Además, la casa de Juan Bravo ofrece para los días 13 y 14 varias piezas filipinas que atraerán de nuevo el mercado asiático y un Regoyos de Hendaya
Hace apenas unos días, el 13 y el 14 de junio, Abalarte tenía su subasta de ocasión; nada menos que 1605 lotes, en dos sesiones maratonianas. Ahora, con el calor estival y las vacaciones como evidentes perspectivas ya próximas, se atreve con otras dos sesiones de 700 lotes… Encomiable cuando menos, todo sea dicho.
Una de las piezas más interesantes de la licitación será, sin duda, el Retrato de Carlos Beistegui (O/L, 109 x 89 cm; lote 1112) de Ignacio Zuloaga. Coleccionista de arte y multimillonario mexicano de origen vasco, a lo largo de su vida fue reuniendo una colección de arte con nombres de la talla de Rubens, Van Dyck, Ingres, Goya…, que tras ser rechazada por el Museo del Prado (leer; y artículo de Francisco Calvo Serraller) fue donada al Museo del Louvre donde actualmente puede verse (leer). Uno de los frutos de su dilatada amistad con el pintor de Eibar fue nada menos que ocho pinturas/retratos; la que ahora se ofrece al mercado está fechada en 1935, cuando el empresario contaba con 72 años y Zuloaga 65. Es perfectamente perceptible en él no sólo su conexión anímica, sino sobre todo su absoluto dominio técnico -acrecentado por los años-, especialmente en el rostro y el fondo neutro, velazqueño.
La cifra de 27.000 euros marcará el inicio de las pujas, que indudablemente deberían subir no sólo por el personaje retratado sino también por su calidad. Conociendo la importancia del empresario que vivió gran parte de sus últimos años en el país galo, la casa parisina Poulain-Le Fur-Sotheby’s vendió, en junio de 1999, por 33.234 euros un Retrato de Carlos Beistegui de 1911, magníficamente sobrio -únicamente con blancos, negros y grises-, y por 46.527 euros otro de 1932, esta vez una técnica mixta con óleo, gouache y pastel sobre lienzo.
Ligeramente anterior, ya de 1901, es la tablita impresionista de Darío de Regoyos que recoge una Vista de Hendaya (O/T, 18 x 24,5 cm; 140). Boceto bastante trabajado, al decir de Juan San Nicolás le sirvió de modelo para sus más conocidos Hendaya vista desde el lado español y Marea baja. Se piden 8.000 euros, precio atractivo –que disfrutará mucho más el comprador tras una limpieza superficial que le devuelva su amable tono festivo- si tenemos en cuenta que en julio pasado esta casa vendió un pequeño cartón inédito suyo titulado En un parque de Bruselas (O/L, 40 x 32 cm; 1053) y pintado hacia 1880; dedicado en francés a un amigo belga, se ofrecía por sólo 3.000 euros, y se vendió por 18.000 euros (leer). Y, ya puestos, vean también la Escena de playa (O/L, 35 x 62 cm; 1117) de Julio Vila Prades por 5.000 euros.
Y llegamos al nuevo guiño filipino, del que casi con total seguridad hablaremos también en el artículo de remates. El éxito de esta aún joven casa en estas lides está ya fuera de duda, y quizá por eso mismo algunos coleccionistas traen sus pinturas y objetos relacionados con el mundo filipino. El recuerdo del récord de 400.000 euros del Álbum filipino de José Honorato Lozano en julio pasado (leer) o los 55.000 euros del Zóbel de 1962 de febrero (leer) está aún presente. Ahora se trata de una acuarela con vistas de la ciudad de Manila en la que los personajes que aparecen forman graciosamente las palabras Manuel Miramón (probablemente de José Manuel Aguirre Miramón, célebre magistrado de Manila, que “mejoró notablemente la administración filipina y publicó importantes trabajos sobre legislación en ultramar”), el mecenas que debió encargar a Marcos Ortega la realización de esta especie de resumen de su vida en imágenes. Vista del Rosario, Plaza Binondo, Vista de la catedral de Manila y Vista de Bahía (61 x 75 cm; 47) son las cuatro escenas de la acuarela, y un muy buen ejemplo de este modo de trabajo llamado Letras y figuras, del que José Honorato Lozano fue el gran especialista.
Los 12.000 euros que se piden están en la línea de los pedidos en abril pasado en Goya por las distintas acuarelas que ofrecía, que subieron también notablemente (leer); así que cabe esperar que también esta pieza suba. Más difícil lo tendrá, por no ser obra única, el libro de 37 litografías de la Expedición a Joló 1876. Bocetos del cronista del diario de Manila, por Baltasar Giraudier (44 x 55 cm; 44), que parte de 6.500 euros. Desde luego, los dibujos tienen un indudable interés histórico, etnológico y topográfico, que nos acerca de alguna manera a esos territorios, en poder del Sultán de Jolo en aquella época. Y para completar la oferta, dos lotes con acuarelas de Fernando Zóbel, la buscada producción del español nacido en Filipinas. Pequeños apuntes, con su calidad y técnica suelta habituales: Estudios para la disposición de masas, 1975 y La viste en otoño (12 x 16 cm c/u; 53) por 1.800 euros, y Ensayo de estructura en torno al Recreo Peral, 1981 (38 x 28 cm; 54) por 1.200 euros; precios atractivos al bolsillo, deberían subir alguna que otra puja.
En pintura antigua, la oferta disminuye. Del francés Theobald Michau, Fiesta aldeana delante de una taberna (O/T, 39 x 49 cm; 1130) se ofrece por 40.000 euros, en la línea de las 27,500 GBP (31.707 euros) pagadas en Sotheby’s Londres por él en abril de 2010. Atractiva es, sin duda, la pareja de Bodegones con uvas, calabazas, melocotones, higos y sandía (O/L, 27 x 34 cm c/u; 178) atribuida a Abraham Brueghel; ofrecida por 30.000 euros, procede de la antigua colección del Conde de Adanero, del Marqués de Castroserna y de la Vizcondesa viuda de Roda; toda una provenance de categoría. O la tabla Piedad (68 x 52 cm; 182) de Escuela flamenca, primer tercio s. XVI, por 15.000 euros. Menores ya, sin duda, pero con interés a pesar de los precios iniciales que no son un regalo, vean el San Juan Bautista en un paisaje (O/L, 112 x 155 cm; 112) de seguidor de Jerónimo Jacinto Espinosa por 3.000 euros, y la Santa Rosa de Palermo (O/L, 88 x 86 cm; 113) del círculo de Zurbarán, por 1.600 euros, que recuerda a la Óbidos de marzo pasado (leer)… Daniel Díaz. @Invertirenarte