Joaquín Sorolla. Entrada al patio andaluz de la Casa Sorolla, hacia 1918, detalle. Salida y remate: 250.000 euros

LOS DOS SOROLLAS DE ANSORENA, 544.500 EUROS

Animada licitación donde destacaron además las ventas de las esculturas de Pablo Gargallo y Jorge Oteiza, y el lienzo de Fernando Zóbel

Joaquín Sorolla se ha convertido en una especie de rey Midas del arte español en general, y del siglo XIX en particular. El valenciano pasa por ser uno de los autores que más y mejor ha vendido en estos últimos años, dada su creciente internacionalización, y las casas de subastas buscan obra suya hasta debajo de las piedras como quien dice porque, si la pieza está en un precio razonable y es medianamente atractiva, su venta es prácticamente segura.

Como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), Ansorena sacaba a pujas dos piezas de su mano importantes. Sobre el papel, la mejor se ofrecía el segundo día de la licitación, el miércoles 21. Se trataba del abocetado lienzo de gran tamaño Preparando y arrastrando atunes, 1912 (O/L unidos, 83 x 212 cm; 783), procedente de herencia de Elena, su hija menor (números 69 y 71 de la serie K), y recogido también en el catálogo de Bernardino de Pantorba (números 849 y 850). Poco tiempo antes, el 26 de noviembre de 1911, Archer Milton Huntington y Joaquín Sorolla habían firmado el contrato para la realización de los grandes lienzos que representarían las regiones de España para la Hispanic Society de Nueva York. Y algo del último de los lienzos pintados para allá, La pesca del atún en Ayamonte, 1919, aparecía ya en esta pareja de lienzos… De ahí la salida por 200.000 euros, que fue adjudicada a un teléfono por la salida, que pagará 242.000 euros, comisiones e impuestos ya incluidos (21%)

También se ofrecía Entrada al patio andaluz de la Casa Sorolla, hacia 1918 (O/L, 65 x 55 cm; 157), que fue adjudicado, finalmente, por los 250.000 euros pedidos. Debo reconocer que este último remate supone para mí una verdadera sorpresa dado nuestro mercado; y aunque el año, la temática y el tamaño no lo hacían presagiar en absoluto, probablemente el tan cercano asunto tratado de la casa del pintor debió influir en el coleccionista que deberá abonar la nada desdeñable cantidad de 302.500 euros.

Ya que estamos en la pintura finisecular, mencionemos que de José Cusachs se vendió por la salida, 18.000 euros, uno de los dos óleos de 1905 presentados: Soldado de caballería (ver, 54,5 x 73 cm; 154), mientras su más abocetado Revisando las tropas quedó a la espera de mejor ocasión. Y de José Jiménez Aranda, su Abrid, en nombre del rey (O/L, 51 x 82 cm; 189), que había salido ya en anteriores ocasiones, se remató por los 9.000 euros pedidos.

El otro gran apartado de la subasta lo protagonizaba la escultura, que cumplió con las expectativas. Ya comentamos que el bronce de Pablo Gargallo, Maternidad, 1922 (31,5 x 19,5 x 19 cm; 575), era especialmente atractivo. La pieza, que se ofrecía por 50.000 euros, era la “ex. a 3/3” [una de las 3PA] de una edición que consta de 7 ejemplares, más 3PA y cuatro más (Museo Paul Valery ejemplar 0, HC, HC1/1 y ejemplar del Museo Pablo Gargallo), según la catalogación. Una puja por escrito por la salida, y un teléfono que ofreció la siguiente de 55.000 euros, y en ese atractivo precio se remató; buena compra, sin duda.

La otra era del vasco Jorge Oteiza: Caja metafísica por conjunción de dos triedros. Homenaje a Leonardo, 2000 (25,5 x 22,3 x 29 cm; 569), en chapa de acero pintado en negro, de una edición de 5 ejemplares, que necesita una restauración superficial. Firmada, fechada y dedicada el 23 de enero de 2000, los 25.000 euros que se pedían fueron una oportunidad recogida por un comprador en la sala, el único interesado que aceptó ese precio.

La otra compra importante de la noche fue también la esperada de Fernando Zóbel. Esta vez se trataba de un hasta cierto punto atípico Raíles, 1970 (O/L, 80 x 80 cm; 520), con masas de color más rotundas y firmado en Cuenca el 11 de septiembre de 1970. Los 35.000 euros iniciales parecían atractivos, y así fue pues los distintos coleccionistas terminaron subiendo su precio hasta 45.000 euros, ofrecidos por una coleccionista en la sala; otra buena compra. Como también lo fueron algunas del día anterior de sus amigos: 362, 1962 (Tm/L, 60 x 73 cm; 326, ver) de Luis Feito, que se adjudicó por los 15.000 euros de la salida; Colectivo en una playa, 1980 (O/L, 100 x 81 cm; 325, ver), de Manuel Hernández Mompó, que subió de 9.000 a 10.000 euros; o más espectacular aún, Sin título, c. 1961 (Tm/T, 134 x 97 cm; 521) de Lucio Muñoz, que de los sorprendentes 6.000 euros iniciales terminó en unos aún atractivos 11.000.

En esta línea de obras de artistas reconocidos que salían a precio de ganga debemos citar cuatro más. La primera, de Carlos Nadal, pues los 6.000 euros pedidos por Pueblo de L’Arbos, 1981 (O/L, 47 x 56 cm; 600), terminaron en 11.000 euros; la segunda, de Juan Barjola, cuyo Retrato (O/L, 100 x 81 cm; 518), pasó de 16.000 a 20.000 euros; la tercera, el Rostro (tintas y acuarela, 75 x 54 cm; 523), de Oswaldo Guayasamín, que de 8.000 terminó en 11.000 euros; y por último, el clamoroso pastel de Julián de Tellaeche, Pescadores (49 x 60 cm; 630, ver), que en buena lógica pasó de unos increíbles 500 euros hasta otros aún atractivos 3.200 euros.

Por precio ya, destacaron además los dos remates de los bodegones de Antoni Clavé: si su primer Bodegón, 1947 (O/T, 48 x 78 cm; 468, ver) pasó de 14.000 a 16.000 euros, su parisino Bodegón con sandía (O/L, 73 x 91 cm; 519) hizo lo propio solo que esta vez de 21.000 a unos ya más lógicos 31.000 euros, pero que siguen estando muy lejos de los precios pagados hace unos años por este tipo de piezas de su mano…

Terminamos con tres menciones. De Joan Miró, Souris noire à la mantille, 1975 (ver; aguatinta, 37/50, 138,5 x 96 cm, plancha: 115 x 74,7 cm; Dupin, III, nº 750, pág. 130; lote 332), pasó de 9.000 a 10.000 euros. El Bodegón con Popeye, 1999 (Tm/T, 47 x 35 cm; 317), de César Galicia, con etiqueta de Forum Gallery, New York (Five decades: Art and artist of Forum Gallery 1962-2012), pasó de 1.800 hasta 4.700 euros. Y de José Manuel Ballester, su Cantera, 1992 (A/T, 220 x 130 cm; 349), se remató por los 10.000 euros pedidos. Magnífico broche de cierre de año. ¡Enhorabuena! Daniel Díaz @Invertirenarte