130.000 euros por el dibujo de Dalí en Ansorena

130.000 euros por el dibujo de Dalí en Ansorena

Las subidas en varias piezas del siglo XX, de Bores, Lobo, Cossío y Bravo arropan la del dibujo y hacen de esta subasta de Navidad una de las mejores de su año

 

La portada del catálogo era precisamente el dibujo a lápiz, acuarela y tinta de Salvador Dalí. Madonna con Niño y San Juan (43,2 x 56 cm; lote 491), realizado en 1952, con etiquetas de las galerías Carstairs de Nueva York 1953 y Daniel Cardani, mostraba no sólo su habitual calidad y precisión en el dibujo; su mirada al mundo clásico, cargada de atención y embeleso, no se quedaba nunca en la copia fiel sino que ofrecía una propuesta nueva, una revisión y una actualización de las formas, un ir más allá. Y todo con su maestría habitual. Y así, es lógico que se disparase desde los 38.000 euros que se pedían hasta alcanzar los 130.000 euros, con varios pujadores en sala y en los teléfonos. Gran compra, porque el dibujo bien lo merecía.

 

Retrocedamos un poco en el tiempo para ir desgranando las siguientes ventas… También hubo notable interés por la Naturaleza muerta, París, 1928 (O/cartón, 37 x 25 cm; 645) de Joaquín Torres García; las formas primitivas, muy simplificadas ya, casi abstractas del pintor, despertaron el interés de varios coleccionistas que pujaron de los 21.000 euros de la salida hasta los 25.000 euros. Del año anterior, 1927, se ofrecía, de Ismael González de la Serna, Composición (O/T, 36 x 28 cm; 472), que fue adjudicado por los 2.500 euros de la salida.

 

De 1938, de la mano de Francisco Bores, vinculado también a la Escuela de París, su Niño delante de una mesa, 1938 (O/L, 81 x 100 cm; 492), de fuertes y atractivos colores, y expuesto en tres exposiciones en Estocolmo tras su compra en la galería Simon, de París, se remató por 36.000 euros; también de su mano, aunque más tardío, Nature morte aux citrons, 1967 (O/L, 50 x 65 cm; 644), que había estado expuesta en la Galerie Villand et Galanies de París en 1967, se remató por los 15.000 euros de la salida.

 

El siglo XIX sorprendió con varias ventas. Por 8.500 euros, dados por un teléfono, se adjudicó El coleccionista, una buena tabla firmada en París en 1856 (30 x 41 cm; 623) por José Jiménez Aranda; el lote siguiente, otra buena tabla pero esta vez del valenciano Francisco Domingo Marqués: La merienda (35 x 49,5 cm; 624), fue también adjudicada a otro teléfono, esta vez por 7.500 euros.

 

Mucho más animada fue la puja por El pintor Latorre (O/L, 39 x 49 cm; 620), de Cecilio Plá; un teléfono fue subiendo una puja tras otras, de 3.600 a 7.000 euros apurando la paciencia del coleccionista…, que finalmente se hizo con el lienzo. En esta línea, de Ricardo Baroja se ofrecía un interesante y luminoso -para lo que es habitual en su producción-, cartón titulado Mañana andaluza, 1944 (36 x 51 cm; 616); de 2.600 pasó en pocos segundos a 4.200 euros.

 

Volvamos a la segunda mitad del siglo XX. Destacaron especialmente cuatro pujas.  El vaporoso Bodegón con botella, 1964 (O/L, 73 x 97 cm; 490), de Pancho Cossío, expuesto en la 7ª Bienal de Alejandría y, años más tarde, en la muestra Pancho Cossío. 1894-1970 de la Fundación Cultural Mapfre Vida, Madrid, 1994 (cat. núm. 77, pág. 177), se adjudicó por 25.000 euros, unas pujas por encima de los 21.000 euros de la salida. Por el Paisaje de Salamanca al fondo (O/L, 47 x 46 cm; 647), de Menchu Gal también hubo interés, y de los 6.000 euros de la salida se terminó en los 9.500 euros, una cifra ya más apropiada a su calidad y tamaño. No dejó de sorprender también que el lienzo de tamaño medio Mujer mirando (O/L, 54 x 46 cm; 470) de Luis García Ochoa, un pintor con mucha calidad pero con unos precios verdaderamente bajos, subiese de 1.400 a 2.200 euros; enhorabuena al comprador también. Y la aparentemente sencilla obra Siluetas en la playa (O/L, 160 x 127 cm), del siempre interesante chileno Claudio Bravo, expuesta en la galería Egam de Madrid en 1974, subió también de 16.500 a 24.000 euros.

 

En el artículo de los previos llamamos la atención sobre varias esculturas porque las propuestas eran verdaderamente interesantes. Se ofrecía como pieza importante un muy atractivo bronce de Baltasar Lobo, con sello de la fundición de Susse Fondeur Paris, Resygram: Contemplative (2/8, 69 cm altura; 361); al hilo del buen remate del mes anterior en Segre de Mere et enfant II, 1986 por 42.000 euros, ya habíamos comentado que era una oportunidad… Al final, tres teléfonos hicieron que se disparase de los 18.000 a los 30.000 euros. Por la salida, 12.000 euros, se adjudicó la interesante y bella pieza en metacrilato Circulación en oblicuo con tres vacíos Malevich (57 x 72 x 50 cm; dedicada en 1958; 360) de Jorge Oteiza. Destacó también la venta por los 8.500 euros de la salida a un joven coleccionista en sala de la pieza de tres círculos de 150 cm de diámetro del americano Lawrence Weiner, In one end (359), producida para la exposición Lawrence Weiner, with all due intent-Com toa a Intençáo, en Cristina Guerra Contemporary Art, de marzo a abril de 2004, en Lisboa. En cambio, y no deja de ser sorprendente, volvió a quedar desierta la escultura de hierro y metal No te pases I, 1988 de Susana Solano (358), que se ofrecía por apenas 7.250 euros.

 

Por cierto, en el capítulo de la obra gráfica sorprendió la subida de 1.100 a 1.300 euros de Sin título, 1987 (serigrafía, 65,5 x 55,5 cm; 75/75; 508) de Pablo Palazuelo, y más aún los 2.500 euros pagados por el Affiche Lurrak (serigrafía, 12/75, 76 x 50 cm; 526) de Eduardo Chillida.

 

Buenas ventas en una animada licitación. ¡Felices fiestas y que el 2015 vaya mejor aún! Daniel Díaz @Invertirenarte