XXL Paper. El tamaño importa
El Rijksmuseum de Ámsterdam presenta, hasta el 4 de septiembre, XXL Paper, una muestra compuesta por obras sobre papel con una cronología muy amplia, desde 1500 hasta la actualidad. Ofrece piezas tan variadas y sorprendentes –realizadas en nuestro continente pero también en Asia– como la xilografía del Árbol genealógico del emperador Carlos V (hacia 1535) de Robert Peril, de casi siete metros de longitud; o The night clouds are driving the forgotten along de Jacobien de Rooij, un dibujo de 306 x 606 cm.
El papel ha jugado un rol fundamental desde su descubrimiento. Además de su empleo como soporte para la escritura, fue un medio ampliamente utilizado por los artistas en Europa a partir del siglo XIV. En ellos plasmaron sus ideas a la hora de componer pinturas, esculturas o edificios.
Podríamos decir que el formato habitual en el que nos lo encontramos –sin entrar en precisiones– equivaldría a nuestro actual A4. Sin embargo, en ocasiones fue necesario unir dos o más pliegos para conseguir unos fines concretos. Pensemos por ejemplo en los cartones para tapices o para pinturas murales, también en proyectos arquitectónicos de envergadura, donde las exigencias de representar las imágenes a escala 1-1 obligaban a unir grandes cantidades de estos hasta alcanzar el tamaño deseado.
El soporte ofrecía ventajas en cuanto a que era relativamente económico y fácil de transportar. Pero también tenía sus inconvenientes, pues era delicado de manejar y se dañaba fácilmente, máxime cuando se empleaba repetidamente. Por eso, la inmensa mayoría de esas piezas realizadas con este material se ha perdido a través de los siglos.
La exposición que ahora puede verse en Ámsterdam trata precisamente sobre este asunto, al reunir obras que abarcan más de cinco siglos y que fueron concebidas, bien como objetos en sí, bien como «medio para». XXL Paper cuenta con dibujos de grandes dimensiones como los preparatorios para las vidrieras de la iglesia de San Bavón en Haarlem del siglo XVI, que tienen su contrapunto con los de las ventanas de la catedral de San Martín en Utrech (realizados por Richard Holst en el siglo XX). Además de lo impresionante de poder contemplar ambos conjuntos, el espectador descubre también 400 años en el arte de hacer vidrieras. Asimismo, sorprende el cartón preparatorio coloreado de Michel Coxcie para uno de los tapices de la serie de la toma de Cartago (hacia 1555. 248 x 257 cm).
Una de las grandes aportaciones de la muestra es el ciclorama descubierto en los fondos del museo que llevaba enrollado en los depósitos catalogado como «tapiz de pared». Pintado a mano y con características concretas como el hecho de contar con agujeros en la zona superior, la investigación del personal del centro ha revelado que la obra formaba parte del Reuzencyclorama.
Se trata de un enorme panorama en movimiento de 1.500 metros donde se representan distintos paisajes de Suiza, Austria e Italia, que fue encargado a mediados del siglo XIX por el empresario alemán Ferdinand Reichardt. Fue realizado en Berlín por diversos autores y gozó de un enorme éxito durante la gira que el empresario hizo por Holanda, Bélgica e Inglaterra.
En resumen, XXL Paper propone una reunión de piezas que merece la pena conocer, pues habitualmente están guardadas en los almacenes por su delicado estado de conservación. Seguro que es un buen contrapunto a obras tan conocidas como las pinturas de Rembrandt o Van Gogh, a las que nos tiene acostumbrados la ciudad de Ámsterdam.