Relieve XXI del templo. Clásico Tardío 600. 900 d.C. Palenque, Chipas Caliza. © INAH. Museo de Sitio de Palenque . Alberto Ruz Lhuillier, Palenque, Chapas
TODO SOBRE LOS MAYAS EN LA EXPOSICIÓN “EL LENGUAJE DE LA BELLEZA”, EN EL MUSEO MARTIN-GROPIUS-BAU DE BERLÍN
Llega al Martin-Gropius-Bau de Berlín la exposición Mayas, el lenguaje de la belleza. La componen más de 300 piezas procedentes de 20 museos de los cinco estados que comprenden el área maya en México: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Recala en la capital alemana después de recibir la visita de 244.000 visitantes en sus sedes de Cancún, Villahermosa, Beijing y Mérida. “Con ella, México resalta lo mejor de su pasado y difunde su enorme patrimonio cultural”, afirmó el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en la ceremonia de la inauguración.
Cada vez que la muestra cambiaba de sede se incrementaba el número de piezas. Y así de los 130 objetos que se mostraron en el Museo Maya de Cancún se ha pasado a las 300 de ahora. Son pocas las que no merecen el calificativo de sorprendentes y bellas. Lo son, por ejemplo, las figurillas de la isla de Jaina, en Campeche –que tienen alrededor de 1.400 años de antigüedad– con detalles muy exactos de la apariencia y la indumentaria, así como los fragmentos de textiles arqueológicos descubiertos en los años sesenta en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá, en Yucatán. Entre ellos, dos sandalias de fibra (entre 900-1250 a.C.) A través de todas estos vestigios, es posible conocer la complejidad en la confección de las piezas y los bonitos bordados, brocados y deshilados que las decoraban.
Merece una mención especial, también, la recreación de la ofrenda funeraria de un joven noble adolescente en la ciudad prehispánica de Oxkintok. Piezas originales como la máscara de pectoral de concha, que representa el rostro de una tortuga, vasos, espátulas de hueso y una aguja con inscripciones glíficas hacen referencia al portador de la misma.
Las piezas corresponden al periodo Clásico Tardío (600-900 d.C), descubiertas en las excavaciones de Ricardo Velázquez en 2001. Las exposición se ha dividido en cuatro núcleos. “El cuerpo como lienzo” hace referencia a los cánones de belleza a través de las modificaciones corporales que practicaban los antiguos mayas, como el modelado cefálico, las escarificaciones o el limado dental . “El cuerpo revestido” presenta la vestimenta como una forma de expresión y comunicación dinámica, en constante evolución,a través de la cual se manifiestan la cultura, el estatus social, la profesión, personalidad, gusto o estado de ánimo. “La contraparte animal” alude a la representación de estos seres que, según su cosmovisión, acompañaban al humano desde su nacimiento. Así se pueden ver representaciones naturalistas de la fauna e imágenes de seres sobrenaturales, como humanos con atributos animales y viceversa, o seres fantásticos resultado de la unión de dos o más bestias. “Los cuerpos de la divinidad” muestra la visión que tenía este pueblo de sus múltiples deidades y entidades sagradas. Sus representaciones combinan características humanas con elementos animales, vegetales y otros imaginarios. A estos dioses y seres superiores atribuyen el origen de los fenómenos naturales a los que temían.
Abierta hasta el 7 de agosto de 2016. MPR