Word Press Photo 2023: guerra, cambio climático y vida en comunidad
La invasión rusa de Ucrania ha sido el escenario de la fotografía ganadora de este año, una imagen devastadora tomada por Evgeliy Maloletka. Entre otras instantáneas galardonadas, se encuentran una historia poco conocida sobre la falta de agua en regiones de Asia Central, imágenes que narran la vida de Afganistán bajo el régimen talibán y un proyecto colaborativo sobre la memoria de un pueblo egipcio de pesadores en peligro de extinción.
La guerra de Ucrania es la protagonista de los Premios Word Press Photo de este año. La ganadora en la categoría de fotografía del año ha sido Evgeniy Maloletka con una imagen explícita y desgarradora, capturada durante el asedio de Mauripol, más concretamente en el bombardeo del hospital de maternidad.
En ella puede verse cómo cinco hombres llevan en camilla a una mujer herida y embarazada. Mientras tanto, el ataque de las fuerzas rusas continúa, como se deduce por la columna de humo que aparece en segundo plano y la cantidad de partículas en suspensión que ha capturado la autora (y que antes formarían parte de los edificios que han saltado por los aires).
La organización del concurso señala que esta instantánea ha merecido el máximo galardón en su categoría «por capturar perfectamente el sufrimiento humano causado por la invasión rusa de Ucrania en una sola imagen».
Además, el jurado ha subrayado su carácter simbólico, ya que después de ser tomada el bebé falleció antes de nacer y la madre también murió. Esto parece una triste metáfora de la intención de Rusia en el conflicto, que parece pretender «matar el futuro de Ucrania». De hecho, según un informe de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), el hospital maternal no fue un daño colateral de los ataques de Putin, sino que se trataba de un objetivo premeditado, seguramente buscando minar la moral del pueblo ucraniano.
El premio a mejor reportaje del año ha sido entregado a Mads Niesen por su serie de imágenes de Afganistán. En él habla de un país abandonado, sin apoyo internacional y sometido al régimen talibán. Sus fotografías son íntimas e inquietantes al mismo tiempo.
Muestran una cotidianidad cargada de miedo, represión y pobreza. Una de las instantáneas captura especialmente bien esto último. Se trata de un joven de 15 años que muestra una cicatriz, vestigio de la cirugía en la que le extirparon un riñón, que sus padres vendieron por 3.500 dólares.
Por su parte, el reconocimiento al mejor proyecto a largo plazo es para la fotógrafa Anush Babajanyan, cuyo trabajo trata sobre una problemática mucho más desconocida que las capturadas por los artistas anteriores.
Con la caída de la Unión Soviética, se tomaron unas decisiones en sus antiguas repúblicas de Asia Central sobre la gestión del agua que, unidas a la crisis climática actual, han llevado a muchas personas a tener que adaptarse a nuevas realidades en las que no disponen de este bien tan preciado. En este caso, las imágenes son muy humanas, próximas a los protagonistas y a su nueva relación con el agua, imbuidas todas ellas de una atmósfera muy cinematográfica.
El cuarto y último premio, el de formato abierto, ha sido otorgado a Mohamed Mahdy por un proyecto llevado a cabo en colaboración con los residentes del barrio de Al Max, en Alejandría, Egipto. En él, se busca preservar la memoria de un pueblo de pescadores en rápida desaparición, puesto que el gobierno les está apartando del canal en el que tradicionalmente han vivido y trabajado, reubicándolos en otras zonas del país. Su trabajo combina las fotografías que toma de este barrio con archivos de las familias que lo componen, vídeos, grabaciones de sonido…
Además, se incluyen en el proyecto –aún en curso– lo que el artista llama «últimas cartas», textos que los habitantes de Al Max escriben sobre los lugares de los que van a tener que despedirse, dejando así un legado dedicado a las generaciones futuras, tal y como explica el autor, para que no piensen «que el pueblo se ha rendido y ha querido renunciar a sus tradiciones». Todo ello se recopila en una web interactiva
Estos ganadores han sido seleccionados de entre 24 proyectos regionales, que a su vez se eligieron de un total de más de 60.000 participaciones, pertenecientes a 3.752 fotógrafos de 127 países distintos. Tanto los máximos vencedores como los regionales formarán parte de una gran exposición itinerante, como cada año. En esta ocasión, la muestra visitará 60 ciudades, entre las que se encuentran Tel Aviv, Barcelona o Toronto. Sofía Guardiola