William Klein, fotógrafo, pintor y cineasta
El espacio Fundación Telefónica presenta, en el marco de la XXII edición de PhotoESPAÑA, William Klein. Manifiesto, la primera gran retrospectiva en España dedicada al fotógrafo neoyorquino William Klein que se encuentra disponible hasta el 22 de septiembre. La muestra propone mostrar todas las facetas de la obra del autor –fotográfica, pictórica, gráfica y cinematográfica– para dar a conocer sus múltiples “vidas creativas” más allá de la fotografía.
Comisariada por Raphaëlle Stopin, la exposición reúne cerca de 200 piezas entre pinturas, fotografías, documentos –algunos inéditos–, películas, maquetas y prototipos para mostrar las diferentes, y a menudo desconocidas, facetas de un artista en el que con frecuencia solo se piensa como fotógrafo.
Klein estableció las bases de una estética moderna en contacto directo con una sociedad de posguerra aún por reconstruir. «Visionario» y «radical» son los adjetivos que más lo definen, hasta el punto de que la fotografía del siglo XX tal y como se concibe hoy en día, no puede entenderse sin él.
Inicios y abstracciones fotográficas
Empezó a mediados de la década de los años 1950, tras estudiar en la Sorbona y frecuentar los talleres de André Lhote y Fernand Léger, con el que trató varios subgéneros diferentes y los códigos existentes. En 1952, por invitación del director italiano de teatro Giorgio Strehler, expuso en Milán en el Teatro Piccolo; más tarde en la Galleria del Milione y realizó una serie de pinturas murales abstractas para arquitectos italianos. Para algunos de ellos, hizo paneles murales en blanco y negro.
También creó unos monumentales paneles giratorios de madera montados sobre rieles que constituyeron el inicio de su obra fotográfica. Es precisamente al fotografiar estos paneles cuando Klein se encontró cara a cara con la fotografía y su potencial, y se planteó recrear dichas geometrías blancas y negras en el laboratorio. Así, inició una trayectoria consistente en composiciones abstractas realizadas en el cuarto oscuro y expone sus “abstractos” en el Salón des Réalités Nouvelles de París.
En la década de los años 50 el libro era el primer canal de difusión de una obra fotográfica. En París trabajó con el cineasta experimental Chris Marker, quien le garantizó la publicación de su obra. Así publicó en 1956 Life is Good & Good for You in New York:Trance Witness Revels, que se convirtió en su manifiesto, un libro revolucionario que sentó las bases del “lenguaje Klein”, modificando las concepciones acerca de los principios de la fotografía , ayudando a que encontrara un lugar en las artes.
En este manifiesto se advierte la mirada global de Klein en su obra: utiliza la calle como materia en todas sus dimensiones. Muestra al espectador un siglo en movimiento, un siglo de mutaciones, de creaciones, de emancipaciones. Para captar mejor las líneas de tensión creó, en la década de 1950, grandes conjuntos fotográficos en el corazón de las ciudades modernas como “New-York 1954-55”, “Rome 1956”, “Moscou 1959-61” y “Tokyo 1961”. Pronto descubrió la sociedad del espectáculo, dirigiendo para la televisión y fotografiando para la prensa de moda hasta que llegue el cine para satisfacer su deseo de movimiento y su compromiso como fotógrafo.
El cine y la imagen de moda en la obra de Klein
William Klein utilizó la fotografía de moda como puerta de entrada a la dirección cinematográfica. Llegó al mundo de la moda de mano del director artístico de Vogue, Alexander Liberman, el fotógrafo llevó las modelos a la calle.
El artista también ha dirigido 21 películas –cortometrajes, mediometrajes y largometrajes– en los campos de la ficción y el documental, además de cerca de 250 anuncios publicitarios. El dinamismo artístico que despliega en este ámbito es impactante, cambiando de un estilo a otro, y a veces combinando varios géneros en la misma película, desde la comedia musical a la telerrealidad.
Al llegar al mundo del cine de manera tardía, Klein lo concibió como un espacio de libertad en el que escenifica sus proféticas visiones de nuestra modernidad, con un posicionamiento más político que nunca. Así, la exposición se completa con un enfoque sobre su película ¿Quién es usted, Polly Maggoo? (Qui êtes-vous, Polly Maggoo? 1966), una sátira del mundo de la moda y de modo más amplio , de la sociedad del espectáculo. Para interpretar a la protagonista, Polly Maggoo, Klein recurrió a la modelo Dorothy McGowan, que había colaborado con él en muchas series de moda para Vogue.
Por último, la muestra recoge también sus “contactos pintados”, realizados en su estudio y donde la fotografía se encuentra con la pintura, que el artista aplica con pinceles de gran tamaño. Las hojas de contactos se utilizaban hasta hace poco por los fotógrafos profesionales para visualizar de una sola vez todas las tomas de la misma película fotográfica. Los que se presentan en la exposición son originales, aunque están ampliados. J. M. Escudero