ZÓBEL, LA FUGACIDAD CAPTURADA

ZÓBEL, LA FUGACIDAD CAPTURADA

Malagón, 1961. Óleo sobre lienzo. 97 x 130 cm.

ZÓBEL, LA FUGACIDAD CAPTURADA

La Galería Cayón de Madrid inauguró ayer la exposición “Fernando Zóbel (1924, Manila – 1984, Roma)”,  en la que se reúnen las obras que realizó este artista entre finales de los 50 y principios de los 60, período en el que se puede advertir la evolución y consolidación de su lenguaje pictórico.

Este autor español, aunque filipino de nacimiento, recibió su educación como pintor y trabajó en  distintos lugares del mundo: Filipinas, Estados Unidos y España. Una vez instalado en nuestro país en 1961, fundó el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, un foco intelectual y artístico fundamental de las vanguardias españolas de la postguerra.

Zóbel recibe influencias del informalismo americano, del expresionismo abstracto español y de la caligrafía oriental entre otras. A partir de esa inspiración desarrolló su estilo y técnica personal, dotado con un lenguaje personal que se consolidó desde 1956, momento en el que se sentirá completamente comprometido con el arte abstracto. Omitirá, a partir de entonces, todo lo superficial en sus obras, plasmando simplemente sus nociones mentales de la realidad tal como él las percibía.

A finales de los 50 el autor reduce al máximo su paleta y el grosor del trazo, solo pintaba con blanco o negro unas líneas muy finas y las aplicaba al lienzo no con pincel, sino con jeringuillas de cristal. Esta técnica tan innovadora le permitió expresar el tema que, por entonces, investigaba con máxima precisión: el movimiento. Sin embargo, no buscaba plasmar el movimiento de un objeto concreto, sino el concepto universal. Perseguía la representación  de lo sentido, no se trata de una imitación. En otras palabras, el pintor quiere capturar la velocidad, traducida a través de gestos pulidos compuestos por líneas negras. Zóbel transforma sus lienzos en una lírica de lo fugaz.

Acualmente este artista está considerado entre los más importantes de España y Asia. Su obra está presente en destacadas colecciones y museos nacionales e internacionales como el Ayala Museum, Manila, Filipinas; The Museum of Fine Arts, Boston; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid o el Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca, entre otros. Con ocasión de esta exposición se ha publicado un catálogo que incluye un ensayo del profesor Francisco Calvo Serraller sobre la evolución de Fernando Zóbel.

Abierta hasta el 6 de febrero de 2016. Ana Robledano Soldevilla.

Malagón, 1961. Óleo sobre lienzo. 97 x 130 cm.
Fotografía del artista