La sala catalana continúa con sus buenas ventas en pintores catalanes como Meifrén, Vayreda o Roig Soler, y en pintura antigua y barroca donde obtuvo más de 200.000 euros.
Como señalamos en nuestro artículo anterior (leer), la pieza estrella de la subasta fue, finalmente, el terrible desnudo de Ágata, 1960 (O/L, 130 x 97,5 cm; 1335) de Antonio Saura, vendido por los nada despreciables 130.000 euros de la salida; precio ajustado dados los tiempos que aún corren, con la comisión y los impuestos, el coleccionista deberá abonar la importante cantidad de 158.314 euros.
El siglo XX obtuvo otras buenas ventas, pero ya lejos de estos remates. Y así, el pequeño Paisatge amb groc de Nápols, 1989 (O/L, 27 x 46 cm; 1327) de Joan Hernández Pijoán, pasó de 6.000 a 7.500 euros. De la búlgara Sultana Souroujon, Una joven, con un boceto por detrás (68,2 x 76 cm; 1293), se remató, sorprendentemente, por 17.000 euros, muy lejos de los 6.000 euros de la salida. Y si retrocedemos un poco, la pieza surrealista de Antoni García Lamolla, Sin título, 1935 (O/L, 34 x 44 cm; 1331) subió de 18.000 a 22.000 euros, reafirmando su mercado una licitación más.
El mundo del paisaje fue especialmente querido por los finiseculares, y eso se nota en el mercado catalán. De Eliseo Meifrén, su atractivo nocturno con la Bahía de Palma de Mallorca (O/L, 97,2 x 110,7 cm; 1226) se disparó, y de los 24.000 euros terminó adjudicándose nada menos que por 40.000 euros; algo similar ocurrió con La playa (O/L, 57 x 97 cm; 1228) de Joan Roig Soler, que de 15.000 terminó en 38.000 euros. Y hasta 14.000 euros subió la Primavera, 1893 (O/L, 62 x 115,5 cm; 1219) de Joaquín Vayreda, desde los 6.500 euros de la salida. El Paisaje (O/L, 93 x 74 cm; 1326) de Casimir Martínez Tarrasó se adjudicó por los 10.000 euros de la salida.
Se quedó en el tintero, en cambio, el espectacular paisaje de Santiago Rusiñol, Estany del desmais (Jardines de Monforte, Valencia), 1918 (O/L, 75 x 92 cm; 1227) por el que se pretendían 95.000 euros. Pero, atención, del gallego José Frau se vendió y subió de nuevo una pieza de su mano; esta vez, Terrenos del convento (O/L, 61,2 x 83,5 cm; 1232), que fue pujado repetidamente desde 5.000 hasta los definitivos 8.500 euros. En una línea similar debemos citar los 9.000 euros pagados por la Iglesia de Sant Esteve de Llanars, Ripollés (O/L, 180 x 110,5 cm; 1212) de Dionisio Baixeras, lejos ya de los 18.000 euros en que se ofreció en diciembre pasado. Y para terminar esta sección: Joven con sombrero (carboncillo y pastel, 32 x 25 cm; 1193) de Ramón Casas pasó de 6.000 a 7.500 euros, y El sermón (O/L, 31 x 61,5 cm; 1195), firmado en Roma por Antonio Reyna, subió de 1.500 a 4.000 euros.
En pintura antigua hubo también muy interesantes ventas.
El Calvario (temple y pan de oro/T, 107 x 98,5 cm; 1065) de Bernat Despuig y Jaume Cirera, realizado en Barcelona entre 1425 y 1450, subió de 45.000 a 65.000 euros, lo cual muestra no sólo su calidad sino el interés por varios coleccionistas por hacerse con una pieza como la actual. Ligeramente anterior, por un románico Escudo (temple/T, 21,7 x 31,2 cm; 1073), atribuido a la escuela aragonesa de finales del siglo XIV, hubo también una intensa batalla, al salir desde los 500 euros y adjudicarse por 2.250 euros. De la misma escuela aragonesa, pero ya de la segunda mitad del siglo XV, la Santísima Trinidad (temple/T, 120 x 78,5 cm; 1069) se adjudicó por la salida, 7.000 euros, lo mismo que la Circuncisión (O/T, 69,5 x 26 cm; 1071) de Escuela flamenca S. XVI siguiendo un modelo de Pieter Cocke van Aelst, vendido por 4.500 euros.
Dentro ya del barroco, sorprendió la impresionante subida de 2.500 a 8.000 euros de la Santa Faz (O/L, 62,2 x 85,2 cm; 1085), de calidad evidente pero de temática nada complaciente, debida a la Escuela española del S. XVII. Hablando de remates lejos de las cifras iniciales, debemos situar cuatro lotes más: La educación de la Virgen (O/cobre, 88,5 x 140 cm; 1108) de Esc. Flamenca S. XVII, de 3.000 a 18.000 euros; el Paisaje con aves (O/L, 140 x 111 cm; 1116), atribuido a Adriaen van Oolen, y no a Jan Fyt como se había hecho en el pasado, de 12.000 a 19.000 euros; un Paisaje, 1671 (O/L, 108,5 x 148,7 cm; 1164) del monogramista W.D. (¿quizá Willem Dalens?), de 3.000 a 12.000 euros; y los cuatro aguafuertes realizados en Ámsterdam en 1700 por Petrus Schenk con Los cuatro continentes (87 x 102 cm; 1119), adheridos a tela y pintados en el siglo XIX, que pasaron nada menos que de 1.200 a 11.000 euros, en una lucha verdaderamente impresionante.
De los siglos XVIII y XIX, dos ventas destacadas. La primera, por los 5.000 euros de la salida, es un San Rafael arcángel (O/L, 58 x 46 cm; 1128) de Escuela valenciana de la segunda mitad del siglo XVIII; y la segunda, Quell-Nymphe, 1888 (Ninfa de la fuente, O/T, 120 x 69 cm; 1150) de la mano del croata Sigmund Landsinger, de 900 a 5.000 euros.
Subasta tras subasta, con gran parte de coleccionismo catalán, Balclis suma y sigue, con autoridad. Daniel Díaz @Invertirenarte