Un sorolla sube de 45.000 a 100.000 euros en Alcalá
Se trata de un pequeño paisaje –óleo sobre cartón– sobre la Playa de Valencia de pequeñas dimensiones que acaparó todas las atenciones en la casa de subastas madrileña. El pasado 16 de marzo también se remataron una pintura de Santiago Rusiñol en 50.000 euros y una Virgen con el Niño de Pedro Machuca en 27.500 euros.
El pasado jueves muchas de las piezas que se licitaron en Alcalá Subastas encontraron dueño. La estrella de la jornada fue el lote 873 (O/L, 23 x 25 cm), mencionado en el artículo de previos (ver aquí). Atribuida a Sorolla (1863-1923), la escena Playa de Valencia estaba datada en 1904 y por ella pedían 45.000 euros.
Acabó duplicando su valor y subiendo hasta rematarse en 100.000 euros. Aunque se tratara de un óleo sobre cartón de pequeñas dimensiones, su atribución provocó una subida exponencial.
El lote 772 (O/L, 56,5 x 41,5 cm) salió en 20.000 euros. Fue atribuido a Pedro Machuca por el experto José Gudiol en 1980. No tardó en subir hasta los 27.500 euros. Este ascenso se debió a la calidad, el buen estado y la composición del cuadro.
El Estado también acudió como comprador a la sala Alcalá para adquirir una obra de Antonio Poza y otra de Enrique Simonet Lombardo. Ejerció su derecho de tanteo sobre el lote 831 (O/L, 71,5 x 54 cm), del autor segoviano que se adjudicó en su salida, 3.000 euros. Se trata de un retrato de una pintora de medio cuerpo, ataviada con un armiño y sujetando una paleta.
De Simonet Lombardo (1866-1927) se subastó el lote 844 (O/L, 38 x 50 cm). Este cuadro presenta una vista de la Puerta de Alcalá, estaba firmado y fechado en 1911. En su caso subió desde los 1.800 euros iniciales hasta los 2.750 euros, pero acabó igualmente en manos del Ministerio de Cultura.
Del conocido pintor Juan de Sevilla (1400-1430?) se ofrecía un temple sobre tabla que representaba la Última Cena (lote 771). Esta obra (T/T, 140 x 48 cm) perteneció a la colección Pickman y muestra la escena religiosa sobre un fondo gofrado y dorado en la que Jesús preside la mesa rodeado de los apóstoles. Su salida era de 30.000 y se remató en 47.500 euros.
Las dos series de aguafuertes de Goya (1746-1828) encontraron comprador. El lote 756, Los caprichos de la Guerra contaba con un total de 79 láminas –aguafuertes sobre papel verjurado, 365 x 260 mm– y se adjudicó en 7.000 euros. Por su parte las 50 estampas que componen los Desastres de la Guerra –aguafuerte sobre papel, 335 x 250 mm–, el lote 757, se remataron en 22.500 euros.
De Santiago Rusiñol (1861-1931) Alcalá ofrecía un cuadro titulado Sol ponent. Cuenca fechado en 1916. El lote 872 (O/L, 94,5 x 123 cm) salía en 50.000 euros y ese fue su precio de remate. Provenía de una colección particular y había formado parte de varias exposiciones.
Finalmente, para los amantes del naturalismo, un bodegón de Blas de Ledesma (1556-1598) encontró dueño en 40.000 euros, tras partir de unos 30.000 euros. El lote 790 (O/L, 47 x 80,5 cm), estaba formado por una pareja de lienzos con frutas.
Uno de ellos presentaba la firma, “B deL” y una inscripción, “26” en el bastidor y “214” en el lienzo. El otro, sin firma, tenía un “25” sobre el bastidor y un “27” en el lienzo. Este último es un bodegón de frutas y flores que incluye además dos pájaros. Laura de Alvear