Santiago Giralda. Lago (Serie Landscapes I), 2012, detalle. Salida: 12.000 euros
Las oportunidades en contemporáneo, en Segre
En la cita del 28 de marzo, destacan unas piezas de Tàpies y Zóbel, y sorprende una fantástica tabla de Luis de Morales
(Si quiere ver los resultados de la subasta, pulse aquí)
Hace apenas un mes se cerró con éxito la feria de ARCO, el evento de arte contemporáneo por antonomasia en nuestro país. Entre las muchas ventas, destacó la cantidad y calidad de las obtenidas por la galería Moisés Pérez de Albéniz de un joven nacido en 1980 llamado Santiago Giralda; visto que su exposición Dejar hacer a la sombra en la galería en 2015 había sido todo un éxito (ver), no nos sorprendieron tanto a los que llevamos un tiempo siguiendo sus pasos… Apunten su nombre, en cualquier caso.
La obra de Giralda –que disfruta actualmente de la beca de la Academia de Roma, para más datos- ha girado en los últimos tiempos hacia colores oscuros, azules prusia, negros intensos y marrones empastados, con su pincelada característica y una pérdida quizá del elemento narrativo, o al menos, con menor presencia. Y los formatos grandes del entorno del 200 x 200 cm se venden actualmente en la galería por 18.000 euros…
Lo que interesa no es tanto que Segre ofrezca obra de este artista y una magnífica pieza suya -que se ofrece por cierto por 12.000 euros- esté en su portada: Lago (Serie Landscapes I), 2012 (O/L, 195 x 195 cm; lote 234). Me parece más significativa aún la apuesta de la sala de subastas por autores jóvenes, poco conocidos quizá todavía por el gran público… En este sentido, veremos si el mercado secundario puja por esta pieza y sube algunas pujas –como sucedió hace no demasiado en esta misma sala con un óleo del más reconocido Secundino Hernández (ver)- o si se queda en un adelantado que aún debe iniciar su camino en las subastas…
Como digo, la apuesta no es sólo por Giralda. Hay cuatro nombres más especialmente interesantes, por acotar este artículo. De Prudencio Irazábal, un habitual en Helga de Alvear, su buen Untitled, 1995 (A/T/T, 107 x 107 cm; 231), por unos ajustados ya 7.000 euros, aunque la fotografía no permita percibir la profundidad que realmente tiene la pieza. Del murciano Nico Munuera que trabaja con Max Estrella, Sin título, 1998 (O y tinta/L, 75 x 75 cm; 249) por apenas 920 euros (sus monotipos en ARCO presentados por La Caja Negra costaban esa cantidad). O Miquel Mont, en los últimos tiempos con Formato Cómodo en Madrid, de quien un óleo con collage de telas sobre cartón como Sin título, 1990 (40 x 89 cm; 250) parte de unos sorprendentes 630 euros. O de Pablo Genovés, cuyas fotografías de inundaciones se exponen actualmente nada menos que en la Saint Paul de Londres, Ameba. Serie viaje interior, 2005 (cibrachrome, 1/3, 150 x 150 cm; 232) por 2.000 euros, de donde se deduce que hay jóvenes y no tan jóvenes…
Saltemos ya a la generación de los consagrados y fallecidos. Bueno, justo antes a los conocidos, pero aún laborantes, porque creo que hay dos oportunidades. De Ferrán García Sevilla, Sino 16, 1992 (O/L, 100 x 100 cm; 204) por 4.500 euros, y de José María Sicilia, Luz que se apaga, 1999 (pigmentos sobre cera, 32 x 45,5 cm; 217) por 2.100 euros. O, sin ser oportunidad en absoluto, un acrílico sobre papel tratado con calor y quemado por Jaume Plensa, Sin título, 1990 (94 x 112 cm; 227), pero por 17.000 euros…
De los años 60, los consagrados y fallecidos y obras de primera madurez, destaca un buen papel con óleo y barniz de Antoni Tàpies, Homenaje a César Vallejo, 1968 (40,5 x 30 cm; Agustí, 3072, pág. 508; 177), por 15.000 euros. Y de Fernando Zóbel, un hipnótico Cuadro veintiuno de diciembre, 1963 (O/L, 55 x 35 cm; 181), por 25.000 euros, que no sería extraño tampoco que subiese alguna puja… Junto a ellos, obras menos interesantes de Rafael Canogar (174 de 1963 por 12.000 euros, o 219 de 1984 por 11.000), Antoni Clavé (170 de 1947 por 12.000 euros) o incluso de Manuel Ángeles Ortiz (168 de 1955 por 8.000 euros).
Especialmente interesante me parece el Paisaje nevado de Ávila (28,3 x 46,5 cm; 101), por 6.000 euros, de Aureliano de Beruete, como discípulo representante del nuevo modo de entender la naturaleza y el modo de pintar. Esta línea es recogida por autores ya más modernos; vean, en este sentido, el grandioso Valle del Umia (O/L, 81 x 101 cm; 104) de Francisco Llorens, por 4.000 euros, o el pequeño cartón absolutamente puntillista (y por tanto muy escaso en su producción) con Paisaje vasco, 1893-1895 (19,1 x 24 cm; 138) de Darío de Regoyos, por 10.000 euros. Menores ya, pero interesantes, serían Instante en Fuenterrabía (O/T, 19,5 x 26,5 cm; 136) de Daniel Vázquez Díaz por 2.000 euros, o el Paisaje, 1974 (O/L, 36 x 46 cm; 137) de Benjamín Palencia por 7.000 euros.
De comienzos ya del siglo XIX, y siguiendo el academicismo imperante, destaca un muy buen Retrato de don Ramón Llord, Médico cirujano honorario de Cámara de Fernando VII, hacia 1820/25 (O/L, 92 x 70 cm; 79) de Zacarías González Velázquez. Pieza notable, no deja de ser un tanto ilógico que se ofrezca por 10.000 euros, pero así es y está el mercado en estos tiempos… Lo mismo que el lienzo de hacia 1710 del sevillano Andrés Pérez de San Leandro recibiendo la estola de manos de la Virgen (94 x 71 cm; 51), con una buena parte de gloria, por 6.000 euros.
Dejamos como guinda final la tabla de castaño de Luis de Morales, con un San Jerónimo (71 x 50 cm; 55) poco atractivo quizá a la vista en un primer momento, pero cuya calidad de dibujo y de color habla por los cuatro costados y se termina imponiendo como obra autógrafa. La pieza podría estar a medio camino entre el soberbio modelo de la National Gallery de Dublín (ver), calvo y con barba rala, y el verdaderamente espléndido San Jerónimo, 1555-60 del Marqués de Miraflores –presente en la reciente y fantástica exposición del Museo del Prado, ver– con barba larga, cruz solitaria y un nudo en la tela impresionante, cabeza de serie por calidad de las versiones de la antigua colección Montaner y a la de la catedral de Badajoz. Su prudente salida por 25.000 euros habla quizá de cierta dureza en la temática, no en la técnica, y por eso no sería extraño que –reconocida al natural su calidad- subiese algunas pujas… Lo veremos el próximo martes, con nuestra enhorabuena por delante por la licitación preparada. Daniel Díaz @Invertirenarte