En venta un tiziano que perteneció a Cristina de Suecia
El próximo 11 de mayo, Dorotheum subastará un total de 137 lotes de pintura antigua entre artistas flamencos, italianos y también españoles. La pieza estrella será una Magdalena penitente de Tiziano, fechada hacia 1555-1560. Parte con una estimación entre el millón y el millón y medio de euros. Su documentada procedencia –formó parte de las colecciones del emperador Rodolfo II y de la reina Cristina de Suecia– y la verificación de su autoría por parte de grandes expertos, son indicios suficientes para pensar que será objeto de importantes pujas.
No todos los días aparecen en el mercado obras tan señeras como la que será subastada el próximo miércoles 11 en Viena. Y no se trata de una frase hecha si tenemos en cuenta que la casa de subastas austriaca se ha asegurado de recalcar tanto la procedencia de la pintura como su autenticidad. Nos referimos al lote 35, una Magdalena penitente de Tiziano que cuenta con las bendiciones de dos grandes especialistas en pintura veneciana como Paul Joannides y Peter Humpfrey, profesores eméritos de las universidades de Cambridge y St. Andrews respectivamente. Joannides ha sugerido también la procedencia de la misma, trabajo que ha sido realizado con meticuloso cuidado por Carlo Corsato, de la National Gallery de Londres. Así las cosas, no es de extrañar que parta con un precio de salida entre el millón y el millón y medio de euros.
Según indica la casa de subastas, la Magdalena debe fecharse después de 1550, por lo que se ha relacionado con el cuadro del mismo asunto del J. Paul Getty Museum de Los Ángeles (ver aquí) y con una segunda obra documentada por Joannides en una colección particular de Lugano. Todas pertenecen al llamado «Tipo II» de las magdalenas tizianescas, realizadas a partir de 1550 y caracterizadas por una gran expresividad de la figura femenina, menos cargada de sensualidad pero con una pincelada más diluida.
Parece que el cuadro en cuestión es el que figura en Praga en poder del emperador Rodolfo II (1552-1612), en cuyo inventario redactado en 1600 se describe como «Maria Magdalena von Titian. Orig.». Su hijo, el también emperador Fernando III, lo heredaría para pasar, a mediados del siglo XVII, a la colección de la reina Cristina de Suecia (1629-1689), donde vuelve a registrarse sucesivamente en sus inventarios de Amberes (1656) y Roma (1662 y 1697). A su muerte en la Ciudad Eterna, la reina donó su colección al cardenal Dezio Azzolino, quien a su vez la legó a su sobrino el marqués Pompeo Azzolino. Aún en Roma, en 1697 lo adquiriría Livio Odescalchi, duque de Bracciano.
El paso de la pintura a Francia a manos de Felipe II, duque de Orleans (1674-1723), trae a colación otro importante nombre, el del «connosisseur» y coleccionista Pierre Crozat, que actuó como intermediario para que esta acabase en poder del noble en 1721. Permanecería en manos de los Orleans hasta finales del siglo XVIII, cuando dio el salto a Londres, donde, además de pasar por sucesivos propietarios –entre ellos el II barón de Northwick–, fue subastada en Christie & Mason (30 de julio de 1831, lote 101) y Philips (19 de agosto de 1859, lote 1506). Desde entonces, ha permanecido en Reino Unido hasta la actualidad.
Si nos atenemos a ventas anteriores de pinturas originales de Tiziano, debemos recalcar que la Santa Margarita que perteneció a Carlos I de Inglaterra –obra por cierto atribuida al maestro con la colaboración del taller– subastada en Sotheby’s el 1 de febrero de 2018 (lote 27), se remató en 2.175.000 de libras. Una cantidad parecida (2.108.750 de libras) alcanzó, en la misma casa, el doble retrato de los Hermanos Pesaro en 2016 (lote 11), obra que partía con un precio de salida similar al de la Magdalena ahora en venta. Por su parte, Christie`s subastó en 2018 (lote 42) otra Magdalena penitente próxima a la que nos ocupa que alcanzó las 704.750 libras. Así las cosas, resta saber la cifra que alcanzará el próximo 11 de mayo y si acabará en manos de algún particular o de alguna institución pública.