Tapado de Jacopo di Cione en Nueva York
Crucifixión de escuela florentina salía con unas estimaciones de 5.000 dólares en la casa de subastas Clarke, pero se adjudicó el pasado 12 de enero por 230.000 dólares después de un duelo de pujas. Probablemente porque los posibles compradores imaginaron que, tras esa escena, se escondía la mano del pintor del Trecento italiano Jacopo di Cione.
Era la primera subasta celebraba en 2025 por Clarke y la casa neoyorquina ofrecía casi un millar de lotes de todo tipo, que abarcaban desde joyas, vajillas y objetos decorativos a mobiliario, cerámica e incluso monedas. Apenas había 75 pinturas a la venta, pero solo una bastó para cerrar la jornada con un éxito rotundo: la Crucifixión de escuela florentina.
El lote 35 salía con unas estimaciones de entre 3.000 y 5.000 dólares, cifra bastante conservadora que se justificaba quizá por una catalogación genérica de “escuela florentina, posiblemente del siglo XIV o XV”. Se trataba de una pintura al temple sobre tabla con fondo dorado y un marco acoplado sobre otro marco exterior. Procedía de una institución religiosa neoyorquina y se encontraba en mal estado de conservación. Según la ficha, tenía grietas en el soporte, pérdidas en la capa pictórica e incluso moho.
La escena, desde luego, era deudora de los modelos góticos florentinos de Giotto. Además, el marco añadido con posterioridad a la tabla ofrecía, en su parte inferior, la siguiente pista sobre su atribución: “Baccio della Porta, anno MD”. Pero el nombre del artista –más conocido como Fra Bartolomeo– no debió de convencer mucho a la casa, que dudaba si datar la obra en el siglo XV o 100 años antes.
El caso es que, llegado el momento de la subasta, varios coleccionistas se enzarzaron en una guerra de pujas que hicieron incrementar por 46 su estimación inicial. Una locura que solo puede explicar un sleeper o tapado, esas piezas durmientes sin catalogación concreta que solo unos pocos saben apreciar. Probablemente quienes apostaron por la tabla sabían la mano que se escondía tras esa “escuela florentina”. O al menos lo intuían.
Podría tratarse de Jacobo di Cione, artista activo efectivamente en Florencia durante la segunda mitad del siglo XIV. Trabajó en el taller familiar junto a su hermano Matteo (albañil) y Andrea (conocido como Orcagna), y muchas de sus pinturas –como los frescos de Volterra o el retablo de la Coronación de la Virgen conservada en la National Gallery de Londres– las realizó en colaboración con Niccolò di Pietro Gerini.
Si atendemos a las obras autógrafas de Cione, muchas de ellas conservadas en Londres, veremos que su Crucifixión posee grandes similitudes con la tabla americana: la cabeza cabizbaja de Cristo, los ángeles que recogen su sangre, el grupo de personas que se agolpa bajo la cruz, la presencia de caballos e incluso astas con estandartes.
De igual forma, la parte superior de la obra adjudicada en subasta presenta una escena de la Coronación de la Virgen muy parecida a la pintura de igual asunto conservada en la National, concretamente el panel central de un retablo hecho para la iglesia de San Pier Maggiore de Florencia que se considera obra de Cione y taller. Basta fijarse en la composición de ambas tablas para encontrar los puntos en común.
De momento, ningún experto se ha pronunciado aún sobre la tabla y se desconoce la identidad del afortunado que se hizo con la obra. Esperemos poder verla de nuevo, ya restaurada y correctamente atribuida, en breve. ¿Quizá en TEFAF Maastricht? Sol G. Moreno