La casa madrileña se une al grupo de las grandes ventas en pintura antigua y del XIX, con buenos remates de Vaccaro, Madrazo y Anglada Camarasa, y en contemporáneo con un hierro de Chirino y un grabado de Basquiat.
Probablemente todos los asistentes a la licitación de ayer pensábamos que el retrato de Tiberio Fiorilli como Scaramouche (O/L, 92,5 x 121 cm; 169) de la mano experta de Pietro Paoloni se vendería por bastantes pujas por encima de la salida de 35.000 euros, dada la calidad y, sobre todo, la importancia del retratado como maestro actor que populariza una forma de vida que se ha llevado incluso a las pantallas. Pero muy pocos serán los que pensaban que podía llegar a los 200.000 euros que ofreció un anticuario francés tras una tremenda batalla con otros teléfonos. El caso es que quizá el éxito de Scaramouche en Francia y su divulgación por Moliére ayudaron a que la pieza se pagase tan bien, y los 242.000 euros (premium incl.) así lo demuestran.
En cambio, por la impresionante Sagrada Familia (O/L, 123 x 152 cm; 166) de Andrea Vaccaro se esperaba una venta un poco superior, que se quedó finalmente en los nada despreciables a día de hoy 40.000 euros de la salida; venta, al fin y al cabo, no lo olvidemos porque a veces parece que si una obra no sube mucho su venta tiene menos importancia…
Llamaron especialmente la atención los dos lienzos atribuidos al valenciano Miguel March; Flautista con florero (O/L, 163,5 x 105,5 cm; 167) pasó de 2.500 a los 5.000 euros dados por un teléfono, mientras Cazador con caracola en la mano (O/L, 162 x 105,5 cm; 168) se quedó en los 4.250 euros. Similar fue lo sucedido con los óleos atribuidos a Bartolomé Pérez: el primero de los Floreros (O/L, 117 x 97 cm c/u; 90 y 91) subió también de 3.500 a 5.000 euros, mientras el segundo se adjudicó por la salida, 3.500 euros.
También un Buen Pastor (O/L, 94 x 71,5 cm; 148), atribuido a Juan Simón Gutiérrez, subió ligeramente, de 4.000 a 4.500 euros. Comprados por la salida por un pujador en sala, se adjudicaron por 3.000 euros el Retrato de dama cortesana (O/L, 89 x 68 cm; 160) de Escuela francesa S. XVIII, por 3.500 euros por la pareja de Bodegones de flores (O/L, 102 x 66 c; 159) de Escuela madrileña, finales S. XVII, y por 6.000 euros, la atractiva tabla de Pentecostés (O/T, 92,5 x 78,5 cm; 128) atribuida al sevillano Pedro de Villegas.
En cambio, dados los atractivos precios de salida, subieron notablemente otros lotes: la Anunciación (O/L, 50,5 x 70,5 cm; 140) de Escuela sevillana, S. XVII-XVIII, que pasó de 800 a 4.000 euros; las Escenas de la vida de San Pedro (pareja de O/L, 102 x 47 cm; 136) de Escuela madrileña S. XVII, de 800 a 1.100 euros, lo mismo que la pequeña tabla con otra Anunciación (29 x 31 cm; 139) de Escuela andaluza S. XVII, de 400 a 850 euros.
El siglo XIX y los inicios de la modernidad andaluza y catalana nos regalaron tres buenas ventas. De 12.000 a 19.000 euros subió el Retrato de María Paz Daguerre, Condesa de Munter, 1858 (O/L, 65 x 53 cm, oval; 162) de Federico de Madrazo. Contra todo pronóstico, pues es pieza que estuvo ya en varias sala anteriormente, Celos, 1907 (O/L, 36 x 46 cm; 87) de Julio Romero de Torres, pasó de 12.000 a 17.000 euros, con varios pujadores en sala y en teléfonos. Y de Hermenegildo Anglada Camarasa, se vendió por los 15.000 euros de la salida su Chumberas, 1918 (O/táblex, 36,5 x 47 cm; 226A).
Dentro ya de la modernidad, otras tres piezas brillaron con especial fuerza. La primera, sin duda, fue la sorpresa de los 17.000 euros pagados por el impresionante grabado de Jean-Michel Basquiat, Per Capita, 1983-2001 (77/85, 102 x 102 cm; 249), que salía a pujas por 6.500 euros, un precio por encima incluso de la venta en Christie’s Nueva York. La segunda, la Menina Mondrian, 1968 (Tm/papel, 99,5 x 69,5 cm; 247) del Equipo Crónica, que pasó de 9.000 a 11.000 euros; una gran compra, indudablemente (en este sentido, sorprende que no se vendiera ninguna de las dos esculturas de su mano -248 y 250, por 15.000 euros cada una-, y más con su actual gran exposición en el Museo de Bellas Artes de Bilbao). Y la tercera, el hierro forjado de Martín Chirino, El viento nº 61, 1978 (con base, 122 cm altura (sin, 97,5 cm); 262), que no se vendió ayer en la subasta por los 70.000 euros pero que hoy mismo han ofrecido 50.000 euros más comisiones e impuestos, 60.500 euros, que han sido aceptados.
No se vendieron los mediocres lienzos de Eduardo Úrculo de 1975 (Sin título y Paisaje erótico, 100,5 x 100 cm; 290 y 291), que se ofrecían por 10.000 euros cada uno. En cambio, buenas compras fueron las de Jordi Teixidor cuya Pintura 343, 1979 (O/L, 180,2 x 120 cm; 314) se adjudicó por apenas 3.200 euros, la de Josep Guinovart, Prop de la Mar, 1996 (O/L, 95 x 72 cm; 333) por 4.000 euros, o la de El sospechoso, 1973 (O/L, 116 x 125 cm; 272) de Juan Genovés, por 5.700 euros. ¡Y que esta tarde continúen las buenas ventas! Daniel Díaz @Invertirenarte