Tres galerías nacionales y una obra de Pedro Machuca en BRAFA
Bruselas inaugura la temporada de ferias internacionales con la primera cita del año. La capital belga acogerá del 26 de enero al 2 de febrero la 70ª edición de BRAFA, en la que más de 130 galerías de 16 países diferentes exhibirán sus mejores obras. La presencia española tampoco podía faltar este año con Colnaghi, Jordi Pascual y Montagut Gallery entre las participantes.
Este último fin de semana de enero abre sus puertas BRAFA Art Fair, que celebra siete décadas de historia, ahora en el emblemático recinto de Bruselas Expo. Esta edición cuenta con la artista portuguesa Joana Vasconcelos como invitada de honor, que aporta su peculiar visión del volumen, la textura y el color con una serie de instalaciones.
La creadora se ha inspirado en las figuras de la mitología nórdica para confeccionar sus Valquirias, conjuntos textiles que combinan artesaría tradicional con innovación tecnológica, como la iluminación que simula la respiración y el movimiento de estos cuerpos escultóricos.
Este año la feria también da la bienvenida a dos nuevos países: Portugal, representado por J. Baptista, una galería de Lisboa especializada en joyas y platería antigua; y Suecia, con la participación de Hoffmans Antiques, que aporta el gusto por los muebles y obras de arte gustavianos del siglo XVIII y principios del XIX.
Entre las novedades se encuentra también la incorporación de otra galería española, Colnaghi, que se une a las ya consolidadas Jordi Pascual y Montagut Gallery. En su estreno exhibirá un conjunto de antigüedades, pinturas de antiguos maestros y obras sobre papel.
Entre las piezas más destacadas encontramos al fondo del stand un torso romano de Apolo (siglo I a. C. – siglo I d. C.), recientemente redescubierto de la Colección Giustiniani. La escultura está flanqueada por las obras de dos pintores flamencos: una crucifixión de Willem Adriaensz-Key y Naturaleza muerta con vanitas de Carstian Luyckx.
Algunos maestros se exponen por partida doble, como es el caso de José de Ribera con su San Jerónimo y San Juan Bautista, o Matthijs Schoevaerdts, de quien podremos ver Paisaje de pueblo con la procesión del buey de Pascua y Paisaje con limosnas repartidas ante una abadía en ruinas. Otros pintores, como Frans Francken el Joven, repiten su visita a Bruselas, ya que Colnaghi vuelve a exhibir El rapto de las sabinas, anteriormente mostrado en la exposición Menos es más: Redefiniendo la Cámara de Arte.
Por su parte, Montagut Gallery presenta este año un montaje muy cuidado que incluye sus últimas adquisiciones junto a dos exposiciones temáticas. Por un lado, una selección de ornamentos de oro Baule, dispuesta verticalemente en una pared a modo de pirámide.
Cada una de las piezas refleja la maestría artística y el significado cultural de este pueblo, que destaca por su habilidad en orfebrería y su profundo apego a la tradición. Las obras, que proceden de una colección italiana, son ejemplo del uso simbólico del oro en los rituales y adornos Baule, en los que celebran la belleza, el prestigio y el poder espiritual.
Por otro lado, la exhibición Medianting and Unifying Princesses reúne una colección de cinco máscaras Ngon de Camerún, relevantes no solo por su composición estética, sino también por su valor histórico.
Estas piezas son emblemáticas de las prácticas culturales y espirituales de la región de los Grassfields. Se han utilizado tradicionalmente durante ceremonias por su relación con el poder, la protección y la identidad dentro de las comunidades. Con ambas propuestas, la galería no solo espera atraer interés por su rareza e importancia histórica, sino también inspirar a los visitantes a explorar la riqueza y la diversidad del arte africano.
Siempre en su línea, Jordi Pascual apuesta un año más por liderar a los galeristas que presentan arte moderno, y más concretamente pintura de artistas que formaron parte del periodo de las vanguardias históricas y de posguerra. Sus expectativas para esta edición pasan por ampliar clientela y seguir dándose a conocer en el mercado internacional.
Así, expone una pintura de Alexander Calder, conocido sobre todo por sus esculturas cinéticas, y continúa con otro artista estadounidense como Sam Francis, con un acrílico de la década de los 80.
También destaca una obra del canadiense Jean-Paul Riopelle, miembro del movimiento Les Automatistes, muy característica de su periodo de madurez, en el que el creador pasó del dripping a formas más espesas trazadas con espátula. Completa su colección con una pintura de Hans Hartung, buen ejemplo para entender las ambivalencias del artista, que siempre se movía con una espontaneidad comedida.
La presencia española en la feria se cierra con una obra del artista renacentista Pedro Machuca. San Jerónimo penitente es una novedad que presenta la galería Romiglioli Antichità, que lleva una serie de piezas de artistas extranjeros que trabajaron en Italia o para mecenas italianos. Nerea Méndez Pérez