Un klimt de 74 millones al rescate del mercado
Después de las decepcionantes subastas de mayo en Nueva York, le toca el turno a Londres. A finales de este mes y comienzos de julio coinciden en la capital inglesa algunas de las ventas más relevantes del año tanto de arte antiguo como contemporáneo. La pieza de mayor valor es el Mujer con abanico de Gustav Klimt, por 74 millones y cuya venta está asegurada gracias a un guarantee.
Las subastas de verano, celebradas a finales de junio y principios de julio en Londres, son de las más importantes del año. Por un lado, cierran el curso –después continuarán algunas citas online y con piezas más modestas, pero poco más– y por otro, son la réplica inglesa a las subastas neoyorquinas. Estas últimas terminaron con unos resultados tan tibios que han hecho encender las alarmas de un «ajuste» de los precios que todavía está por confirmar.
Pues bien, eso es lo que se juega en las próximas semanas. Que los peores temores se constaten o se desmientan depende de los resultados no solo de los lotes más destacados, sino de su totalidad.
Además, en el clima de subidas de precios en el que hemos vivido en los últimos años, bajadas de martillo que solo rocen –o ni siquiera lleguen– a la estimación inferior, deben ser interpretadas con severidad. Si no hay batalla de pujas es difícil justificar una escalada de precios y el mercado actual es cada vez más cortoplacista.
Debemos insistir en la importancia de los resultados globales y no solo puntuales, ya que hace dos meses el único resultado que destacó fue el de una obra de Basquiat, que se vendió por 67 millones de dólares. El problema está en que era una obra asegurada por un guarantee, es decir, estaba vendida a un tercero incluso antes de que comenzase la subasta.
Ese tipo de inversor actúa como un seguro para la propia casa de subastas (además de como reclamo para vendedores).
Este dato es relevante porque es casi imposible encontrar una obra valorada en más de un millón de euros entre las ventas de Sotheby’s y Christie’s, tanto de arte antiguo como de contemporáneo, que no estén garantizadas.
Es por esto por lo que no tiene sentido preguntarnos si Mujer con abanico de Gustav Klimt, valorado en 74 millones de euros encontrará comprador. Ya tiene comprador. La única incógnita es si habrá alguien más interesado.
Pero detrás de la lectura macro, que resulta cada vez más intrincada, están las obras. La selección cuenta con nombres excelentes, pero con la excepción del klimt, solo Sin título de Cy Twombly y Interior nocturno de Lucian Freud están valorados por más de 10 millones de libras –de ocho a doce millones–, los tres los vende Sotheby’s en su subasta de arte moderno y contemporáneo.
En Christie’s, en la venta equivalente, la pieza de más valor también es de un autor de finales del XIX y principios del XX, Calanque des Canoubiers de Paul Signac –5,5 a ocho millones de libras–, seguido de Sin título (Pablo Picasso) de Basquiat (4,5 a 6,5 millones). Son malos tiempos para el contemporáneo-contemporáneo.
Quizá porque con los maestros antiguos ya estamos acostumbrados a cifras inferiores, las citas parecen más interesantes, aunque sin ninguna gran sorpresa. Dos de las piezas más destacadas de Christie’s ya las hemos publicado en ARS Magazine: la pareja de retratos inéditos de Rembrandt –cinco a ocho millones de libras– y la Crucifixión de Fra Angélico (cuatro a seis millones).
La única pieza que compite con ellos es El entierro de Cristo de El Greco estimado de seis a ocho millones de libras (se vendió en Christie’s en 2016 por seis millones de dólares). La pintura es parte de la colección Alana, en proceso de desintegración, y la abundante bibliografía que la menciona baraja como fechas de ejecución los años que el cretense pasó en Roma antes de venir a nuestro país, o los inmediatamente posteriores a su llegada en 1577.
Su procedencia puede rastrearse por las colecciones de Josefa Lasso de la Vega y Quintana, condesa viuda de Ybarra y, posiblemente, de Miguel Lasso de la Vega y Madariaga, X marqués de las Torres. Al igual que el klimt, cuenta con un guarantee.
También están garantizadas las tres piezas más relevantes de la subasta de Old Masters de Sotheby’s. El cabeza de cartel es Pentecostés del Maestro de los retratos Baroncelli, estimado entre siete y diez millones de libras.
La última vez que salió a licitación lo hizo en la casa rival en 2010 para más tarde pasar a manos del anticuario Jean-Luc Baroni. Su provenance se puede rastrear hasta el siglo XVI, cuando fue propiedad del doctor Pieter Rapert de Brujas, en cuya familia permaneció hasta 1931, cuando lo adquirió el barón Laurent Meeus.
Le sigue San Sebastián rescatado por dos ángeles de Rubens, valorado entre cuatro y seis millones de libras. Sotheby’s baraja la posibilidad de que perteneciese a Ambrosio Spínola, I marqués de Los Balbases.
Y, por último entre las obras más destacadas de las próximas semanas, hay que mencionar el Retrato de monseñor Cristoforo Segni, mayordomo del papa Inocencio X, fruto de la colaboración entre Velázquez y Pietro Martire Neri. La participación del primero ha alcanzado el consenso de los expertos tras su publicación por Salvador Salort Pons en su libro Velázquez en Italia (Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico, Madrid, 2002). La pintura está estimada entre 3,5 y 4,5 millones de libras.
Como decíamos con anterioridad, la incógnita no es si encontrarán comprador estos lotes, ya que todos están asegurados. La pregunta es si el precio subirá lo suficiente para alejar los temores de los que presagian un ajuste en el mercado del arte. Héctor San José.