Un ‘Marte’ de Giambologna podría marcar un nuevo récord
Christie’s celebra el 30 de enero la venta de la Colección Quentin, una de las mejores dedicadas a la escultura renacentista y barroca. La pieza estrella será un Marte de Giambologna –no de su taller o un seguidor– valorado entre 7 y 10 millones de dólares. Hasta ahora, el primer puesto lo ha ocupado una versión en bronce de El rapto de la Sabina que se adjudicó en la misma casa de subastas por 3,7 millones de libras en 2014.
Hace tiempo ya hablamos del caso tan especial que representa Giambologna. Es uno de los indiscutibles maestros de la escultura renacentista y protegido de los grandes duques de Toscana. Pero, a pesar de todos los regalos diplomáticos de su mano enviados a las casas reales europeas, su producción disponible es escasa.
Ante esa ausencia de piezas de su mano se ha llegado a una solución de lo más pragmática: los coleccionistas también codician las versiones de sus ayudantes y seguidores. Al fin y al cabo, las reproducciones posteriores son más habituales.
Es así como en 2021 un Avestruz ofrecido por la casa de subastas Cheffin en Oxford como taller y estimado de 90.000 a 140.000 euros ascendió hasta los dos millones.
Esta curiosa situación se debe en parte a lo difícil que resulta tanto la autenticación como la datación del bronce. De manera similar a la plata, es necesario contar con una muestra con la que comparar la pieza a analizar.
En la mayoría de los casos no existe esa muestra «maestra» que pueda servir de referencia, por lo que los especialistas deben guiarse por otros parámetros, como la pátina o la presencia de imperfecciones (los retos que suponía la reproducción a la cera perdida hace siglos dan como resultado piezas menos perfectas de lo que la mecanización contemporánea puede crear).
Pero en el caso del Marte que subastará Christie’s el 30 de enero, no parece necesario. Aunque no cuenta con una cadena ininterrumpida de provenance que nos permita rastrear su propiedad hasta el taller de Giambologna, su calidad y –curiosamente– sus defectos aseguran con suficiente contundencia su autoría.
La casa de subastas menciona que el posible modelo para el cuerpo del dios se encuentre en unos dibujos de la mano de Leonardo para la Batalla de Anghiari. Mientras que las marcas en los más pequeños detalles del bronce apuntan a que la fundición no se retocó.
Este último dato ayuda a la datación de la pieza, ya que el taller del maestro comenzó a pulir, rellenar y destacar los detalles de los modelos tras la llegada de Antonio Susini. En el caso del Marte, Christie’s destaca la delicadeza de las venas de las sienes, el cabello y los dedos como muestra de que debe tratarse de una de las primeras versiones.
Según ha documentado la Frick Collection, solo se han rastreado cinco versiones de la pieza del siglo XVI (entre las que se encuentra la que ahora se subasta). Posteriormente, en el siglo XVII y tras el fallecimiento de Giambologna, su producción continuó pero sin la frescura de las primeras reproducciones.
Todas estas particularidades justifican las estimaciones de siete a diez millones de dólares. Si encuentra comprador –algo que no podemos asegurar ya que el lote no cuenta con un guarantee– se convertiría en el récord del escultor, posición que ahora ocupa otra pieza de bronce vendida por Christie’s en 2014, El rapto de la Sabina, con 3,7 millones de euros.