Los autores españoles siguen triunfando en las subastas internacionales. El retrato de Carlos II pintado por Juan Carreño de Miranda se adjudicó por 350.000 dólares en la sesión de Viejos Maestros y Pintura Europea del pasado 26 de mayo en Morton. Se trata de la obra más cara del catálogo que sacaba la casa de subastas en la capital mexicana, no en vano era la imagen que aparecía en portada.
Este óleo sobre lienzo salía con una estimación de entre 350.000 y 500.000 dólares (lote 9). Es un cuadro de grandes dimensiones –206,5 x 123,5 cm– que representa al rey en edad adolescente, vestido de seda negra y con el toison de oro al cuello. Como pintor de cámara del monarca, Carreño de Miranda hizo varios retratos de Carlos II en distintas etapas de su vida, uno de ellos se conserva en el Museo del Prado (similar al que se vendió en Ciudad de México por la pose, la vestimenta y los atributos, aunque en el lienzo español no aparece de cuerpo entero).
Este retrato real compartió protagonismo con otro autor español: Miguel March, cuya pareja de alegorías –Flautista con florero y Cazador con caracola en la mano de 163,5 x 105 cm cada uno– que se le atribuían también se vendió por el precio de salida. Ambos fueron adquiridos por 10.000 dólares. Conocido por sus bodegones y escenas alegóricas, en esta ocasión March presenta a los personajes pintados con gran naturalismo y cierto toque tenebrista, rodeados de aves de corral, instrumentos de cocina y floreros.
Ambos lotes (el 3 y el 9) fueron las ventas más señaladas en la jornada que tuvo lugar en Ciudad de México en la casa de subastas Morton, donde se pusieron a la venta una docena de pinturas procedentes de Colnaghi y con una fuerte presencia española; Francisco Collantes, Herrera el viejo o Alonso de Escobar, entre ellos. También cabe destacar la composición de Hércules en casa de Ónfale de Cornelis Troost (lote 8), que salía con una estimación de 250.000-300.000 dólares y quedó sin comprador.