Un bodegón de Agustín Arrieta y un Cristo inédito de Valentín Díaz en La Suite
Como es habitual, en la subasta del próximo 7 de marzo la casa barcelonesa destaca por su oferta de arte colonial. Entre las piezas más relevantes, además de la obra del artista mexicano se encuentran una escultura de un Ecce Homo napolitano, un lienzo de Diego Valentín Díaz y un baúl novohispano, entre otros.
El pintor decimonónico José Agustín Arrieta, hijo de españoles, empezó su carrera artística en la ciudad de Puebla, donde pasó gran parte de su vida. Allí estudió en la academia de Bellas Artes con pintores como Julián Ordóñez, y comenzó, sobre todo, a hacer retratos de personas adineradas. Posteriormente, sin embargo, pasaría a interesarse más por las clases populares y por las escenas cotidianas, cambiando a las familias de los generales por las tertulias desenfadadas en locales comerciales. No obstante, el género por el que más destacó fue el bodegón, dejando siempre en este tipo de obras una fuerte impronta tanto de Puebla como de su Tlaxcala natal.
En el caso de la obra que ofrece en su licitación del 7 de marzo La Suite, las protagonistas son las tunas –fruta conocida en España como higos chumbos–, de las que Arrieta representa distintas variedades y estados de maduración. Al fondo puede apreciarse un tallo de nopal, el tipo de cactus del que proviene dicho fruto, y que también se utiliza en la cocina mexicana.
La elección de esta planta tiene, además, un fuerte carácter simbólico, pues hay una leyenda azteca que la relaciona con el nacimiento del territorio mexicano. Junto a las tunas y el nopal, Arrieta representa diversos utensilios de cocina, recreándose especialmente en las distintas calidades de los materiales: los cristales del candil, el barro de las ollas y la loza del plato con la sencilla decoración floral.
Esta obra (lote 37), cuya estimación se encuentra entre los 90.000 y los 100.000 euros es, sin duda, la protagonista del encuentro. Sin embargo, tal y como es habitual en La Suite, no es la única pieza de arte colonial destacada. De hecho, la mayoría de lotes con las estimaciones más elevadas son de este tipo.
Son reseñables en este sentido dos representaciones distintas de la adoración de los pastores. La primera de ellas (lote 47) se le atribuye a Matteo de Lecce, el artista italiano de finales del siglo XVI y principios del XVII. Lecce recibió formación a una edad temprana en el taller de Miguel Ángel Buonarotti, pero posteriormente se trasladó a España y de ahí a Perú. A lo largo de los años sus lienzos fueron adoptando numerosas características de los pintores del otro lado del Atlántico. De igual modo, él influyó en los artistas locales siendo el fundador de una de las primeras escuelas de arte en Lima. El valor de la obra de Lecce se estima entre los 40.000 y los 50.000 euros.
La segunda de las Adoraciones (lote 39), en la que aparece, junto a los pastores, el arcángel san Miguel data del siglo XVIII. Se atribuye a Marcos Sapaca Inca, uno de los últimos representantes de la escuela cuzqueña, y su precio se estima entre los 20.000 y los 40.000 euros.
Para terminar con la pintura es también reseñable, del vallisoletano Diego Valentín Díaz, la obra Cristo vestido de sacerdote jesuita adorado por ángeles (lote 22). Esta pintura inédita y dada a conocer ahora por La Suite, está estimada entre los 40.000 y los 50.000 euros, destaca, sobre todo, por lo característico que es el modelo iconográfico dentro de la producción del autor. Valentín Díaz lo repitió en diversas ocasiones, incluyendo a otras figuras junto al Cristo sacerdote, como a dos donantes o a una monja del monasterio de Santa Brígida.
En escultura destaca una talla de grandes dimensiones, probablemente napolitana (lote 43). Esta pieza data del siglo XVIII, y su valor se encuentra entre los 35.000 y los 60.000 euros. Y, para terminar, la pieza más importante de artes decorativas es el lote 50, un gran baúl mexicano del siglo XVII. Cuenta con una tapa curva en madera incrustada y esgrafiada con la técnica de zulaque, así como con guarniciones de hierro forjado, y está valorado entre 50.000 y 60.000 euros.
Con esta buena cantidad de obras de arte colonial, a las que se suman otras piezas de arte europeo –sobre todo de la Baja Edad Media– hasta alcanzar el total de 73 lotes ofertados, solo queda esperar a los resultados de esta licitación que se celebrará la próxima semana. Sofía Guardiola