Un san Francisco Javier de Sorolla en Alcalá
Además, en la oferta de pintura antigua de los días 25 y 26 de mayo sobresale un grandioso paisaje de Juan Patricio Morlete, y en contemporáneo una minimalista tela de Joan Hernández Pijoán
Aunque la pintura religiosa de Joaquín Sorolla (1863-1923) no sea lo más buscado entre sus coleccionistas, no deja por ello de ser interesante la oferta de Alcalá en este sentido. Primero, porque en la abundante producción del valenciano apenas hay obra religiosa. Y segundo, porque su temprano San Francisco Javier (O/L, 80 x 52 cm; lote 399), fechado en 1891 y pintado por tanto con menos de 30 años, muestra ya signos de calidad evidente.
El 6 de febrero de 1891 escribe a Clotilde desde Madrid: ‘Hoy [los señores Fabregat] me encargan un San Francisco pequeño, o sea de media figura, más pequeña que el tamaño natural. Lo he tomado pues siempre 50 duros vienen bien y puedo ganarlos en pocos días…’ No sabemos cuánto tiempo dedicó finalmente al lienzo, pero sí conocemos dos dibujos de estudio –en el Museo Sorolla actualmente (ver)-, el segundo de los cuales se acerca ya bastante a la obra final, buen anticipo de sus aparentemente fáciles retratos de raíz velazqueña. El resultado que conocemos hoy día destaca, indudablemente, por su calidad en la expresión el rostro, la anatomía de la mano izquierda, y un buen juego de blancos.
125.000 euros se piden para iniciar las pujas, un tanto lejos de los 95.000 euros pagados en esta sala en diciembre de 2014 por su Chispero, 1883 (O/L, 169 x 72,4 cm), pero cercanos a los 173,000 USD (138.227 euros) del remate de El pescador, 1889 (O/L, 62,2 x 52 cm) en Sotheby’s Nueva York un mes antes… Y aunque no será fácil su venta, por ese componente religioso atípico y su temprana fecha, es pieza de calidad más que evidente.
De su mano se ofrece también, por cierto, un pequeño cartón de apenas 16 x 22 cm, pintado hacia 1910: Playa de Zarauz (395), con un abocetado pero interesante juego de planos y de tonos grises y rosáceos. Saldrá por 30.000 euros, y subirá, sin duda, pues es temática especialmente buscada del valenciano. Antes de pasar al siglo XVIII, vean con detalle un mucho más trabajado y preciosista lienzo de Ulpiano Checa, firmado en 1883, cuando trata de conseguir la ansiada beca de estudios para Roma: Descanso de la compañía de caballería (38,5 x 64,2 cm; 394), por 15.000 euros, un precio atractivo dados los tiempos que corren.
El otro gran retrato de la subasta se sitúa hacia 1833, cuando Zacarías González Velázquez pinta el Retrato de Dña. Manuela González Velázquez y Díaz Jiménez, sentada junto a una mesa, sosteniendo una miniatura en su mano derecha (O/L, 87 x 67,5 cm; 950). La sobriedad plástica del retrato habla a las claras de su calidad y de la madurez del pintor, que se atreve a dotar de hermosura y atractivo a su sobrina, hija del arquitecto Isidoro González Velázquez, con una reducidísima gama de colores. El premio parte de 27.500 euros, un precio no obtenido desde que comenzase la crisis; Retrato doble sedente de madre e hija (O/L, 98 x 76 cm) alcanzó en Fernando Durán en mayo de 2007, 30.000 euros, ligeramente por encima de los 27.441 euros pagados en marzo de 2001 en Tajan, París, por Portrait de gentilhomme assis (O/L, 84 x 65,5 cm).
Apenas cincuenta años antes, entre 1771 y 1779 para ser más exactos, el mexicano Juan Patricio Morlete había realizado por encargo del gobernador de Cuba y Virrey de España, Antonio María Bucarelli y Ursúa, un conjunto de pinturas de Los puertos de Francia. La obra que sale a pujas, inédita, es La pesca del atún vista desde el golfo de Bandol (O/L, 100 x 153,5 cm; 955), copia de un grabado de una de las quince pinturas de Claude Joseph Vernet para Luis XV. Y forma parte probablemente de la serie conservada en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, pues coinciden las medidas y aparece también el sello real de Carlos IV… Se ofrece por 30.000 euros, un precio verdaderamente atractivo si tenemos en cuenta que, en octubre de 2007, Christie’s Nueva York vendió varios lienzos muy similares, de 101 x 154 cm: la pareja de Vues de Bayonne alcanzó los 217,000 USD (152. 268 euros); la de Toulon, vue de la ville et de la rade/ Toulon, vue du vieux port los 193,000 USD (135.428 euros); y la de Le port d’Antibes/ Le port de Sète los 181,000 USD (127.007 euros).
Brevemente ya, en pintura antigua, vean con cierto detenimiento la monumental y volumétrica Trinidad en la tierra (O/L, 169,5 x 113,5 cm; 374) de Eugenio Cajés, encargado probablemente en 1616 para el convento de los Mínimos de la Victoria de Madrid, por 30.000 euros. Y por 40.000, una buena tabla con La matanza de los inocentes (144,3 x 90,5 cm; 354) del artista burgalés conocido como Maestro de Villalonquejar, relacionado con Brujas pero con una clara impronta personal, como puede verse en su breve producción conocida.
Y, para terminar, el siglo XX, donde domina el tinerfeño Óscar Domínguez y su contrastado Paisaje con árbol y casa (O/T, 54 x 65 cm; 440), fechado en 1947 y que perteneció nada menos que al poeta Paul Éluard; 40.000 euros se piden por tal magnífica procedencia. La línea paisajista típica de postguerra está representada con buenas telas, dignas de verse, de Godofredo Ortega Muñoz (431, 45.000 euros), Benjamín Palencia (430, 30.000 euros) y Menchu Gal (429, 12.000 euros).
Completan la oferta una Tauromaquia (O/L, 81 x 100 cm; 1077) de Juan Barjola, con personajes ya muy estilizados y un fondo muy somero, ofrecida por 35.000 euros, y la atractiva Cabeza (21). Crónica del siglo XX. La Moratena II, 1998 (hierro, 30 x 27 x 30 cm; 1078) de Martín Chirino, sale ya por 15.000 euros… Pero, sobre todo, la tela de Joan Hernández Pijoán, Xiprés sobre blanc I, c. 1996 (146 x 114 cm; 1089), con su muy simplificado lenguaje tardío típico, por apenas 25.000 euros; subirá también algunas pujas, sin duda. Como siempre, Alcalá vuelve a sorprender por su atractiva y variada oferta. Daniel Díaz @Invertirenarte