La escultura es en esta licitación, una de las secciones más sobresalientes, con lotes tan interesantes como los capiteles del Califato de Córdoba del s. X (1040 y 1041). De orden compuesto y proporción cúbica, estos capiteles, siguen el modelo. Comparados con aquellos, los acantos califales son más estilizados, afilados y frágiles, convirtiéndose por su labrado con trépano en una delicada labor de piedra, donde cada elemento va perdiendo aquellas reminiscencias clásicas a favor de una total armonía. El capitel de época califal no sigue servilmente aquellos modelos romanos, sino que los acomodan a sus gustos, resultando de ello, nuevas formas típicamente cordobesas. Ejemplares muy parecidos a estos podemos verlos en el Museo Arqueológico Nacional o el Museo Arqueológico de Córdoba. Se ha estimado un precio de salida por ellos de 26.000 y 18.000 euros respectivamente. De esta misma época sacan a la venta una basa (1043) y un dintel (1039) por 18.000 y 25.000 euros. Cifras quizás demasiado elevadas, máxime cuando el Estado los ha declarado inexportables, cerrando de esta manera la posibilidad de venta a aquellos mercados con más posibilidades económicas. También en mármol destaca el 1039 y el 420, un torso y un busto de la Escuela italiana del s. XVI que comenzarán en 13.000 y 4.000 euros.
En marfil resulta especialmente interesante, el “Cristo moribundo” (369) de tres clavos de la Escuela Indoportuguesa del s. XVIII sobre cruz montada en plata, y por el que han pensado un precio de salida de 30.000 euros. Más económico es el 403, un atractivo “Cristo expirante” en marfil tallado, dorado y policromado con peana en bronce dorado de la Escuela Hispano-Filipina del s. XIX, y por el que se podrá empezar a pujar en 2.500 euros. Habrá que estar atentos también al 889, “Niño Jesús triunfante” atribuido a Juan de Mesa y Velasco (Córdoba, 1583-Sevilla, 1627), realizado en plomo fundido y policromado y aunque con algunas faltas saldrá en unos ajustados 4.000 euros.
La plata será otra de las secciones a la que tendremos que prestar atención, sobre todo con lotes como el 985, Jarro de pico, un modelo basado en los jarros sevillanos de la segunda mitad del s. XVI, aunque la forma de su recipiente le diferencia ligeramente de estos, tiene el pico adosado de mascarón barbado y asa en forma de cinco invertido. Fue realizado en el Virreinato de la Nueva España, en el segundo tercio del s. XVII, se le ha tasado inicialmente en 40.000 euros. Uno de los últimos ejemplares vendidos en nuestro país fue en la pasada edición del mes de octubre de 2014 en Abalarte (lote 393), un modelo de jarro de pico típicamente sevillano de finales del s. XVI, adjudicándose por los 40.000 euros de la salida. Del s. XVI es el magnífico Cristo de plata, de la antigua colección del marqués del Toro, proveniente a su vez de una colección particular de Orense. Se trata de uno de los quince que se obtuvieron mediante el vaciado de bronce de un modelo de Miguel Ángel, que trajo desde Roma a Sevilla el platero italiano Juan Bautista Franconio a finales del s. XVI. Los otros los podemos encontrar entre otros sitios en el Palacio de Oriente de Madrid, en la catedral de Sevilla, en la de Cuenca o en la de Granada. Sin lugar a dudas se trata de una de las piezas más importantes de esta licitación, que sirvió entre otros como inspiración a Juan Martínez Montañés para realizar su Cristo de los Cálices. Su precio de salida será de 35.000 euros.
Respecto a la cerámica, uno de los lotes más sobresalientes es el 408, una vajilla blasonada bajo corona condal en loza fina esmaltada en azul cobalto y oro de la fábrica de “La Cartuja” encargada en 1858 por Camilo Feijóo de Sotomayor para un banquete celebrado en su casa de Viana del Bollo a la reina Isabel II en una visita a Galicia. Tiene un total de 163 piezas y su procedencia es por herencia a los actuales propietarios. Se podrá empezar a pujar por ella en 5.500 euros. Llaman la atención también dos piezas de la serie “tricolor” de Talavera del s. XVI, el 342, peculiar escudilla en cerámica esmaltada en cobalto, decorada con una flor estilizada entre cintas, partiendo de unos atractivos 1.000 euros. Y el 977, con el emblema jesuítico bajo corona, su alero está decorado con un trabajo que simula el encaje de bolillos, comenzando en este caso en 2.500 euros.
En cuanto al mobiliario, esta sala nos ofrece tres piezas especialmente interesantes: el 949, un singular tablero indoportugués de ajedrez, fabricado por los artesanos del Gujarat en el tercer cuarto del s. XVI para el mercado local o dirigido a la exportación a Europa o los príncipes Mugales. Partirá de una de las cifras más altas de todas las artes decorativas, 40.000 euros. El 1022, bureau-cabinet en laca escarlata con chinerías en dorado y policromado en la manera de John Belchier, para la exportación a España a principios del s. XVIII durante el reinado de Jorge I. Algo relativamente frecuente de estos espectaculares muebles lacados. Se ha pensado por él un precio de salida algo elevado de 25.000 euros. Y el, 273, una pareja de espejos barrocos en madera tallada, policromada y dorada de época Carlos III, mediados del s. XVIII, destacan los grabados recortados con que se decoran. Tienen una altura de 120 cm y se piden por ellos 8.500 euros. Mariano Santos @AntgOln