Alexander Calder. Solaire, 1970, detalle. Segre. Salida: 45.000 euros
UN PAPEL DE CALDER DE 1970 ESTRELLA EN SEGRE
Y junto a las habituales piezas del siglo XX español, sorprende un magnífico retrato debido a Antonio María Esquivel
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Fiel a su filosofía, Segre arranca el año con una licitación el día 14 cargada de interés para los amantes y coleccionistas del siglo XX. Bajo el amplio paraguas de variedad y calidad a buen precio, vemos desfilar por su catálogo obras al alcance de muchos bolsillos, desde un atractivo papel de la recientemente fallecida Elena Asins (189) por 1.000 euros o un pochoir nada habitual de Juan Gris (360) a óleos de gran magnitud de los temporalmente devaluados Ferrán García Sevilla (293) o Miguel Ángel Campano (294) pasando por un temprano lienzo de José Guerrero (154), por citar sólo algunos ejemplos.
Sin embargo, esta vez el Goya a la mejor obra se lo lleva Alexander Calder, del que se ofrece un original y contundente papel fechado en 1970, Solaire (73 x 10 cm; 191), con un precio especialmente atractivo de 45.000 euros. Como muchos lectores y coleccionistas recordarán, es el mismo que salió a pujas en esta misma sala en julio de 2015 (ver), y que fue adjudicado por 75.000 euros, un precio relativamente bajo pues aún se estaba gestionando el certificado de autenticidad. Aunque el Calder Archive trabaja muy lentamente, la obra comparece ahora con todos los papeles en regla: con el nº A-08897 de referencia y la conocida procedencia de las galerías Maeght de París y de Barcelona. Y si en julio se vendió por 75.000 euros sin el certificado, lo más lógico es que ahora, dado su buen estado de conservación, suba incluso más. Algunos datos rápidos: un peor Blinkers, 1972 alcanzó en mayo de 2015 los 85,000 USD en Christie’s, ver) mientras Hello Green!, 1971, llegó a los 93,750 USD en la misma sala justo un año después (ver), lejos sin embargo de las 125,000 GBP pagadas en junio pasado en Sotheby’s Londres por Spirale, 1972 (ver).
Se nota el giro de la casa en la búsqueda de piezas cada vez más internacionales, aunque obviamente, dado nuestro exiguo mercado, no se trate de óleos sobresalientes sino más bien de piezas menores, normalmente sobre papel. Otro ejemplo de ello sería el Proyecto para libro, 1966 (gouache sobre papel, 33 x 25,5 cm; 211) de Sonia Delaunay. Composición muy sencilla pero plena de volumen y color, con certificado sobre fotografía firmado por Jean Louis Delaunay y Richard Riss, se ofrece por 9.000 euros, un precio que para el tamaño sería correcto, pero que para su calidad sería lógico un recorrido algo superior.
Ciertamente menores ya, pues pasamos del color a la tinta o al lápiz monocromo, Segre ofrece un pequeño abanico de posibilidades, siempre de autores de renombre internacional. Un Autorretrato al piano, 1932 (25 x 18,5 cm; 180, ver) de Leonard Foujita, firmado y dedicado, con certificado de Mme Sylvie Buisson, por 4.000 euros. Pero también cuatro pequeños dibujitos de coleccionista, firmados, fechados y dedicados: de Richard Serra, Sin título, 2010 (lápiz, 15 x 11 cm; 229) por 600 euros, el mismo precio que Sin título, 1980 (tinta, 21,5 x 14 cm; 232) de Robert Moherwell. Por Sin título, 1989 (rotulador, 21 x 16 cm; 231) de Sol Lewitt se piden 800, mientras Sin título, 1972 (lápiz, 27 x 20,5 cm; 230) de Wifredo Lam sube a los 1.200 euros. Mucho menos conocidos pero internacionales ya, vean también las piezas de Claude Viallat, Sin título, nº 148, 2003 (A/tela, 142 x 139 cm, 277), por apenas 1.100 euros, o la atrevida pieza de la francesa Hélène Yousse, Sin título, 2001 (fibra de vidrio, cuerdas, cuentas de cristal y hierro, 184 x 70 x 14 cm; 275) por 1.500 euros.
