Pieter Neefs el Viejo. Interior de catedral gótica, detalle. Salida y remate: 30.000 euros
30.000 EUROS POR LA TABLA DE NEEFS EN ABALARTE
Entre las ventas sobresalieron también las del filipino Vicente Rivera y la de Mariano Andreu
A pesar de las posibles apariencias, Abalarte termina el año con los deberes hechos, la satisfacción de haber cumplido objetivos y una situación y presencia, en su aún corta trayectoria, más que favorable dentro del mercado español. La licitación de los días 14 y 15 no obtuvo los brillantes resultados de otras citas, en lo que a pintura se refiere, pero sería de necios hacer una enmienda a la totalidad.
Prueba de ello son algunas de las ventas que comentamos, y que anunciamos en nuestro artículo de previos (ver). Como la del Interior de catedral gótica (O/T, 72 x 106 cm; 1096) de Pieter Neefs, el viejo (c. 1576-1656). Pintado probablemente con la ayuda en las figuras de Frans Krancken II, la posible catedral de Lille como se apunta en la catalogación fue adjudicada a un teléfono por los 30.000 euros pedidos; ajustado, pero vendido, que era de lo que se trataba. Flamenco, un cobre del siglo XVII con La conversión de san Pablo (66 x 87 cm; 1094) subió, en cambio, de 2.500 a 3.250 euros.
Del siglo XVII, como decimos, se obtuvieron varias ventas interesantes. La primera, por precio, fue la del Paisaje con personajes y ruinas (O/L, 98 x 175 cm; 1113), del círculo de Salvatore Rosa, adjudicada a un teléfono por la salida, 9.500 euros. Atribuida al romano Giovanni Stanchi, la pareja de decorativos Jarrones con flores (O/L, 67 x 50 cm; 1125) subió de 6.500 a 7.000 euros. Más interés hubo por el Retrato del señor Juan Campuzano de cuerpo entero con escudo (O/L, 208 x 108 cm; 1114), de Escuela madrileña, de comienzos del XVII; alcalde de Alcalá la Vieja, Aldobea y Zorita, e hijo del capitán Alonso Campuzano, y procedente de la colección del Marqués de Casa Torres de Madrid, partía de los 6.000 euros que fueron escasos frente a los 9.000 euros que finalmente ofreció otro teléfono. Sorprendió en este sentido, la venta por los 5.000 euros iniciales del retrato de Doña Manuela Núñez de cuerpo entero (O/L, 195 x 113 cm; 1049), del círculo del cordobés Juan Alfaro, pero su pareja, el Retrato de don Francisco Manzano de cuerpo entero (O/L, O/L, 202 x 120 cm; 1050), secretario de Felipe IV y tesorero del Consejo de Guerra, ofrecido por 4.000 euros, quedó sin comprador.
Lamentablemente, nadie ofreció los 14.000 euros pedidos por el boceto de San Antonio y el milagro del carro, c.1698/1700 (O/L, 105 x 83 cm; 122), de Luca Giordano, uno de los dos únicos conocidos para el fresco de San Antonio de los Alemanes, al decir de Ferrari y de Scavizzi… Ni por la pareja de óleos de Lorenzo de Caro, Diana y Acteón, y Rapto de Proserpina (O/L, 101 x 155 cm c/u; 1078, 60.000 euros), ni por la interesante sarga de Escuela hispanoflamenca, hacia 1500, de los Santos Roque, Sebastián, Blas, y de las santas Apolonia, Elena y Lucía (218 x 159 cm; 1027), procedente del convento de santa Clara de Zafra, por el que se pedían 18.000 euros. Una pena, sin duda.
Sin embargo, del valenciano Vicente Salvador Gómez se ofrecían dos lienzos, Tránsito de la Virgen y Misa de san Gregorio (O/L, 46 x 57 cm c/u; 38), que se vendieron a un teléfono por 5.500 euros. Además, el retrato de la esposa de Carlos II, Mariana de Neoburgo (O/L, 78 x 60,5 cm; 1098), atribuido a Ignacio Ruiz de la Iglesia -y pintado hacia 1690, el año de su llegada a la Corte y de su matrimonio-, subió de 2.500 a 4.000 euros, gracias a una puja por escrito defendida por la mesa.
Otro apartado importante fue, como era previsible, la del mercado filipino. Las piezas de Federico Aguilar Alcuaz se vendieron: su Autorretrato, 1972 (O/L, 65 x 40 cm; 27) pasó de 2.000 a 4.750, mientras Abstracción (32) se vendió por 1.800 euros, la salida, y Bodegón con flores (33) por 3.250 euros. El entusiasmo llegó con el esperado Paisaje fluvial con bahay-kubo (O/L, 31 x 37 cm; 37) de un poco conocido aún Vicente Rivera; ya sabemos cómo funciona el mercado asiático y, a pesar de que su calidad no fuese especialmente alta, no defraudó y terminó rematándose tras larga lucha entre varios teléfonos por 22.500 euros, duplicando casi su salida por 12.000 euros.
En la pintura del XIX y del XX, las ventas en cambio, fueron más escasas. A pesar de la expectación por ver si los compradores de los dos primeros Colgantes de flores, c. 1905 de Joaquín Sorolla (ver) compraban la otra pareja (O/L, 63 x 59,5 cm c/u; lotes 1123 y 1124) por los mismos 60.000 euros en que se vendió cada uno de aquéllos, o por la Copia de una cabeza de un caballo de Velázquez, hacia 1883 (O/L, 59 x 50,5 cm; 120), que se ofrecía por 25.000 euros, no hubo finalmente interesados en estas piezas. Lo más destacado fue entonces la compra por los 20.000 euros pedidos de la Escena de circo, 1933 (O/T con marco policromado del propio artista, 64 x 87 cm; 46), de Mariano Andreu; buena compra, sin duda.
Interesante fue también, sin duda, la venta por los 5.500 euros iniciales de la tinta con gouache sobre papel de Antoni Tàpies, S/T, 1966 (29 x 25 cm; 1069). O la subida de 2.500 a 4.250 euros del pequeño Retrato con corona de laurel, 1948 (O/L, 50 x 40 cm; 30), firmado por Luis Seoane, o la del Bodegón con atún (O/L, 46 x 55 cm; 26) de Juan Genovés, que pasó de 2.500 a 3.250 euros. No hubo interesados, en cambio, por el Jarrón(O/táblex, 41 x 32 cm; 1122) de Benjamín Palencia, por el que se pedían 7.000 euros, pero el pastel de Darío de Regoyos, Desde el escenario del Teatro Real (68 x 34 cm; 1139), uno de los dos que pintó durante su estancia en diciembre de 1892 en la capital con motivo de la venta de alguna propiedad heredada tras la muerte de su padre, subió de 1.800 a 3.250 euros. Y poco más. Desde estas líneas, vaya nuestra enhorabuena a la sala por su indudable buen trabajo en este año, con la esperanza de ¡más y mejores ventas en el próximo! Daniel Díaz @Invertirenarte