Un Berruguete por 1.500 euros
El pasado 25 de marzo, Drouot ofreció un pequeño Ecce Homo catalogado como obra italiana de finales del XV, «del entorno de Bartolomeo Montagna». La pieza, que salió con un precio de salida de 1.500€, se remató por 19.300€; pocos podían imaginar que en realidad se trataba de una obra del pintor castellano Pedro Berruguete. La tabla será estudiada por Alberto Velasco en un próximo número de ARS Magazine.
Entre los artistas de nuestro primer Renacimiento, Pedro Berruguete (Paredes de Nava, Palencia, hacia 1445/1450-Madrid?, 1503) ocupa un puesto especial. Formado en Urbino en la corte de Federico de Montefeltro y vuelto a España en torno a 1483, sus pinturas, pertenecientes en su mayoría a retablos hoy desmembrados, forman parte de las colecciones de instituciones públicas y privadas de primera fila. La exposición que le dedicó la Junta de Castilla y León en 2003 en su localidad natal, titulada Pedro Berruguete. el primer pintor renacentista de la Corona de Castilla y comisariada por Pilar Silva Maroto, supuso además un punto de inflexión para conocer con más precisión su producción.
La aparición de obras suyas en el mercado no es habitual, y por ello, cuando esto sucede, alcanzan cifras elevadas. La sorpresa viene cuando alguna de ellas se descubre como obra anónima y con un precio de salida muy bajo. Esto es lo que parece haber sucedido hace un mes, cuando Drouot licitó, el 25 de marzo y con el lote 35, un pequeño Ecce Homo de 32 x 22,3 cm. La tabla, catalogada como obra italiana de finales del XV próxima al estilo de Bartolomeo Montagna, un artista del norte de Italia (Vincenza, 1450-1523), parece ser sin embargo obra de nuestro Berruguete. Así las cosas, los 1.500€ con los que partía debieron ser un gran aliciente para el comprador anónimo que se hizo con ella. Todo ello a pesar de su estado de conservación, pues se aprecian numerosas faltas sobre la superficie pictórica.
Cristo, vestido de púrpura y con las manos cruzadas sobre el pecho, se presenta ante el espectador enmarcado por una construcción arquitectónica pétrea tras un alfeizar. En el dintel superior se lee ECCE OMO en alusión al tema pasional. La arquitectura es muy similar, incluso en la decoración de los capiteles de las pilastras que lo flanquean, a la que aparece en la Sagrada Familia de la Fundación Francisco Godia de Barcelona.
A pesar de la diferencia de dimensiones entre una y otra (120 x 96 cm frente a los 32 x 22,3 cm del Ecce Homo), no parece haber duda de que estamos ante la misma mano. Así las cosas, la tabla de Drouot podría datarse también hacia 1500, fecha que Silva Maroto propuso en 2003 (p. 178, nº cat. 41) para la de Barcelona.
Si el marco que posee fuese el original, las dos bisagras que aparecen a la izquierda indicarían además que en origen formó parte de un pequeño díptico que, por sus dimensiones, habría sido pintado para un particular, destinado a su devoción privada.
Como señalábamos, las cifras en el mercado para las tablas de Berruguete han sido siempre elevadas. Así, el 7 de diciembre de 2016, Christie’s puso a la venta la Adoración de los Magos (104 x 75 cm. Hacia 1470-1471) que perteneció a la colección Várez Fisa y que abría el catálogo de la exposición de 2003. Se remató en 2666.500 USD (247.577 euros). Ese mismo año, Isbilya licitó una Aparición del ángel a san Joaquín (124,5 x 83,5 cm), fechada hacia 1480-1490, con un informe favorable de Isabel Mateo por la que se pedían 135.000€. Junto a ellas, Sotheby’s ofreció en 2020 dos tablas con la representación de San Agustín y Santa Mónica, adscritas al círculo del pintor castellano, que, con una valoración estimada entre las 8 y las 12.000 de salida, se acabaron rematando en 17.500.