En España, además de los citados en el párrafo inicial, destacaría una pieza soberbia del austriaco que tantos años vivió en nuestro país, Adolf Schlosser. Chung fu, 1995 (abedul, granito y cable de acero, 198 x 235 x 42 cm; 241, ver), expuesta en la galería Helga de Alvear y posteriormente en el CGAC, IVAM, Alhajas de Madrid, Museo Esteban Vicente y finalmente en MNCARS, es una de esas oportunidades que se deberían aprovechar. El hecho de que ahora salga a pujas por 5.500 euros (se ofreció en esta casa en diciembre de 2007 por 30.000 y en junio de 2015 por 9.000 euros) es un dato inequívoco de la deriva del volátil mercado que se deja llevar por modas, creyendo saber más de nombres que de calidades, y que dentro de unos años –cuando se revise esa época- volverá dando alaridos para aupar a Schlosser al puesto que le debe aún…
Mucho más reconocida y apreciada en nuestro país es la producción de la sevillana Carmen Laffón, especialmente sus paisajes plenos de aire, luz y poesía. Esta vez Segre subastará dos obras: Paisaje, 1988 (pastel, firmado y dedicado, 25 x 24,5 cm; 183), por 1.800 euros, y un pequeño pero buen y luminoso óleo titulado La Calzada. Sanlúcar de Barrameda, c. 1975 (O/L, 23 x 45 cm; 185), adquirido también directamente a la artista, por 8.000 euros. En un lenguaje muy distinto, de renovación figurativa, se sitúan las piezas de Equipo Crónica; y si su pastel En el tren. Serie Los viajes, 1980 (100 x 70 cm; 208) sale a pujas por 8.000 euros, su buscado Huevo de Pascua, 1969 en cartón piedra (105 x 70 x 45 cm, edición de 50 ejemplares; 199) subirá a los 19.000 euros, toda una declaración de intenciones dada la buena conservación de la misma, nada habitual.
En nuestro camino al siglo XIX debemos citar, aunque sea brevísimamente, el Paisaje, Valle de Belerda, 1952 (O/L, 50 x 61 cm; 179) de Rafael Zabaleta; con evidentes concomitancias con la pintura colorista del Benjamín Palencia de esos años, y dedicado a sus sobrinas, los 15.500 euros pedidos es otra fuerte rebaja desde los 22.000 euros pretendidos en septiembre pasado en esta misma sala…
Y llegamos, por fin, a otra de esas felices aportaciones al catálogo de un gran pintor, aún poco valorado: Antonio María Esquivel. Esta vez se trata del Retrato del hijo primogénito de don Antonio Hompanera de Cos, 1852 (O/L, 179,7 x 135,7 cm; 97), procedente de los herederos de Hompanera de Cos, de Cuenca. Hijo primogénito de Antonio Hompanera de Cos, ministro de la Gobernación en tiempos de Isabel II, presenta una extraordinaria calidad a medio camino “entre la moda purista y los modos ingresianos”, al decir de Gerardo Pérez Calero. Su precio: apenas 20.000 euros, que deberían subir también. Y, por último, un Florero, hacia 1670 (O/L, 118,5 x 83 cm; 76) que Fred G. Meijer, conservador jefe de Pintura antigua flamenca y holandesa de la RKD (Netherlands Institute for Art History) atribuye no a Gaspar Peeter Verbruggen II, como se creía hasta ahora, sino a Hieronymus Galle el Viejo. Se piden 18.000 euros, lejos de los 75,000 USD pagados en Sotheby’s Nueva York en enero de 2015 por su última gran pieza, Pumpkins, Grapes, Peaches, Plums, Pomegranates, Pears, Figs, Apples, and Turnips By and on a Plinth (O/L, 100,3 x 113 cm; ver). Otra oportunidad. Y hay más ¡en Segre! Daniel Díaz @Invertirenarte