Buenas ventas en este final de temporada, con importantes subidas en pintura antigua y, especialmente, en los papeles del siglo XX y en la obra gráfica internacional.
Esta vez, fue la pintura antigua la que se llevó el gato al agua, con importantes remates. De Francisco Antolínez, su Taller de Nazaret (O/L, 107 x 185 cm; 21) subió de 15.000 a 17.000 euros, la misma cifra a la que llegó uno de los teléfonos que pujaron por el Bodegón con sandía y jarrón de rosas (O/L, firmado con iniciales GR, 55 x 68,5 cm; 23) de Giuseppe Recco, que había salido al mercado por 9.000 euros. Interesante fue también la puja, en sala esta vez, por el Capricho con arco en ruinas (O/L, 24 x 46 cm; 28) del círculo de Francesco Guardi; de los 4.000 euros en que se iniciaron las pujas se terminó en 5.500 euros, cantidad nada despreciable dado el tamaño y la autoría.
En el siglo XIX, destacaron los 3.100 euros ofrecidos en sala por Lucha a caballo (O/L, 38,5 x 55,5 cm; 61) de Ulpiano Checa, la venta por 3.200 euros de Patio con un borrico (O/L, 46 x 55,5 cm; 51) del francés Gustave Lasalle-Bordes, y el remate por los 2.800 euros de la salida de cada uno de los dos lienzos de Eugenio Lucas Villaamil: Merienda campestre y El cacharrero (O/L, 32 x 60 cm; 40 y 41), siguiendo los modelos de Goya.
Ya entrados en el siglo XX -del que nos ocupamos fundamentalmente en los previos (leer)-, sorprendió gratamente la lucha por hacerse con el Paisaje de Gerona (O/L, 46 x 61 cm; 101) de Rafael Durancamps; quizá la fuerte luz de amanecer entusiasmase a los teléfonos que subieron su precio de 7.000 a 11.000 euros, el mismo precio en el que se adjudicó en postventa el relieve en bronce de Ángel Ferrant, Y pase de muleta, 1939-81 (3/6+2HC, 32 x 50 cm; 119), ligeramente por debajo de los 12.300 que se pedían.
Sinceramente, fue una alegría que dos coleccionistas pujasen el Sin título, 1955 (O/T, 49 x 84 cm; 149) de Luis Feito y que se adjudicase finalmente por 6.500 euros, el mismo precio que ofreció un teléfono por Illa, 2004, un interesante y grandioso tríptico en negro, blanco y negro, muy matérico y típico del mallorquín Guillem Nadal (100 x 300 cm; 186). Inmaculate, 1991 (A/tela serigrafiada, 130 x 230 cm; 226) de Antonio de Felipe se vendió también, por los 4.200 euros de la salida.
En el apartado de papeles se nota especialmente, como es lógico, lo internacional de algunos, que marca las diferencias. Y así, el pequeño gouache con Dance (14 x 19 cm; 115) de André Derain pasó de 2.000 a 4.200 euros, adjudicado finalmente a un coleccionista en sala. Las dos acuarelitas de apenas 3 x 5 cm (143) de Eduardo Chillida, de 1965 -una de las cuales fue la portada del nº 26 de la Revista de Occidente de mayo de 1965-, pasaron de 150 a unos más que sorprendentes 1.400 euros; la escena se repitió con el lote 145 de Eusebio Sempere, cuyo Sin título, 1966 (tinta y collage, 16 x 13 cm; portada del nº 42 de la misma revista pero de septiembre de 1966; 145), pasó de unos muy tímidos y conservadores 120 euros hasta los más que suficientes 1.200 euros.
En esta línea, debemos resaltar los 1.700 euros pagados por Escena mitológica, 1977, un delicada e imaginativo dibujo a lápiz de Guillermo Pérez Villalta (36 x 26 cm; 155), y los 3.200 euros ofrecidos por Sin título, 1986 (lápiz y gouache, 49 x 33 cm; 165) de Jaume Plensa. Menores, interesaron también los gouaches de Costus, y ambos lotes 150 y 151 –Mujeres esna (48 x 34 cm) y Ana Curra (28 x 15)- se remataron por 850 euros.
Y la apuesta de Segre por la fotografía: dos coleccionistas se interesaron por el Espejo mágico de incertidumbre del Dr. Heisenberg, 1998 (seis fotografías, 8/25, 20 x 25 cm; 200) de Duane Michals, que se adjudicó por 6.500 euros. Y el Retrato de sátiro con un cubo en la cabeza, 2004 (5/10, 60 x 50 cm; 199) del japonés Yasumasa Morimura se remató por 2.200 euros.
En el apartado de obra gráfica hay que consignar varios hechos. 8.000 euros se ofrecieron por la serigrafía de Roy Lichtenstein, …Huh?, 1976 (37/100, 105,6 x 75,4 cm; 322), que había salido por apenas 3.000 euros, debido quizá a su no perfecto estado. 4.000 euros se pagaron por Atvatabar, 1996 (aguatinta, aguafuerte, litografía, serigrafía y relieve, 10/32, 67,5 cm diámetro; 321) de Frank Stella. Buena venta de las dos serigrafías de Julian Opie: Watching Suzanne (front & back) nº 1, 2006 (16 y 15/25, 83 x 57 x 3 cm; 328 y 329), que se adjudicaron por 5.000 y 4.000 euros. Y tres sorpresas, que cuesta creer: de Equipo Crónica, El Happening del Conde de Orgaz, 1968 (serigrafía, 57/75, 67 x 87 cm; 314) se disparó hasta unos asombrosos 3.800 euros, pero no hubo interesados que pagasen los 3.000 euros pedidos por La escalera, 1971 (serigrafía/L, 2/10, 100 x 100 cm; 313); y Baile de juventud (litografía firmada y fechada 25.7.61 en plancha, sin numerar, 62,5 x 49 cm; 284) de Picasso subió de 250 a otros verdaderamente sorprendentes 1.500 euros. Buenas ventas, sin duda. Enhorabuena, y ¡feliz verano! Daniel Díaz @Invertirenarte