Junto a este lienzo, destacan las piezas de Miquel Barceló y Martín Chirino en la licitación del 23 de junio
Antonio López es, junto a Barceló y Plensa, algo así como la Trinidad en el mercado del arte español de los artistas vivos que consiguen los precios más caros. Con una diferencia respecto a los otros dos: apenas hay obra suya en el mercado, pues su lento proceso de creación hace que siga habiendo una larga cola de clientes, a través de su galería Marlborough, a la espera de recibir su pieza.
Dicho lo cual, el problema es el de siempre: el ajuste del precio, a día de hoy, y más cuando se trata de una obra de juventud… De hecho, los 250.000 euros que pide Durán por la Academia (O/T, 117 x 89 cm; lote 160) realizada en 1960, con apenas 24 años, parece un precio muy fuerte para los tiempos que corren; ojalá nos equivoquemos y aparezca un comprador que se haga con la reconocida pieza, pero no será fácil.
Su última gran venta fue antes de la crisis, cuando la fantástica tabla Madrid desde Torres Blancas, 1976-1982, fue adjudicada por 1.385.250 GBP (1.744.030 euros) en Christie’s Londres en junio de 2008, convirtiéndose así en la pieza más cara vendida en subasta de un artista español vivo (leer). Poco después, en octubre de 2008, en Christie’s Madrid se pagaron nada menos que 73.000 euros por Estudio de dos espaldas, 1964 (39 x 55 cm), un estudio a lápiz sobre cartón. Pero ya en mayo de 2009, con la crisis muy presente, Perro muerto, 1963 (lápiz y clarión, 23,5 x 32 cm) subió apenas de 12.000 a 19.000 euros en Fernando Durán, y más recientemente, en julio de 2015, Ansorena ofreció un muy temprano Nochebuena, 1955 (O/papel/L, 86 x 70 cm; 477), pintado con apenas 19 años, por 80.000 euros, pero no hubo comprador…
Me temo que algo semejante ha ocurrido con dos obras de otro de los integrantes de esa Trinidad, Miquel Barceló. La primera de ellas, un lienzo de 1984, Verdades y aspirinas (57 x 54 cm; 164) se compró en los felices años del ‘todo va bien’, en 2006, y se pagaron en febrero en Christie’s Londres (ver) nada menos que 96,000 GBP (139.881 euros), lejos de la estimación de 40,000 a 60,000 GBP… Ese sobreprecio por una obra, debido probablemente al entusiasmo creado por la moda del momento, la ha lastrado hasta hoy día, pues se ofreció en febrero de 2011 en Durán por 110.000 euros y en junio de ese mismo año en Ansorena por 75.000 euros, y no hubo interesados… Y ahora sale por 60.000 euros; ¡y es obra con calidad!
Lo mismo sucede con el guouache sobre papel, su otra obra: Palmier et trois pirogues (50 x 70 cm; 163), fechado el 26 de marzo de 1988. Comprada en Brok en junio de 2006 por 50.000 euros, se adjudicó en Ansorena en mayo de 2011 por 48.000 euros, y se ofrece ahora por 40.000 euros…, cuando su mejor venta reciente de gouaches de 1988 habla de 22,500 GBP (26.115 euros), pagados en febrero de 2013 en Christie’s Londres por Le Bain avec arrosoir (50 x 65 cm). Desde luego sabemos que no son tiempos fáciles, pero hay que mirar con mucho cuidado cada inversión…
Pero, ¿ha pasado sólo con estos autores? Es evidente que no. Es más, con otros autores la caída en desgracia ha sido incluso mayor. Y eso es precisamente lo bueno del mercado, que en estos tiempos se pueden encontrar aún oportunidades. Como la de Juan Barjola, cuya Vaca (O/L, 101 x 80 cm; 157), tan típica de su producción en los setenta y ochenta, en la línea más baconiana de su carrera, se ofrece por 13.000 euros, muy lejos ya de los 27.500 euros en que se ofreció por primera vez allá por diciembre de 2011; desde entonces, su precio de salida ha ido bajando poco a poco, irremisiblemente buscando un comprador, también porque no debe ser fácil encontrar al que quiera convivir con este animal muerto, colgado, sangrante y medio desollado… Pero ¡así era Barjola!
Mucho más amable es la escultura del canario Martín Chirino; de él se ofrece un bronce de tamaño medio de 2004 titulado Lady Salinas de Lanzarote II (52 x 25 x 59 cm), pieza 4 de una edición de 5, por 30.000 euros. A finales de mayo, en Alcalá su atractiva pieza única Cabeza (21). Crónica del siglo XX. La Moratena II, 1998 (hierro, 30 x 27 x 30 cm; 1078), de tamaño menor y que partió de los 15.000, se adjudicó finalmente por 20.000 euros… (ver)
Acabamos brevemente con algunas sugerencias. Vean con detalle la Olympe, 2006 (fotografía, 3/5, 165 x 125 cm; 190) de Pierre Gonnord, por 4.000 euros; el grandioso paisaje de Daniel Vázquez Díaz, Casas junto al río (O/L, 71 x 82 cm; 131) por 15.000 euros; un atractivo Paisaje de Valldemossa (O/L, 54 x 64 cm; 128) de Eliseo Meifrén por 8.000 euros; o el luminoso Puerto de Ibiza (O/L, 114 x 146 cm; 132) de Ignacio Sala por unos sorprendentes 4.500 euros… Y distingan bien el trigo de la paja. Daniel Díaz @Invertirenarte