Vendido también el Zóbel, la colección de obras de Pablo Serrano y el óleo de Pradilla, pero faltó el remate del Botero para celebrar plenamente el aniversario de la sala.
Era de esperar la subida del papel de Alexander Calder, procedente de la galería Maeght de Barcelona: Solaire, 1970 (gouache, 73 x 110 cm), con un buen tamaño, sus colores primarios planos y sobre todo su atractivo precio de apenas 35.000 euros, reunía casi todas las papeletas para una buena venta. Y así fue subiendo poco a poco, entre los coleccionistas al teléfono hasta adjudicarse por 75.000 euros, un precio que sumadas las comisiones y los impuestos supera los 90.000 euros y que entra en el capítulo de las buenas ventas, perfectamente a la altura de las europeas.
En la línea de oferta de obras internacionales se situaba también El pandero V, 1975 (O/L, dedicado e1 1 de agosto de 1975, 40 x 40 cm; 190) de Fernando Zóbel; pieza delicada, de muy ligeras variaciones de tonos de color, y con su habitual toque en negro, se vendió también, aunque esta vez por la salida, 17.000 euros. Parece notarse, eso sí, un cierto agotamiento en el mercado filipino y asiático con estas obras, porque de un tiempo a esta parte el entusiasmo en las pujas parece haber al menos disminuido, y por supuesto no hablo aquí sólo de Segre; esperemos y analicemos las siguientes ventas en el mercado antes de sacar conclusiones.
Sí produjo entusiasmo entre los coleccionistas la colección de obras de Pablo Serrano: casi todas subieron notablemente. De los dibujos sobre litografía (7/68 y 61 x 44 cm la mayoría) pero realzados por el artista con ceras y lápices de colores, el más destacado fue Los Duques de Osuna. Goya (159) que pasó de 200 a 950 euros, o el Carlos V. Tiziano (142), adjudicado por 650 euros. En las esculturas, de 1974, también hubo buenas ventas, y fuertes aumentos en las seriadas. La más destacada fue, como era previsible, la pieza única: La rendición de Breda. Velázquez (bronce, 74 x 58 x 80 cm; 173), adjudicada por los 12.000 euros de la salida. Entre las seriadas, Autorretrato. Goya (bronce, 1/7 + 2PA, 34 x 23 x 16 cm; 140) subió de 2.200 a 4.200 euros, y el sugerente El perro semihundido. Goya (bronce, 1/17+PA, 36 x 18 x 6,5 cm; 167), vendido por 2.400 euros.
En cambio, los collages de Esteban Vicente se demostraron altos de precio pues de los cuatro que se ofrecían (195, 196, 199 y 200) sólo se adjudicó el más barato, y colorista: Sin título, 1979 16 x 18 cm; 199) que pasó de 4.600 a 6.000 euros.
Causó sorpresa, sin duda, la lucha de dos pujadores por el Crosssing tunnel, 2001 (O/lino, 250 x 160 cm; 225) de Victoria Civera, que se había expuesto en Soledad Lorenzo; ante propios y extraños se sucedieron las pujas desde los 2.900 hasta rematarse finalmente en los 5.000 euros. Y, aunque sea de otra época, sí conviene mencionar la venta del Hombre fumando en pipa (O/L, 62 x 50 cm; 56) de Francisco Pradilla, aunque se adjudicase por los 11.000 euros de la salida.
Breves:
De Manuel Barbadillo, Sin título, 1967 (A/L, 65 x 65 cm; 203) se vendió por los 3.900 euros de la salida; la Plaza de los Vosgos, París, 1975 (O/L, 60 x 73,5 cm; 104), de María Girona, por apenas 2.000 euros a pesar de su calidad; y los dos papeles de Joan Hernández Pijoán, muy sencillos y atractivos, por las salida, 1.800 euros cada uno, pero ventas al fin y al cabo: Sin título, 1999 (gouache, 23,6 x 27,1 cm; 191) y Sin título, 2002 (gouache, 24,5 x 38 cm; 192).
Esculturas, vendidas en la salida: de Mitsuo Miura, por 1.500 euros, su sencilla pero atractiva Sin título. SC3 Amarillo, 1996 (A/madera, 45,5 x 56 x 2 cm), pieza única procedente de la galería Helga de Alvear, y el Relieve, 1991 (acero cortén, 2/3, 80 x 80 cm; 137) de Amadeo Gabino, por 3.900 euros.
En fotografía, enhorabuena por la compra por 3.000 euros de Yukio (Serie Regards), 2003 (2/3+2PA, 125 x 100 cm; 241) de Pierre Gonnord, uno de los grandes fotógrafos actuales, sin duda.
Por último, hay que señalar, aunque pueda parecer irrelevante o menor, la venta por los 1.200 euros de la salida del dibujo a base de tinta y lápices de colores del canario Juan Ismael, La barca de las llaves, 1970 (26 x 18 cm; 267), y la de la Crucifixión (O/L, 46 x 55 cm; 309) de Antonio García Patiño, que pasó de 200 a 1.700 euros.
Lástima que esta subasta cien, no se haya podido celebrar con la venta del Perfil de dama, 1968 de Fernando Botero 132; 119.000 euros) por el que han recibido ya en la postventa alguna oferta, o del Retrato de Carlos III de Rafael Ximeno (37; 20.000 euros); habría sido un magnífico broche, digno del aniversario. Daniel Díaz @Invertirenarte