UN MERCADO PARA MILLONARIOS Y PARA ‘MILLENNIALS’
Una pequeña burbuja inserta en otra gran burbuja. Así es hoy (y será) el mercado del arte contemporáneo, para el rico y para el novato.
La semana pasada Untitled de Jean-Michel Basquiat se convertía en récord de artista en Sotheby’s. Ha sido el precio más alto jamás pagado por una obra de autor americano. La tela se adjudicó en 110,5 millones de dólares, después de diez minutos de pujas que finalizaron con fuertes aplausos y voces de entusiasmo. Yusaku Maezawa, de 41 años, fue el que se llevó a casa el gran lienzo del grafitero neoyorquino.
El billonario japonés expresó su alegría a través de su cuenta de Instagram, donde publicó un post con varias fotografías junto a su adquisición donde decía: “Cuando me encontré por primera vez con esta pintura, me impactó con una fuerte emoción y gratitud por mi amor al arte. Quiero compartir esta experiencia con las máximas personas posibles”. También fue él quien compró el pasado récord del artista por 57,3 millones de dólares. Con este dato se advierte que, en tan solo un año, Basquiat ha doblado su mejor remate.
Ha sido una venta histórica. Maezawa reveló a Sotheby’s el futuro del lote, que será un futuro museo que está planeando inaugurar en Chiba. “Pero antes quisiera prestar esta pieza –que no se ha mostrado al público desde hace más de 30 años– a instituciones y exposiciones de todo el mundo”, aseguró. “Espero que traiga tanta alegría a los demás como a mí, y que esta obra maestra que Basquiat hizo a sus 21 años inspire a nuestras futuras generaciones”.
El autor neoyorquino fue calificado como “rey de las subastas” en 2013 por Artprice. En la actualidad ha superado a sus compatriotas, incluido Warhol, con este último remate.
El año pasado el afroamericano se convirtió en el artista estadounidense de mayor recaudación en la subasta, generando 171,5 millones de dólares con 80 obras, según Artprice, y su mercado ha aumentado al menos diez veces en los últimos 15 años. Ahora le incluimos entre los diez creadores contemporáneos más cotizados, acompañado de Picasso, Jeff Koons, Modigliani y De Kooning, entre otros.
Se puede apreciar que el coleccionismo de piezas de este calibre sigue en manos de los grandes bolsillos. Asia cada vez toma más fuerzas e incrementa su peso en el mercado, tanto desde la perspectiva del coleccionista como del artista.
Sin embargo, se advierte progresivamente que el mercado del arte es una gran burbuja con pequeñas burbujas en su interior. Cuando hablamos de artistas muy cotizados vemos historias como la de arriba, con precios desorbitados y coleccionistas multimillonarios que son los que sostienen esta línea del negocio. Por ejemplo, en junio saldrá en Sotheby’s Londres un Kandinsky de etapa temprana estimado en 25 millones de libras, del que también se espera un gran récord.
No obstante, el presente y futuro del mercado nos habla de otra de esas burbujas que cada vez hace más ruido: la subasta online, conquistada por los coleccionistas millenials, donde se da valor al coleccionismo low cost.
Con la intensa capacidad de difusión que tienen las redes sociales, están surgiendo nuevos artistas plásticos que conectan con los jóvenes coleccionistas. Además de las subastas virtuales, por supuesto están naciendo las galerías online. El perfil de este comprador es el de un apasionado por la obra concreta de algún autor gráfico. A diferencia del perfil de Maezawa, el comprar “por inversión” no responde a un porcentaje muy alto de estos millenials, prima la emoción a la cotización, algo que mantiene a este apartado del mercado sostenible y saludable. Muy pocos tienen ojos para el arte antiguo, por eso acuden a lo más reciente, lo que a su vez impulsa el surgimiento de autores emergentes con proyección.
Esto no ha hecho más que empezar. ¿Cómo evolucionará? Sea como sea, de una cosa estamos seguros, y es que este sector económico –con todas sus variantes– sigue “on fire“. Ana Robledano Soldevilla.
