133.100 euros por el Solana en Ansorena
Cierra la cita del 28 de febrero escoltado por las ventas destacadas de Clavé por 42.000 y Jordaens por 32.000 euros
La supuesta batalla que planteábamos en nuestro artículo de previos (ver) de Ansorena, entre las dos piezas de Hermenegildo Anglada Camarasa y José Gutiérrez Solana que ya habían salido a pujas, la ganó finalmente el madrileño.
La lógica y esperada subida del lienzo de José Gutiérrez Solana, Máscaras de las escobas, c. 1935 (O/L, 63,5 x 90,5 cm; lote 395), quedó manifiesta: de los 90.000 euros pedidos hasta los 110.000 euros finales (133.100 euros tras aplicar el 21% de la comisión, con el IVA ya incluido), ofrecidos en una puja previa por escrito, pero queda a amplia distancia de la estimación entre 150,000 y 250,000 GBP en que se ofreció, no hace demasiado tiempo, en Sotheby’s Londres en noviembre de 2013. Buen precio, desde luego, para una pieza típica de su mano, quizá ligeramente tardía, pero que muestra para el que quiera leer entre líneas que los intereses de los coleccionistas van por otras vías, a no ser que se trate de una pieza excepcional. Expuesto en 1936 en el Carnegie Institute de Pittsburgh (núm. 316) y en 2004 en el Museo Reina Sofía, y publicado también en las monografías de Manuel Sánchez Camargo de 1945 (pág. 101) y 1962 (pág. 48 y 49, ilustrado, como Máscaras en las afueras) y de Luis Alonso Fernández (Centro Cultural Conde Duque, 1985, pág. 246 y núm. P262), habla de su importancia, pero no de su excepcionalidad.
La otra gran venta de la tarde la protagonizó el lienzo de Antonio Clavé, un desenfadado Le Main, 1965 (O/L, 120 x 120 cm; 159) interesante homenaje al Greco y a su Caballero con la mano en el pecho. Con certificado del propio Clavé y publicado en 1980 en el catálogo de la exposición en la Biblioteca Nacional de Madrid (pág. 60, núm. 104) y en 1990 por Pierre Cabanne, los 36.000 euros pedidos quedaron pronto superados por un coleccionista en sala que terminó adjudicándoselo por 42.000 euros. Pequeña alegría, que muestra que el coleccionismo para este tipo de piezas del catalán sigue vivo.
Si retrocedemos ligeramente, encontramos tres ventas en las que merece la pena detenerse brevemente. La primera, un lienzo marítimo de Enrique Martínez-Cubells, La vuelta de la pesca (O/L, 104,5 x 83 cm; 480), que subió de 11.500 a nada menos que 24.000 euros; hay veces que uno sigue sorprendiéndose porque, ofrecido en anteriores ocasiones, no había habido interés… La segunda, relativamente previsible: Nu assis dans la verde (O/L, 46 x 38,5 cm; 476), de Joaquín Sunyer; buena compra, que pasó de los 15.000 euros previstos hasta los 21.000 finales. Y la tercera, una grata sorpresa, pues un coleccionista ofreció los 14.000 euros pedidos por la tabla de apenas 30 x 40 cm de Celso Lagar, Puerto y torres de la Rochelle (lote 394), registrada con el número 160 en el Archivo Celso Lagar.
Y pasamos a la pintura antigua, donde se produjo la otra venta importante de la tarde. Me refiero al lienzo Neptuno y Anfítrite (O/L, 94 x 117 cm; 333), que la sala ofrecía de Jacob Jordaens por 28.000 euros. Según la catalogación, se trataría “una versión de menor tamaño del lienzo de 231 x 349 cm que se encontraba en la colección de Arenberg de Bruselas (ver Jacob Jordanes, su vida y su obra de Maximiliem Rooses, New Cork. E.P. Duton 1908). Roose explica que Jordanes trató este tema más de una vez y menciona una pintura de este tema, pero de dimensión menor, que figuró en una subasta de Ámsterdam del 5 de junio de 1765 y en la subasta de la viuda de Robert Geelhand en Amberes en 1888 (op. it. p.49). El Dr. Hans Vlieghe confirmó que esta pintura es una obra tardía de Jordaens”. Y así subió de 28.000 a 32.000 euros, ofrecidos desde un teléfono.
Interesantes fueron, por los 17.000 euros finales, las subidas de 6.000 a 8.500, de la decorativa pareja de Ruinas clásicas (O/L, 175 x 175 cm c/u; lotes 329 y 330), de un Seguidor de Robert Hubert, compradas por un coleccionista al teléfono. Por último, la tabla de San Gregorio, Padre de la Iglesia (O/T, 83 x 31 cm; 85), de Nicolás Borrás; pintada probablemente en el último tercio del siglo XVI, gracias a dos coleccionistas subió de 6.000 a 8.500 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte