Una monumental pareja de jarrones de F. Bellanger en Fernando Durán
Destaca también un reloj de Françoise-Louise Godon
Mientras el resto de las salas muestran unas subastas con piezas menos llamativas propias de los meses anteriores a las vacaciones estivales y preparan las licitaciones inaugurales del otoño en las que lucirán sus mejores galas, Fernando Durán se desmarca en esta ocasión al presentar objetos muy interesantes –algunos con estimaciones realmente atractivas– a lo largo de los más de 1.000 lotes que conforman su exposición y posterior venta el próximo día 30 de junio.
En primer lugar, por escala de precios, aparece una monumental pareja de jarrones franceses de estilo Sèvres sobre peanas en porcelana esmaltada con una altura de 235 cm, ambos firmados por F. Bellanger, de hacia 1890, por los que se deberá desembolsar la nada despreciable cifra de 75.000 €.
Sin pertenecer a las piezas de mayor estimación, es interesante un reloj de Françoise-Louise Godon de época Luis XVI, París hacia 1790, con esfera firmada Coteau e inscripción –Maquinista y Reloxero de Cámara de S.M.C– con un precio inicial fijado en 5.000 €, lote 871.
En escultura destaca la pareja de Niño Jesús y San Juanito –lote 415– en madera tallada y policromada que la sala ha atribuido al escultor barroco Juan de Mesa y Velasco (Córdoba, 1583-Sevilla 1627). Veremos si despiertan el interés suficiente que sus 21.000 € requieren.
En mobiliario son numerosos los artículos reseñables como el exquisito cabinet italiano del siglo XIX en madera ebonizada con aplicaciones de marfil y piedras duras por el que requieren la cifra de 6.000 €, lote 509; también sobresale un bargueño de la segunda mitad del siglo XVII en madera de nogal con aplicaciones en carey y hueso rematado en un óleo sobre cobre con la representación de los siete dolores de la Virgen (num. 466) que partirá en 2.500 €; un armario holandés de hacia 1800 repleto de marquetería floral estimado en 6.000 € o la consola francesa del siglo XIX en madera tallada y dorada con un precio de 3.250 €, lote 873.
Tras estas obras con unos valores algo superiores, la subasta se caracteriza por la presencia de múltiples piezas con estimaciones a la baja de diversos materiales como los platos de cerámica de alta época, cuyo conjunto final –atendiendo a la cantidad en venta, a su calidad y a su época– podrían configurar una colección. Por nombrar algunos, el numero 385 decorado en azul y blanco con la serie de las mariposas del siglo XVI valorado en 300 €, o el de cerámica de Talavera del siglo XVII de la serie de los helechos (num.348) con un jarrón central que partirá en 250 €. También destaca el plato de la misma procedencia pero de la serie tricolor con arquitecturas sobre el asiento, marcado en 200 €, así como algunos platos del siglo XVI-XVII de reflejo metálico.
La platería capta nuestra atención por los mismos motivos que el apartado anterior: interesantes lotes a precios realmente llamativos. Sobresale una pareja de candelabros de cinco luces estimados en 4.500 €, lote 552, una jarra en plata francesa del siglo XIX en 1.200 €, num.901; o varias escribanías como la de estilo neoclásico 893 de 1805 de la Real Fábrica de Platería que parte en 1.500 €; o la de estilo rococó con punzones de Bartolomé de Gálvez y Aranda (lote 929) valorada en unos exiguos 180 € , la benditera con punzones de Villa y Corte de 1796 por la que piden 300 € y también la colección de cruces , relicarios y medallas de alta época que partirá en 250 €.
En cerámica podemos nombrar una pareja de ánforas de la manufactura de Richard Ginori num.557 con una salida de 1.000 €.
Los coleccionistas de armas es probable que se fijen en la escopeta de chispa catalana 1.412 con decoración en plata y punzones de Serra a la venta en 1.000 € y en la pistola para la tropa Real del Cuerpo de Guardias el Rey fabricada en 1820 del célebre armero Ramón Zuloaga con un precio de 600 €.
Por último, un lote –1.179– especial en los que me gusta fijar la atención, ya sea por su originalidad, calidad o singularidad en el mercado. Un árbol de 60 cm al interior de fanal del siglo XIX cuyos brazos sustentan numerosas aves exóticas diminutas con un claro valor ornitológico y con un precio ya acorde a su originalidad de 3.000 €. Noemí Marín