Un dibujo mitológico de Pedro de Campaña al Prado

Un dibujo mitológico de Pedro de Campaña al Prado

Si esta semana Miguel Falomir anunciaba en Redes Sociales la incorporación de una nueva tabla del maestro: un Cristo Portacruz ahora en restauración, el museo acaba de revelar la adquisición de un excepcional dibujo de Campaña a la galería Caylus y Martínez Avezuela.  TEXTO: Fernando Rayón

Se trata de un dibujo que representa una Alegoría del Triunfo de Alejandro Magno, tema mitológico que resulta excepcional en los fondos del museo. Recordemos que el Prado incluye en su colección cinco piezas, todas ellas de reciente incorporación: el tondo Cristo camino del Calvario y El Descendimiento regalados por Plácido Arango en 2016; la Crucifixión donada por Rogelio Buendía en 2019; el magnífico Autorretrato comprado por el Ministerio de Cultura en 2020; y los Ángeles músicos, atribuidos por Antonio Romero Dorado al maestro en el Boletín del Museo del Prado, en 2017.

Pedro de Campaña. Alegoría del Triunfo de Alejandro Magno. Hacia 1560. Lápiz, pluma, aguada de tinta china a pincel y realces de albayalde sobre papel verjurado azul. 220 × 180 mm. Inscrito en el margen superior: «m[aes]tro pedro». Al pie antigua atribución «Zadeler fec.».Inscrito al dorso, en el margen superior: «Mano de Mest[r]e Pedro».

Campaña llegó a ser el pintor más famoso en la Sevilla del siglo XVI, donde trabajó casi 30 años. Nacido en Bruselas, en el seno de una familia de artistas, hay que esperar hasta 1529 para encontrarle, a los 26 años, en Bolonia colaborando en uno de los arcos de triunfo levantados en aquella ciudad con motivo de la coronación imperial de Carlos V. Posteriormente se trasladó a Venecia, donde trabajó al servicio del cardenal Grimani.

Desde Italia viajó a España y se estableció en Sevilla poco antes de 1537, pues en ese año ya consta trabajando en la catedral. En la ciudad hispalense desarrolló su actividad ininterrumpidamente hasta 1563, cuando regresó a Bruselas, donde vivió algunos años más hasta su fallecimiento.

Los primeros datos biográficos de este pintor fueron recogidos por Francisco Pacheco en su Libro de los retratos gracias al testimonio de personas que le habían tratado en Sevilla: “Fue benigno, casto, corregido y no se halló mentira en su boca aunque fuese burlando […] fue hombre animoso, valiente y medianamente diestro con las armas; tuvo singular agudeza y donaire en el decir; fue amado y estimado por muchos príncipes”.

Resultan muy excepcionales sus dibujos, pues apenas se conservan una quincena de ellos en varias instituciones españolas –Patrimonio Nacional, Museo de Bellas Artes de Sevilla y Museo Casa de la Moneda–; belgas –Musée Wittert en Lieja y Universitaire Bibliotheken en Leiden–; inglesas –Christ Church de Oxford– y estadounidenses, además de en colecciones particulares de Madrid y Nueva York.

La Alegoría del Triunfo de Alejandro Magno es la última obra sobre papel que se añade al catálogo razonado del artista. Con toda probabilidad se trata de un diseño para tapiz hecho en los últimos años de su estancia en Sevilla, antes de marchar a su Bruselas natal para suceder a Michel Coxcie como director de la Real Fábrica de Tapices de aquella ciudad.