127.000 euros por la piscina de Hockney en Segre
La cita de ayer registró probablemente la venta más cara en subasta pública de obra gráfica en nuestro país
Había gran expectación entre los compradores coleccionistas y los curiosos por saber qué sucedería ayer en Segre, la sala del Viso, con la litografía del reconocido artista David Hockney (1937), Lithographic Water Made of Lines, Crayon and Two Blue Washes, 1978/80 (51/85, 75 x 85 cm; 605), editada por Tyler Graphics de Nueva York, y que se ofrecía nada menos que por 86.000 euros.
En nuestro artículo de previos (ver), además de comentar la importancia de la obra dentro de la producción del británico, dábamos algunas referencias de venta de otros ejemplares de la misma edición y de otras versiones muy similares, relacionando su espectacular subida en los últimos años con su gran venta en Christie’s en noviembre de 2018 por más de noventa millones de una pieza icónica dentro de su producción: me refiero a los 90,312,500 USD pagados por Portrait of an Artist (Pool with Two Figures), 1972 (A/L, 213.5 x 305 cm; ver), uno de los precios más altos pagados por una obra de un artista vivo…
Sólo quedaba esperar, pues estaba la pieza en muy buen estado de conservación, catalogación y todo dispuesto; gracias a su atractivo precio de inicio de pujas, la venta estaba ‘asegurada’, como quien dice, aunque este verbo no es el apropiado pues hasta que no hay una puja todo continúa en el aire. Así, no fue extraño que varios coleccionistas pujaran por la misma hasta su adjudicación por 105.000 euros, que sumada la comisión de la sala y los impuestos, 20,57%, de las más bajas en nuestro país si no la más, asciende a un precio final de 126.598,5 euros. Sólo queda dar la enhorabuena al vendedor por el ojo que tuvo en su día comprando la litografía de un joven llamado Hockney que comenzaba a brillar, a la sala por su buen trabajo y al comprador, que se ha hecho con una pieza que seguirá subiendo con el tiempo, aunque no tanto como proporcionalmente ha crecido hasta ahora.
Ya que hablamos de obra gráfica, mencionemos también la serigrafía de Roy Lichtenstein, Liberté (from Mémoire de la Liberté), 1991 (24/75, 100 x 119,5 cm; 604), estampada en el Studio Arcay, de Saint-Escobille, Francia, y editada en Art Multi & Sedcome, París, ofrecida y vendida por 14.000 euros. Tampoco está nada mal.
Pero la licitación no acababa aquí, ni mucho menos. Hubo bastantes lotes que obtuvieron buenos remates, los dos más altos de los años ochenta y noventa del pasado siglo. Me refiero, en primer lugar, al bronce de 1986 de Baltasar Lobo: Mére et enfant, primera versión, 1986 (EA 4/4, 58 x 50 x 27 cm; 347), por el que se pedían 38.000 euros, subió hasta los 50.000 euros. También de su mano, Le femme et le Centaure, 1967-68 (bronce patinado, E. A. 3/4 + 8 ejemplares de numeración romana, 13,5 x 16 x 10 cm; 373), con sello Suisse Fondeur, París, suplicó su precio pasando de 9.000 a 18.000 euros.
En segundo lugar, la esperada venta del lienzo un tanto tardío ya de Esteban Vicente, de su época de campos de color más grandes y luminosos: Radiant Space, 1995 (O/L, 91 x 122 cm; 396); con certificado de la fundación de Nueva York, de los 33.000 euros de inicio terminó en 44.000 euros, en lo que pienso que es muy buena compra.
Si retrocedemos a los años sesenta y setenta, abstracción ya evolucionada, sobresalieron varios remates, esperados todos por los atractivos precios, pero no por ello menos importantes. Me refiero al Pequeño cartón con materia, 1961 (Tm/cartón/L, 14 x 21 cm; 379), de Antoni Tàpies, que se disparó de 9.000 a 34.000 euros; a la una temprana y buena malla de Manolo Rivera: Metamorfosis. Nana, 1960 (tela metálica y alambre sobre bastidor de aluminio, 81 x 60 cm; 381), de 14.000 a 32.000 euros; al lienzo de Rafael Canogar, de 1963, Pintura 1963 (O/L, 73,5 x 60 cm; 384), de 13.000 a 15.000 euros; al ensamblaje de Antonio Lorenzo, Solo de piano, 1983 (óleo, teclas de piano, elementos de madera y red metálica sobre lienzo, 102 x 122 cm; 395), que subió de 2.500 a 9.000 euros. Y al esperado gouache sobre papel de María Helena Vieira da Silva, Sin título, 1952 (24 x 15,5 cm; 376), de 12.000 a 19.000 euros, que demuestra de nuevo que está en ese nivel internacional.
Unas pinceladas más y terminamos. Si nos acercamos a 2024, el Sin título, 2017 (pintura, collage y bolas de vidrio sobre tela, 57 x 30 cm; 453), de Rafa Macarrón, pasó de 9.000 a 22.000 euros… Y si retrocedemos, de Benjamín Palencia, su lienzo Paisaje de la sierra (O/L, 81 x 72 cm; 330), se adjudicó por los 15.000 euros pedidos, mientras su mucho más interesante y moderno dibujo de 1933, Sin título (tinta, 57 x 77 cm; 364), con esos seres surrealistas a base de huesos característicos suyos que luego abandonó por una pintura más tradicional, quizá buscando el sustento para salir de la postguerra, subió de 9.000 a 13.000 euros.
Por último, los maestros antiguos. La Vista costera al atardecer, c. 1790 (O/L, 69 x 90,5 cm; 119), de José Camarón, que había salido a pujas en marzo pasado por 70.000 euros, se adjudicó esta vez por los 49.000 pedidos. Y del murciano Pedro de Orrente, su Partida de Jacob con sus rebaños (O/L, 95 x 145 cm; 130), encontró comprador por los 6.000 euros de inicio. La suma de los remates citados asciende a 444.000 euros; sólo los citados. Se pueden hacer idea de las ventas con el resto. Enhorabuena. Daniel Díaz @Invertirenarte