella. Vida y obra (Zaragoza, Ediciones Moncayo, 1996, pág. 153) como en De la Mano, Mariano Salvador Maella. Poder e imagen en España de la Ilustración (FAH, Madrid, 2011, pág. 455).
Y dos datos de la pintura internacional. La primera, la venta de Naturaleza muerta con frutas, cofre y copas (O/L, 94 X 116 cm; 290), firmado en 1654 por el pintor holandés nacido en Dordrecht, Pieter Verelst (1618-1688); en 18.000 euros se ofrecía, y en ese precio lo adquirió un coleccionista, suponemos que extranjero. La segunda, la del gran lienzo de Noé conduciendo los animales al arca (O/L, 136 x 180 cm; 513), de Giovanni Benedetto Castiglione, que sigue muy de cerca la composición de igual título, datada hacia 1650 y conservada en Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde (óleo sobre lienzo, 145 x 195 cm); con estos antecedentes y su gran tamaño, no fue extraño que pasase de 10.000 a 16.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte